Lunes 09 de Junio de 2014 Lunes 10ª semana de tiempo ordinario
Santoral: Efrén
1 Reyes 17, 1-6 Elías sirve al Señor, Dios de Israel
Salmo responsorial: 120 Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el
cielo y la tierra.
Mateo 5, 1-12 Dichosos los pobres en el espíritu
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus
discípulos; y él se puso a hablar enseñándoles: Dichosos los pobres en el espíritu, porque
de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los que tienen hambre y
sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque
ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los hijos de Dios. Dichosos
los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos
vosotros cuando os insulten, y os persigan, y os calumnien de cualquier modo por mi
causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que
de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.
Pensemos…
La óptica, por decir algo, de Dios es diferente a la nuestra. Mientras nosotros
aplaudimos el confort y el triunfo, Dios coloca pro encima el sufrimiento; nosotros
buscamos la riqueza Dios afirma que son felices los pobres y los que sufren; incluso los
mansos y los perseguidos.
Entonces…
Hay un gozo, una felicidad que va más allá de esta vida. Pues no podemos olvidar
que somos pasajeros con destino a la eternidad. Dichosos y felices son contenidos muy
importantes para Dios.
Es por eso que el evangelio es la Buena Nueva de dicha. No es la pesada cruz que se
impone a quien se bautiza. No. Es la dicha de conocer a Dios para luego amarlo por siempre.
Estamos delante de un sagrado libro que en sus páginas hay un anuncio de alegría pura.
Una alegría que al tenerla conquista todos los espacios y sirve a todos.
Iniciamos hoy la semana 10 del Tiempo Ordinario para ir hasta la semana 21 y el gran
guía será San Mateo, luego San Lucas. Sin olvidar que el evangelio de Mateo fue escrito
para las comunidades de judíos convertidos de Galilea y Siria, Jesús es presentado como el
nuevo Moisés, el nuevo legislador. Esa Ley la presenta en cinco grandes Sermones
dispersos. A este lo llamamos el Sermón del Monte (Mt 5,1 a 7,29) Aquí solamente había
cuatro discípulos. Poca gente. Observemos a Jesús que sube al monte como lo hizo Moisés
en el Sinaí.
Las ocho Bienaventuranzas forman una solemne apertura del “Serm￳n de la
Monta￱a”. En ellas Jesús define quien puede ser considerado bienaventurado, quien puede
entrar en el Reino. Son ochos categorías de personas, ocho puertas para entrar en el Reino,
para la Comunidad. Quien quiere entrar en el Reino tendrá que identificarse por lo menos
con una de estas categorías.
Hoy observamos Bienaventurados los pobres de espíritu. Jesús reconoce la riqueza
y el valor de los pobres. Jesús habla a los pobres. Él vive como pobre. Seguirlo es escogery
al hacerlo decide la verdad de su camino. O Dios o el dinero.
¿Quién es pobre de espíritu? Es el pobre que tiene el mismo espíritu que animó a
Jesús. No es el rico. Ni es el pobre como mentalidad de rico. Es el pobre que, como Jesús,
piensa en los pobres y reconoce su valor. Es el pobre que dice: “Pienso que el mundo será
mejor cuando el menor que padece piensa en el menor”
Todo esto es un proyecto de vida que se da en base a la Alianza. Promesas que hace
Dios y las cumple. Escoge a pobres y excluidos. Denuncia el sistema opresor y lucha por la
justicia. Y es ahora, no para mañana. Bien lo dice: de ellos es el Reino. Hace hincapié en los
mansos y los que lloran, los que tienen hambre y sed de justicia y los misericordiosos. E
insiste en los puros de corazón y los pacíficos.
Las bienaventuranzas quieren reconstruir la relación con Dios: ver la presencia
actuante de Dios en todo y ser llamado hijo e hija de Dios. Dicen exactamente lo contrario de
lo que dice la sociedad en la que vivimos.
Padre Marcelo
@padrerivas