Miércoles 04 de Junio de 2014 Miércoles 7ª semana de Pascua
Santoral: Francisco Caracciolo, Clotilde, Frida
Hechos 20,28-38 Os dejo en manos de Dios, que tiene poder para construiros y
daros parte en la herencia
Salmo responsorial: 67 Reyes de la tierra, cantad a Dios.
Juan 17,11b-19 Que sean uno, como nosotros
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: Padre santo, guárdalos
en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba
con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se
perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura.
Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida.
Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del
mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu
palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por
ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad.
Pensemos…
Jesús se despide y trata de que nosotros nos cuidemos. Él bien sabe que la
situación es muy dura pues somos frágiles.
Entonces…
Habrá que reconocer de entrada que hemos desperdiciado mucho tiempo, es decir,
que hemos botado por la borda mucho. No somos pobres por falta de bienes, sino porque
los hemos perdido. Cuidar es la consigna. Por eso hay que saber agradecer, primero a Dios,
y luego a quienes nos sirven y ayudan.
El bien no se detiene continúa y prosigue. Este bien va más allá de conservar. Aquí
es que cada uno alcance su propia meta. Pero hay que cuidar todo. No a medias, no
simplemente lo que me interesa. Es cuidar la totalidad.
En esta recta final hacia Pentecostés, esperando al Espíritu Santo, lo recibiremos si
hacemos oración. Ayer los apóstoles hacían oración con perseverancia junto a la Virgen
María. Por eso Jesús pide que seamos cuidados para que seamos uno. Guárdalos en tu
nombre, el nombre que tú me diste, para que sean uno como nosotros. Habrá que recordar
que en esas comunidades hay persecución y mucha aflicción.
Jesús les propone alegría aunque se despida. Y a la vez, les informa que seguirán
las persecuciones y el sufrimiento. Vivir en el mundo sin ser del mundo. Y por eso los envía
para ello necesitan de la verdad. Les invita a su misma misión.
Padre Marcelo
@padrerivas