Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 10, Sábado
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Eliseo se levantó y marchó tras Elías * Tú, Señor, eres el
lote de mi heredad. * Yo os digo que no juréis en absoluto
Textos para este día:
1 Reyes 19, 19-21:
En aquellos días, Elías se marchó del monte y encontró a Eliseo, hijo de Safat,
arando con doce yuntas en fila, él con la última. Elías pasó a su lado y le echó
encima el manto.
Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió: "Déjame decir
adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo."
Elías le dijo: "Ve y vuelve; ¿quién te lo impide?"
Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio; hizo fuego
con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente; luego se levantó,
marchó tras Elías y se puso a su servicio.
Salmo 15:
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; / yo digo al Señor: "Tú eres mi bien." /
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; / mi suerte está en tu mano. R.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, / hasta de noche me instruye internamente. /
Tengo siempre presente al Señor, / con él a mi derecha no vacilaré. R.
Por eso se me alegra el corazón, / se gozan mis entrañas, / y mi carne descansa
serena. / Porque no me entregarás a la muerte, / ni dejarás a tu fiel conocer la
corrupción. R.
Mateo 5, 33-37:
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Sabéis que se mandó a los antiguos:
"No jurarás en falso" y "Cumplirás tus votos al Señor". Pues yo os digo que no
juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es
estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del gran Rey. Ni jures por tu
cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta
decir sí o no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno".
Homilía
Temas de las lecturas: Eliseo se levantó y marchó tras Elías * Tú, Señor, eres el
lote de mi heredad. * Yo os digo que no juréis en absoluto
1. Quemar el yugo
1.1 Los profetas recibieron de Dios la capacidad de hablar no sólo con palabras sino
también con actitudes señales y gestos. Un ejemplo muy típico es la escena que
hemos visto en la primera lectura de hoy: Elías "echa el manto" sobre Eliseo, y este
entiende ese gesto en su profundidad de llamado.
1.2 Pero Eliseo va más allá. Si nos parece débil su actitud cuando pide plazo para
despedirse de sus papás, es indudable la fuerza de su resolución cuando quema el
yugo, que debía ser inmenso y muy costoso, para los parámetros de la época.
"Quemar el yugo" es dejar cerrada la posibilidad de volver a la vida anterior; es
cerrar con fuerza un capítulo de la propia vida.
1.3 Eliseo no quemó muchos yugos en su vida. Su historia quedó partida por la
mitad con este encuentro con Elías. De ello aprendemos que no cualquier día ni
cualquier voz son una invitación a "quemar el yugo." Es preciso un discernimiento,
tanto más profundo cuanto mayores son las implicaciones que se siguen. Pero
hecho el discernimiento, hay que llegar también al momento de la verdad, y si es el
caso, darse la oportunidad de empezar una etapa distinta y nueva.
2. "Sí" o "No"
2.1 El texto del evangelio nos ofrece un tema distinto. Es como una especie de
purificación del lenguaje: aprender a decir lo que decimos y no a asegurar que sí
estamos diciendo lo que decimos que estamos diciendo. Parece un trabalenguas
pero en el fondo tiene muchísimo sentido: si con palabras queremos asegurar que
nuestras palabras son de fiar, ¿quién asegura a las palabras que aseguran? Todo se
vuelve una cadena de justificaciones, una especie de "juego."
2.2 Es como lo que vemos que sucede cuando palabras como "sinceridad" o
"transparencia" entran en la arena de la política o sencillamente empiezan a
repetirse demasiado. Da la causalidad de que cuanto más repetimos que hay que
ser sinceros más solemos mentir; no es raro que quien exige transparencia y
demanda claridad tenga motivos turbios o poco claros.
2.3 La solución de Jesús es distinta: no afiances unas palabras sobre otras, sino
simplemente sobre la verdad. Algo tan elemental y tan sano que sin embargo
necesitamos redescubrir con frecuencia.