¡EL TODO! LA TRINIDAD
Padre Javier Leoz
Fiesta en honor a DIOS. El homenaje a la UNIDAD de tres personas que,
siendo diferentes, deja a la intemperie nuestra dispersión, la ruptura del
mundo y de las cosas, del ser humano y de las estructuras sociales...
1.- Con Jesús, en este día, remontamos hacia las alturas y –como el montañero
que ha sabido intuir y valorar la importancia de las herramientas de escalada-
contemplamos con el Resucitado los tres anillos fundidos en oro de la misma
naturaleza y con los mismos quilates : PADRE, HIJO Y ESPIRITU SANTO.
¿Cómo puede Jesús dirigirse a DIOS si Él es DIOS? Buena pregunta para una
sencilla respuesta: Jesús nos enseña a optar por El, pero como camino hacia el
Padre. No pretende que nos quedemos exclusivamente en El. Nos empuja nadar
aguas arriba, como aquel que quiere encontrar su nacimiento o el origen del
todo.
2.- ¡GLORIA Y ALABANZA A LA TRINIDAD! –
--¿Tres en Uno....y el Uno en Tres? No es juego de palabras y sí, por el
contrario, corazón indiviso, misterio profundo de nuestra fe y de nuestra vida
cristiana:
-Nos enseña que DIOS es familia y que, nosotros, formamos parte de ella
aunque no lleguemos a comprender ni entender todo el entresijo y la riqueza
que encierra.
-Dios es AMOR y, nosotros, participamos de esa fusión única y maravillosa que
existe entre las tres personas.
- Dios es COMUNIÓN y, nosotros, la contemplamos y la comemos, la vivimos y
la palpamos, la añoramos y la necesitamos ante la fragmentación existente en
nuestro entorno, en las galaxias de nuestros afectos, en nuestras luchas,
proyectos y fatigas.
-Dios es ÚNICO y, nosotros, le damos gloria y alabanza porque nuestra FE nos
dice que en Él está puesta nuestra esperanza, nuestro ser iglesia, nuestra vida
cristiana que ha de ser siempre trinitaria.
3. ¡GLORIA Y ALABANZA A LA TRINIDAD!
-En la Trinidad reina el amor ....y el amor siempre produce abundancia de
frutos. En nosotros, cuando acampa el egoísmo, nuestra vida sólo produce
esterilidad.
-En la Trinidad nace y se REVELA el amor que se hace servicio. En nuestro
entorno (medios de comunicación, en la pareja, en la sociedad...) se confunde
amor con placer. Y con el poder (no con el servicio) se compra muchas veces el
simple placer olvidando y descafeinando el amor.
- En la Trinidad, Jesús, nos presenta el rostro , el número, la identidad, la
grandeza, el apellido de su familia invitándonos a dar razón y testimonio de ella:
¡ID POR EL MUNDO!
Como cristianos, que participamos de esa comunión de las tres personas,
estamos llamados a dar a conocer la buena fama y la solera de esta gran familia
que es la Santísima Trinidad. Quien se acerca hasta ella, siempre tiene ganas de
volver de nuevo.
4.- AMOR QUE TE DESCUBRE
Amor que, siendo Padre, se despliega en el Hijo
y que, acariciando con las manos del Hijo,
se hace eco, susurro y soplo en el aliento del Espíritu.
¿Cómo lo haces, oh Dios?
¿Cómo consigues ser tres y uno a la vez?
¡Dinos dónde encontrar el secreto de tal misterio!
¡Dinos cómo comprender lo que, al entendimiento,
resulta tan lejano, inaccesible e imposible?
Amor, sí; amor que funde al Padre con el Hijo en el Espíritu
Amor, sí; amor que construye una única casa
donde habitan, comparten y disfrutan, por amor,
el Dios Único con el Padre, el Hijo y el Espíritu
Amor, sí; amor que, cuanto más ama,
con más amor nos aguarda
¿Cómo lo haces, oh Dios?
¿Cómo llegas a tal comunión íntima y perfecta!
¿Cómo, sin perder naturaleza alguna
te presentas de formas tan distintas
y, a la vez, tan armónicamente unidas?
Amor; sí; amor que busca el bien y la felicidad divina
Amor; sí; amor que disfruta entregándose
Amor; sí; amor que es secreto de la grandeza trinitaria
Amor; sí; amor que asombra y nos acerca a este Misterio
Amor; sí; amor que irradia el núcleo del corazón trinitario
Amor; sí; amor que exige ser también UNO con Dios
como, el Hijo y el Espíritu son también con el Padre.
Amén