Martes 20 de Mayo de 2014
Santoral: Bernardino de Siena
Hechos 14,19-28 Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio
de ellos
Salmo responsorial: 144 Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu
reinado.
Juan 14,27-31ª Mi paz os doy
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: La paz os dejo, mi paz os doy; no os
la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me
habéis oído decir: Me voy y vuelvo a vuestro ltosado. Si me amarais, os alegraríais
de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes
de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo. Ya no hablaré mucho con
vosotros, pues se acerca el Príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mí,
pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que lo que el
Padre me manda yo lo hago.
Pensemos…
En medio de un mundo tan lleno de conflictos es como raro que Jesús nos invite a la
paz. Y una paz que es el camino por la cual se debe caminar para buscar la eternidad.
Entonces…
Jesús comienza a despedirse y hoy nos regala la paz. Entrega a sus discípulos su
paz. Su regalo es fuente de mucho gozo muy diferente a la paz que da el mundo. Una paz
amarrada a las armas y a la represión. Mientras que en Jesús es la paz del Antiguo
Testamento “Shalom” que no será interrumpida ni por la condena, ni por la maldad del
mundo.
Bien lo dice Jesús no se inquieten ni tengan miedo. Pues la paz es la búsqueda de la
misma paz. Esa paz que es tan necesaria para la vida y para toda la comunidad.
Mi paz les dejo, mi paz les doy. Más que una frase es el mejor contenido para
emprender una nueva vida. Vida alejada de toda violencia. De toda maldad. Es la paz que
necesita el mundo para convivir y avanzar hacia la eternidad.
Padre Marcelo
@padrerivas