Comentario al evangelio del jueves, 29 de mayo de 2014
Queridos amigos:
Los Hechos de los Apóstoles son una mina de eclesialidad. Hoy encontramos a Pablo en Corinto ,
ciudad en la que va a permanecer año y medio. De lo que sucede en Corinto quiero acentuar sólo un
aspecto, quizá no el más importante, pero sí el más llamativo: Pablo se unió al matrimonio Aquila (¡ojo
con esa “a” final!; Aquila es el marido) y Priscila (esta es la mujer) con el que compartió el oficio de
fabricar tiendas en su casa. La imagen de este Pablo obrero, que se gana el sustento con su propio
trabajo, es también modélica para los evangelizadores de hoy. No sólo porque representa un modo de
vida semejante al de todos y evita sobrecargar a la comunidad, sino porque le permite a Pablo
experimentar por dentro cómo es la vida de una familia. Por eso, cuando más adelante, se consagre
enteramente a la predicación de la palabra , no podrá prescindir del aprendizaje realizado en su
particular Nazaret. Y podrá conectar mejor con las preocupaciones y necesidades de sus interlocutores.
C.R.