EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
miércoles 04 Junio 2014
Miércoles de la séptima semana de Pascua
Libro de los Hechos de los Apóstoles 20,28-38.
Pablo decía a los principales de la Iglesia de Efeso:
"Velen por ustedes, y por todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha
constituido guardianes para apacentar a la Iglesia de Dios, que él adquirió al precio
de su propia sangre.
Yo sé que después de mi partida se introducirán entre ustedes lobos rapaces que no
perdonarán al rebaño.
Y aun de entre ustedes mismos, surgirán hombres que tratarán de arrastrar a los
discípulos con doctrinas perniciosas.
Velen, entonces, y recuerden que durante tres años, de noche y de día, no he
cesado de aconsejar con lágrimas a cada uno de ustedes.
Ahora los encomiendo al Señor y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para
construir el edificio y darles la parte de la herencia que les corresponde, con todos
los que han sido santificados.
En cuanto a mí, no he deseado ni plata ni oro ni los bienes de nadie.
Ustedes saben que con mis propias manos he atendido a mis necesidades y a las de
mis compañeros.
De todas las maneras posibles, les he mostrado que así, trabajando duramente, se
debe ayudar a los débiles, y que es preciso recordar las palabras del Señor Jesús:
'La felicidad está más en dar que en recibir'".
Después de decirles esto, se arrodilló y oró junto a ellos.
Todos se pusieron a llorar, abrazaron a Pablo y lo besaron afectuosamente,
apenados sobre todo porque les había dicho que ya no volverían a verlo. Después lo
acompañaron hasta el barco.
Salmo 68(67),29-30.33-35a.35bc.36c.
Tu Dios ha desplegado tu poder:
¡sé fuerte, Dios, tú que has actuado por nosotros!
A causa de tu Templo, que está en Jerusalén,
los reyes te presentarán tributo.
¡Canten al Señor, reinos de la tierra,
entonen un himno al Señor,
al que cabalga por el cielo,
por el cielo antiquísimo!
El hace oír su voz poderosa,
¡reconozcan el poder del Señor!
Su majestad brilla sobre Israel
y su poder, sobre las nubes.
¡Bendito sea Dios!
Evangelio según San Juan 17,11b-19.
Jesús levantó los ojos al cielo, y oró diciendo:
"Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno,
como nosotros.
Mientras estaba con ellos, cuidaba en tu Nombre a los que me diste; yo los protegía
y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se
cumpliera la Escritura.
Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el de
ellos y su gozo sea perfecto.
Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo,
como tampoco yo soy del mundo.
No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno.
Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad.
Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo.
Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad."
Comentario del Evangelio por :
Beata Teresa de Calcuta (1910-1997), fundadora de las Hermanas
Misioneras de la Caridad
Jesús, la Palabra para ser hablada, cap. 12, 21-22
"Para que mi alegría este en ellos"
Jesús puede tomar totalmente posesión de nuestra alma si solamente se le entrega
con alegría. "Un santo triste es un triste santo", tenía la costumbre de decir san
Francisco de Sales. Santa Teresa de Ávila se inquietaba por sus hermanas sólo
cuando veía a una de ellas perder su alegría.
A los niños, a los pobres, a todos aquellos que sufren y están solos, dadles una
sonrisa alegre; no les ofrezcáis sólo vuestros cuidados sino también vuestro
corazón. Posiblemente que no nos encontremos en situación de dar mucho, pero
siempre podemos dar la alegría que brota de un corazón que ama a Dios. La alegría
es muy comunicativa. Estad pues llenos de alegría cuando estéis entre los pobres.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”