DOMINGO IV DE PASCUA. CICLO A
LAS OVEJAS RECONOCEN A SU PASTOR
EMILIO RODRIGUEZ ASCURRA / contactoconemilio@gmail.com / Twitter:
@emilioroz
El Buen Pastor conoce a cada una de sus ovejas, Jesucristo nos conoce a
cada uno por nuestro nombre, esto indica familiaridad, interioridad, es
decir, que conoce nuestro interior, lo esencial de nosotros, nada escapa a la
mirada del Dios hecho hombre. Al tiempo que nos ha pensado desde le
eternidad, es decir, desde antes de la existencia del tiempo y del espacio, y
lo ha hecho depositando en cada uno de nosotros una vocación particular,
única e irrepetible. Así somos cada uno en el plan de Dios, nadie suplanta a
otro, al tiempo que la misión que nos es confiada apunta individualmente a
la realización plena del Reino en el ámbito de la comunidad.
“Las ovejas desconocen la voz de los falsos pastores” (cfr. Jn 10,5), quien
conoce a Jesucristo no se deja llevar por las corrientes de turno, falsas y
destructivas, sino que anhela ser como él, ser otro Cristo. En sus palabras a
los fariseos el apóstol Pedro los exhorta a la conversión (Hch 3,38), al
cambio de vida adoptando los valores de Jesús. Conversión que se traduce
en un camino diario, de toda la vida, en la que cada día nos vamos
configurando más y más con Cristo, camino, verdad y vida (Jn 14,6), por la
acción del Espíritu Santo que habita en cada uno desde el bautismo. Éste el
mandato que Jesús ha hecho a todos sus apóstoles: “Vayan y hagan
discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo, y ense￱ándoles lo que yo les he mandado” (Mt
28,19-20a)
En nuestra vida cristiana somos llamados a vivir de acuerdo a los valores
cristianos sin ambigüedades, al tiempo que ha transmitir a los demás esto
que nos hace felices, en nuestros ambientes de trabajo, estudio, tareas
cotidianas, con los hijos y en el ámbito familiar, creando un ambiente en el
que se respire “el buen olor de Cristo (2 Cor 2,15), porque recuerden su
modo de comportarse y de vivir” 1 . No somos cristianos por elección sino por
vocación, esto imprime en nosotros un ADN distinto, pues es Cristo, Pastor
Supremo quien nos ha llamado, “no se comienza a ser cristiano por una
decisión ética o gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con
una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una
orientaci￳n decisiva” 2
Quien hace de su ser cristiano un proyecto de vida en el que nada queda a
la deriva sino que se lo viven en la integridad de la persona humana va
descubriendo el buen camino que lo conduce a Dios. Es primero necesario
1 Sa Josemaría Escrivá de Balaguer, Es Cristo que pasa (Homilías), RIALP, España, 1997. (parágrafo 156)
2
Benedicto XVI, Carta enc. Deus Caritas Est (25 de diciembre de 2005)
escuchar la voz del Pastor (ausculto) para responder con la propia vida
(vocación), haciéndonos discípulos del Maestro que nos invita a compartir y
transitar la vida juntos.-