Lunes 26 de Mayo de 2014. Lunes 6ª semana de Pascua
Santoral: Felipe Neri, Mariana Paredes
Hechos 16,11-15 El Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía
Pablo.
Salmo responsorial: 149 El Señor ama a su pueblo.
Juan 15,26-16,4ª El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga el Defensor, que os enviaré
desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y
también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he
hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará
incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán
porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue
la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.
Pensemos…
Que la llegada del Espíritu, que es inminente, la Iglesia quiere que estemos atentos y
bien despiertos para recibirlo con ánimo y mucha alegría.
Entonces…
Todos necesitamos de la fuerza del Espíritu Santo. Para cuidarnos y alejarnos de
nuestros temores; para cuidarnos de la invitación del mundo y para alejarnos de la tentación
de separarnos por divisiones e ideologías.
Ese Espíritu viene a dar testimonio de Jesús. “El dará testimonio de mí” Por eso es
de la verdad. Jesús es la verdad del Padre que nos ama y ofrece todo por nuestro rescate. El
mismo Espíritu que Jesús nos conquistó por su muerte y resurrección. Y nosotros, al recibir
este Espíritu en el bautismo, debemos ser la prolongación de Jesús, de ahí que tenemos
que ser testigos del amor de Dios en Jesús, Él cual nos ofreció ese espíritu para conocer la
verdad.
Claro que habrá muchas dificultades que traerán miedos y dudas, pero hay que ser
fieles a Dios. Persecuciones, arrestos, muertes. No hay que desvirtuar o cambiar el mensaje
para evitar el dolor. Nada de eso. Conocer a Dios es proseguir incluso en el dolor, pero con
la firme convicción de que somos acompañados y animados.
El Espíritu se hace necesario para que en su fuerza seamos consolados, educados y
de forma muy especial conduciendo nuestra voluntad para que sigamos por el camino del
bien y de la bondad.
Hay que enamorarse del Espíritu para conocerlo y así, hacerlo parte de nuestro
caminar. Pidamos con mucha fuerza y amor la presencia del Espíritu para actuar conforme a
Dios. ¡Ven, ven Espíritu de Dios, ven Espíritu Santo!
Padre Marcelo
@padrerivas