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SEXTO DOMINGO DE CUARESMA
(Ciclo A)
Domingo de Ramos
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Is. 50, 4-7: No oculté el rostro a insultos y sé que no quedaré
avergonzado.
b.- Flp. 2, 6-11: Se rebajó a si mismo por eso Dios lo levantó sobre
todo.
c.- Mt. 26,14-27,66: Pasión de N. S. Jesucristo según San Mateo.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros:
Ven Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su
Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana.
Perd￳n Se￱or….
3.-Oración colecta: Dios todopoderoso y eterno, tú quisiste que nuestro
Salvador se hiciese hombre y muriese en la cruz, para mostrar al género
humano el ejemplo de una vida sumisa a tu voluntad, concédenos que las
enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio y que un día participemos
en su gloriosa resurrección. Por Jesucristo.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto?
- “Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los
sumos sacerdotes, y les dijo: «¿Qué queréis darme, y yo os lo
entregaré?ᄏ Ellos le asignaron treinta monedas de plata.”
(Mt.26,14ss).
El relato de la pasión antes de la traición de Judas, va precedida de otros
acontecimientos: Jesús anuncia la pasión, sus enemigos se mueven en la
oscuridad; una mujer unge su cabeza con aceite en Betania (vv.1-13). Jesús
demuestra majestad y autoridad, guardará su fidelidad al Padre hasta el final,
sus enemigos se convierten en instrumentos de muerte. La acción de la mujer
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anuncia la sepultura de Jesús, es la obra buena que hizo con ÉL, su gesto se
recordará siempre en su Iglesia como manifestación de amor. El contrapunto lo
da Judas que vende a Jesús por treinta monedas de plata y prepara su arresto;
en cambio el Maestro da la vida por la salvación de muchos.
- “El primer día de los Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le
dijeron: “¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer
el cordero de Pascua?” (Mt. 26,17ss).
Lo primero que encontramos es el deseo vehemente de pasar la fiesta de
Pascua con sus discípulos (vv.17-19). Dentro de la celebración encontramos el
anuncio de la traición lo que aumenta la tensión; los discípulos sienten miedo,
Judas es delatado por Jesús durante la Cena (vv.20- 25). Dentro del rito de la
Pascua judía, las palabras de Jesús sobre el pan y el vino revelan el sentido de
su muerte; sus gestos evocan símbolos bíblicos; comer y beber su cuerpo y su
sangre, es una bendición para sus comensales. Se cuerpo entregado y su
sangre derramada es para el perdón de los pecados; la Antigua Alianza alcanza
su plenitud en esta Nueva Alianza (vv. 26-29). No disminuye la intensidad de
los ánimos cuando Jesús les anuncia la reacción que van a tener los discípulos
con su detención y con las negaciones de Pedro que asegura a Jesús que
jamás se escandalizará de ÉL. Pero hay una promesa de esperanza para
cuando resucite de entre los muertos (vv. 32-35).
- “Y llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empez￳ a
ponerse triste y a sentirse abatido. Entonces les dice: «Mi alma está
llena de una tristeza mortal. Quedaos aquí y velad conmigo.” (Mt.
26,36ss).
Los tres momentos de oración (vv.38-39.42), son una verdadera lucha de
Jesús contra las tentaciones del comienzo; los tres discípulos que lo
acompañan en el gozo glorioso de la Transfiguración, ahora lo acompañan en
el dolor, entran en el ámbito de la cruz y de beber el cáliz amargo del
sufrimiento. Con Judas entran las sombras del odio contra Jesús, de parte de
aquellos que siguen al traidor; mientras Judas renuncia a su discipulado, los
discípulos huyen, se cumplen las Escrituras. Jesús se entrega al querer de los
hombres, camina hacia su muerte. La pasión continúa en la ciudad de
Jerusalén, el juicio ante el Sanedrín (vv. 57-68). Jesús frente a sus opositores
se proclama Mesías, Hijo de Dios. Pedro y Judas ofrecen testimonios distintos
frente a la única y verdadera fidelidad de Jesús al Padre. Ante el interrogatorio
Jesús calla, son las voces de los falsos testigos, la voz del Sumo Sacerdote que
hace la pregunta fundamental de este proceso: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo de
Dios? Jesús confirma, lo dicho y hace una profecía; sella su identidad y señala
su destino (cfr. Is.53,7). Le aplican entonces los castigos por su blasfemia.
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Mientras tanto en el patio, Pedro niega a Jesús frente a testigos que lo acusan
de estar con ÉL hasta el punto de jurar que no le conoce. El canto del gallo
señala el cumplimiento de la promesa hecha por Jesús, y el apóstol llora
amargamente (v.75). Si bien el vínculo con Jesús se debilitó, no se rompió, y
Pedro arrepentido, vuelve los pasos haca su Maestro. El Sanedrín por la
mañana decide entregar a Jesús, a Poncio Pilatos el procurador romano (cfr.
Mt. 27,1-2). Mientras Jesús es llevado al palacio de Pilatos, Judas tiene un
amago de arrepentimiento, cuando lanza las monedas en el templo, los sumos
sacerdotes no aceptan su arrepentimiento y opta por el camino de la muerte.
- “Jesús compareci￳ ante el procurador; y el procurador le pregunt￳:
¿Tu eres el Rey de los judíos? Jesús le dijo: Tú lo dices” (Mt. 27, 11ss).
Jesús es interrogado por Pilato. Serán los Sumos sacerdotes y el pueblo, quien
tomen la decisión de matar a Jesús, el procurador debe ejecutar su deseo.
Ante la pregunta de si es el rey de los judíos, la respuesta es afirmativa, lo que
da pie a que las autoridades lo acusen, mientras tanto, Jesús permanece en
silencio. Pilato se sorprende de su actitud de no defenderse (vv.13-14).
Aparece la figura de Barrabás y la mujer de Pilato, el primero, un bandido por
instancias de los sacerdotes convencen al pueblo para que sea liberado en
lugar de Jesús. El contrapunto, lo pone la mujer del procurador que intercede
por ese hombre, por Jesús, que denomina Justo (v.19). Jesús es entregado
para ser crucificado, Pilatos se lava las manos, se declara inocente de su
sangre. Los romanos terminan el proceso, los soldados se burlan de su
condición de rey.
- “Y al salir encontraron a uno de Cirene, por nombre Sim￳n; a éste le
obligaron a llevar a cuestas la cruz de Jesús… Y por encima de su
cabeza habían puesto escrita la causa de su condena: ESTE ES JESUS,
EL REY DE LOS JUDIOS” (Mt.27, 32ss).
Del pretorio el drama de Jesús se traslada fuera de la ciudad, el hijo es echado
fuera de la viña, el Mesías es rechazado por su pueblo, el Gólgota escenario de
ejecuciones públicas. Una vez crucificado Jesús sufre las burlas de los que
pasan delante de la cruz. Se oye el cumplimiento de la Escritura, no sólo por lo
que dijo e hizo Jesús sino por su plena identificación con el sufrimiento de los
justos de Israel. La muerte de Jesús, es narrada con cierto dramatismo (vv.45-
56), las tinieblas, el eclipse, señalan las tres horas de agonía, su grito de
angustia, es una oración, una queja, no de desesperación, sino de confianza,
puesto que le sigue la seguridad del triunfo (cfr. Sal.22). El fuerte grito de
Jesús nos señala que murió orando al Dios viviente que está presente. La
respuesta son los signos cósmicos: se rasga el velo del templo, viene un
terremoto, se parten las rocas, resucitan los santos (vv.51-52). En su pasión
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Jesús aparece como el Hijo de Dios obediente, cumple las Escrituras, y es fiel
hasta el final; es el Siervo-Mesías de Dios que lleva a su máxima expresión en
la cruz que libra a su pueblo del pecado y de la muerte. Jesús es también, el
Hijo del Hombre, que conoce la humillación y la muerte, pero que será
glorificado. En su muerte, Jesús es modelo de fe y amor a Dios, lo que se pide
a un discípulo de quien vive para el Padre.
4.- Qué me dice? - ¿Qué le digo? - ¿A qué me comprometo?
- Otros testimonios…
5.- Momento de Agradecimiento y Contemplación:
a.- Salmo 21: Dios mío, Dios mío porqué me has abandonado.
- Al verme, se burlan de mí,/ hacen visajes, menean la cabeza: /
Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; / que lo libre si tanto lo quiere".
- Me acorrala una jauría de mastines,/ me cerca una banda de
malhechores; /me taladran las manos y los pies, / puedo contar mis
huesos.
- Se reparten mi ropa,/ echan a suerte mi túnica./ Pero tú, Señor, no
te quedes lejos; / fuerza mía, ven corriendo a ayudarme.
- Contaré tu fama a mis hermanos, / en medio de la asamblea te
alabaré. / Fieles del Señor alabadlo; linaje de Jacob, glorificadlo;
temedlo, linaje de Israel.
b.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje
evangélico:
6.- Adoración y Alabanza: Te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Te lo pedimos Señor.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz)