25 de Mayo. 6º Domingo de Pascua
Santoral: Vicenta López Vicuña y Beda
Hechos de los apóstoles 8,5-8.14-17Les imponían las manos y recibían el
Espíritu Santo
Salmo responsorial: 65 Aclamad al Señor, tierra entera.
1Pedro 3,15-18 Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue
devuelto a la vida
Juan 14,15-21 Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si me amáis, guardaréis mis mandamientos.
Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de
la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio,
lo conocéis, porque vive con vosotros y está con vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré.
Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo
viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, y vosotros conmigo y yo con
vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guardas, ése me ama; al que me ama lo
amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.
A medida que el tiempo pascual va llegando a su consumación los textos bíblicos que la
Iglesia nos ofrece nos acercan más y más al misterio insondable y bello del Espíritu Santo.
Pensemos…
Que el verdadero amor lleva, de manera directa, a la observancia de los
mandamientos. Sin el debido respeto a los mandamientos no habrá verdadero amor.
Por eso, el regalo del Espíritu Santo por parte del Padre es fruto del este amor.
Entonces…
¿Cómo puede una persona obedecer a quien desconoce?
Hay personas que piensan" que creen en Dios.
Otros dicen "que tienen fe.
Algunos que "creen en Dios más que nadie...
Pero la experiencia vital de la fe va por otros caminos. No es suficiente creer que se
tiene fe; la fe hay que vivirla en lo profundo del corazón y en la vida diaria.
Son muchos que creen que cumpliendo con misas de difuntos ya tienen fe y todo
está listo.
Por eso es que Jesús pide para nosotros "el Espíritu de la verdad, para que esté
siempre con ustedes."
No exagero si digo que en muchos aspectos de nuestra vida personal y social la
verdad ha pasado a un segundo plano.
¿De qué nos defiende el Espíritu de la verdad que Jesús nos promete?
1. Nos defiende de nosotros mismos, de nuestros temores, de nuestro ocultamiento de
la verdad personal. Necesitamos un defensor de nosotros mismos.
2. Nos defiende también del mundo que no quiere conocer ni ver a Dios.
3. Nos defiende de las ideologías que intentan ocultar la propia realidad y dignidad
humana.
4. Nos defiende de nuestra división interior. Ocurre que muchas veces no sabemos en
qué lugar de nuestra vida colocamos a Dios.
El Defensor viene para orientarnos en nuestro caminar diario.
Jamás decir: que Dios nos abandona…
Cuando oímos a una persona que Dios se ha olvidado de mí, recordemos siempre
estas palabras. Él sabe de nuestras miserias y proyectos; el conoce el barro del que
estamos hechos.
Padre Marcelo
@padrerivas