SEXTO DOMINGO DE PASCUA. CICLO A.
( Jn. 14, 15-21)
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me amáis, cumpliríais mis mandamientos; yo le rogaré al Padre que os dé
otro Consolador que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El
mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, sí
lo conocéis, porque habita entre vosotros y está con vosotros.
No os dejaré desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá
más, pero vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces
sabréis que yo estoy con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. El que
acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama; al que me ama, lo
amará mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
CUENTO: EL ESPÍRITU DE LA VERDAD
En un pueblo lejano, el rey convocó a todos los jóvenes a una audiencia
privada con él, en dónde les daría un importante mensaje.
Muchos jóvenes asistieron y el rey les dijo: "Os voy a dar una semilla diferente
a cada uno de vosotros, al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la
planta que haya crecido, y el que tenga la planta más bella ganará la mano de
mi hija, y por ende el reino".
Así se hizo, pero un joven plantó su semilla y ésta no germinaba; mientras
tanto, todos los demás jóvenes del reino no paraban de hablar y mostrar las
hermosas plantas y flores que habían sembrado en sus macetas.
Llegaron los seis meses y todos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con
hermosísimas y exóticas plantas. El joven estaba demasiado triste pues su
semilla nunca germinó, ni siquiera quería ir al palacio, pero razonó que debía ir,
pues era un participante y debía estar allí.
Con la cabeza baja y muy avergonzado, se condujo hacia el palacio, con su
maceta vacía. Todos los jóvenes hablaban de sus plantas, y al ver a nuestro
amigo soltaron en risa y burla; en ese momento el alboroto fue interrumpido por
el ingreso del rey, todos hicieron su respectiva reverencia mientras el rey se
paseaba entre todas las macetas admirando las plantas.
Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven
que llevó su maceta vacía; atónitos, todos esperaban la explicación de aquella
acción.
El rey dijo entonces: "Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi
hija, pues a todos se les dio una semilla infértil, y todos trataron de engañarme
plantando otras plantas; pero este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar
su maceta vacía, siendo sincero, real y valiente, cualidades que un futuro rey
debe tener y que mi hija merece".
ENSEÑANZA PARA LA VIDA:
Nos acercamos ya al final del tiempo de la Pascua, los cuarenta días antes de
la Ascensión y los cincuenta antes de Pentecostés. Ya empieza a aparecer en
el horizonte la figura del Espíritu Santo, el gran Defensor y Consolador de
nuestra fe. Dios no nos deja huérfanos ni desamparados. Después de que
Cristo cumple su misión en este mundo y se apresta a partir para el Padre, nos
da una importante y consoladora noticia, nos revela el mayor de los secretos,
que no es otro que revelarnos que el Amor de Dios seguirá habitando en
nuestros corazones y en nuestro mundo, ese Amor que no es otro que el
Espíritu Santo. Qué fantástica y esperanzadora noticia para la Iglesia y para la
humanidad. No estamos solos. No es en vano nuestro esfuerzo por hacer un
mundo mejor. Dios nos acompaña, Dios se compromete con nosotros. Ya no
hay un Dios allá arriba en el cielo, porque Dios se ha encarnado definitivamente
y camina para siempre a nuestro lado y en nuestro mismo camino. Ya está
revelada toda la verdad, todos los secretos, y es que no hay más secreto para
ser felices que el AMOR. Esa es la clave por la que se rige el mundo y las
personas. Es el gran secreto que nos revela Jesús a través de su Espíritu
Santo, la gran semilla, como nos dice el cuento de hoy, que debemos cultivar,
la gran verdad que debemos proclamar y vivir. Qué noticia más profética y
revolucionaria en este mundo nuestro cada vez más tecnificado, pero también
cada vez más frío e inhumano. Dios hoy nos dice que no nos olvidemos del
AMOR, que nada hay que pueda darnos la verdadera felicidad más que el
AMOR. Trabajo como educador entre adolescentes y jóvenes. Trabajo duro
hoy en día, porque familias y jóvenes viven inmersos en un mundo de consumo
y materialismo que les impide muchas veces darse cuenta de otras cosas más
profundas y espirituales. Pero hay una cosa que funciona siempre, y que a mí
siempre me ha funcionado: EL CARIÑO, LA CERCANÍA, LA PREOCUPACIÓN
POR ELLOS, EL ESTAR AHÍ DONDE ELLOS ESTÁN, EL FACILITAR
MOMENTOS DE ENCUENTRO CON ELLOS DONDE PUEDAN
EXPRESARSE CON LIBERTAD, EL FOMENTAR EXPERIENCIAS
ESPIRITUALES DE VERDAD. Aseguro que funciona. Porque mientras el ser
humano sea el ser humano que es, no sé cómo será el ser humano clonado,
necesitará del amor, de cariño, de la ternura, de la amistad, de esos
sentimientos no cuantificables materialmente, pero imprescindibles
humanamente para ser felices. Maravilloso Cristo que nos reveló este secreto y
maravilloso Dios y Padre que se le ocurrió esta genial idea de hacernos
participes de su misma vida divina que no es otra que el AMOR. Y fantástico
Espíritu Santo que continúa revelando a quienes lo desean este misterio de la
vida humana y divina: LA FELICIDAD PASA POR EL AMOR.
¡QUE TENGÁIS UNA SEMANA LLENA DE AMOR, AMOR DE PERSONAS,
DE FAMILIA, DE AMIGOS; AMOR DE SOLIDARIDAD, DE PAZ , DE
AMABILIDAD; AMOR HACIA LOS POBRES; AMOR SENCILLO DE CADA DÍA!