Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 10, Vierne
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Ponte de pie en el monte ante el Señor * Tu rostro
buscaré, Señor. * El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero
Textos para este día:
1 Reyes 19, 9a. 11-16:
En aquellos días, cuando Elías llegó a Horeb, el monte de Dios, se metió en una
cueva donde pasó la noche. El Señor le dijo: "Sal y ponte de pie en el monte ante el
Señor. ¡El Señor va a pasar!"
Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hacía trizas las peñas
delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento.
Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto.
Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego.
Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el
manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva.
Entonces oyó una voz que le decía: "¿Qué haces, aquí, Elías?"
Respondió: "Me consume el celo por el Señor, Dios de los ejércitos, porque los
israelitas han abandonado tu alianza, han derruido tus altares y asesinado a tus
profetas; sólo quedo yo, y me buscan para matarme."
El Señor dijo: "Desanda tu camino hacia el desierto de Damasco y, cuando llegues,
unge rey de Siria a Jazael, rey de Israel a Jehú, hijo de Nimsí, y profeta sucesor
tuyo a Eliseo, hijo de Safat, de Prado Bailén."
Salmo 26:
Escúchame, Señor, que te llamo; / ten piedad, respóndeme. / Oigo en mi corazón:
"Buscad mi rostro." R.
Tu rostro buscaré, Señor, / no me escondas tu rostro. / No rechaces con ira a tu
siervo, / que tú eres mi auxilio; no me deseches. R.
Espero gozar de la dicha del Señor / en el país de la vida. / Espera en el Señor, sé
valiente, / ten ánimo, espera en el Señor. R.
Mateo 5, 27-32:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Habéis oído el mandamiento "no
cometerás adulterio". Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola,
ya ha sido adúltero con ella en su interior.
Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro
que ser echado entero en el infierno.
Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un
miembro que ir a parar entero al infierno.
Está mandado: "El que se divorcie de su mujer, excepto en caso de impureza, la
induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio."
Homilía
Temas de las lecturas : Ponte de pie en el monte ante el Señor * Tu rostro
buscaré, Señor. * El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero
1. Brisa suave
1.1 En la primera lectura de hoy siempre me ha llamado la atención cómo sabía
Elías en dónde estaba y en dónde no estaba Dios. Pasaron grandes cosas frente a
él, y sin embargo él se dio cuenta que ahí no había ningún mensaje especial para
él. Vino en cambio algo muy sutil, aquella suave brisa, y él entendió que el Señor
se disponía a hablarle, y así fue. Pues bien, ¿cómo lo supo? Eso se llama
discernimiento.
1.2 Notemos una cosa: si yo creo que Dios me va a hablar sólo con los grandes
eventos, estoy suponiendo que Dios me tiene por sordo. En realidad, el lenguaje del
Señor tendrá siempre el tamaño justo, y llegará siempre al momento apropiado.
Eso lo afirmamos porque creemos en algo maravilloso que se llama la
PROVIDENCIA de Dios.
1.3 Otro modo de leer esta historia de Elías es esta: no hay que buscarle significado
a todo. Ese huracán que él vio era un genuino huracán, potente y todo, pero aparte
de lo que ello pueda enseñar sobre vientos y temperaturas, por decir algo, no tenía
más significado para él, para su vida, para su ministerio. Cuando una persona
pretende que todo le muestre un camino luego no encuentra por dónde caminar.
1.4 Pero lo más hermoso (y más difícil) es que hay que saber esperar. Gritar o
protestar no atraerá la brisa suave, y sí nos hará sordos a su mensaje.
2. Santidad y seriedad
2.1 Alguna vez aprendí una frase que hoy todavía tengo por cierta: "dos cosas son
serias por encima de las demás: el amor y la muerte".
2.2 Y creo que es así porque nada bueno que se construya en el amor se construye
sin ese ingrediente de admiración y compromiso que significa la "seriedad". Y nada
consecuente ni oportuno puede decirse sobre la muerte sin asumir primero, quizá
por mano del dolor, la seriedad de su paso y su veredicto.
2.3 Esto es para referirnos al evangelio de hoy. Jesús nos muestra hoy que toma
"en serio" al corazón humano; toma "en serio" al amor. Lo que implicamos cuando
decimos "te amo" es de alguna manera sacro, y de esa sacralidad quiere ser
garante Dios, porque sabe mejor que todos cuánto se devasta en el alma herida
cada vez que es traicionada, pospuesta o engañada.
2.4 Por eso la "sacralidad" de la unión entre el hombre y la mujer. Jesús es
misericordioso, ciertamente, pero esa misericordia no se opone a la aparente
dureza que contienen las palabras de hoy: "quien mira con malos deseos a una
mujer, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón". Este veredicto que puede
parecernos drástico no es sino la firmeza, la seriedad con que todos hemos de
defender el amor.