Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 11, Miércoles
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Los separó un carro de fuego, y Elías subió al cielo * Sed
fuertes y valientes de corazón, / los que esperáis en el Señor. * Tu Padre, que ve
en lo escondido, te recompensará
Textos para este día:
2 Reyes 2, 1. 6-14:
Cuando el Señor iba a arrebatar a Elías al cielo en el torbellino, Elías y Eliseo se
marcharon de Guilgal. Llegaron a Jericó, y Elías dijo a Eliseo: "Quédate aquí,
porque el Señor me envía solo hasta el Jordán." Eliseo respondió: "¡Vive Dios! Por
tu vida, no te dejaré."
Y los dos siguieron caminando. También marcharon cincuenta hombres de la
comunidad de profetas y se pararon frente a ellos, a cierta distancia. Los dos se
detuvieron junto al Jordán; Elías cogió su manto, lo enrolló, golpeó el agua, y el
agua se dividió por medio, y así pasaron ambos a pie enjuto.
Mientras pasaban el río, dijo Elías a Eliseo: "Pídeme lo que quieras antes de que me
aparten de tu lado." Eliseo pidió: "Déjame en herencia dos tercios de tu espíritu."
Elías comentó: "¡No pides nada! Si logras verme cuando me aparten de tu lado, lo
tendrás; si no me ves, no lo tendrás."
Mientras ellos seguían conversando por el camino, los separó un carro de fuego con
caballos de fuego, y Elías subió al cielo en el torbellino. Eliseo lo miraba y gritaba:
"¡Padre mío, padre mío, carro y auriga de Israel!" Y ya no lo vio más.
Entonces agarró su túnica y la rasgó en dos; luego recogió el manto que se le había
caído a Elías, se volvió y se detuvo a la orilla del Jordán; y agarrando el manto de
Elías, golpeó el agua diciendo: "¿Dónde está el Dios de Elías, dónde?" Golpeó el
agua, el agua se dividió por medio, y Eliseo cruzó.
Salmo 30:
Qué bondad tan grande, Señor, / reservas para tus fieles, / y concedes a los que a
ti se acogen / a la vista de todos. R.
En el asilo de tu presencia los escondes / de las conjuras humanas; / los ocultas de
tu tabernáculo, / frente a las lenguas pendencieras. R.
Amad al Señor, fieles suyos; / el Señor guarda a sus leales, / y a los soberbios les
paga con creces. R.
Mateo 6, 1-6. 16-18:
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidad de no practicar vuestra justicia
delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis
recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas
tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por
las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han
recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano
izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre,
que ve en lo secreto, te lo pagará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las
sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro
que ya han recibido su paga. Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la
puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo
escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los farsantes,
que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya
han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate
la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo
escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
Homilía
Temas de las lecturas: Los separó un carro de fuego, y Elías subió al cielo * Sed
fuertes y valientes de corazón, / los que esperáis en el Señor. * Tu Padre, que ve
en lo escondido, te recompensará
1. Un Final Cargado de Misterio
1.1 La primera lectura de hoy nos presenta el final de la vida de uno de los más
grandes profetas del Antiguo Testamento, Elías el Tesbita. Aparentemente hay un
solo testigo de este hecho, Eliseo, también grande entre los profetas.
1.2 Todo tipo de explicaciones esotéricas se han dado en torno a ese "carro de
fuego" que arrebató a Elías. Algunos hablan de un "ovni" y de la presencia de
extraterrestres en la Biblia. Esta fecundidad imaginativa no es del todo nueva. De
hecho, como el final de la vida de Elías queda tan incierto, algunos pensaron que el
profeta no había muerto, sino que era retenido en una especie de "vida suspendida"
y que habría de hacerse presente de nuevo en la tierra poco antes de la llegada del
Mesías, tomando muy a la letra lo dicho por el profeta Malaquías: "He aquí, yo os
envío al profeta Elías antes que venga el día del Señor, día grande y terrible." (Mal
4,5). Estas especulaciones han dado pie incluso a que algunos digan que la Biblia
apoya la idea de la reencarnación, porque Jesús explica en algún lugar que ese
"retorno" de Elías aludía al ministerio vigoroso de Juan el Bautista (Mt 11,14;
17,10-12).
1.3 Por otra parte, si volvemos al texto bíblico mismo, podemos notar que Elías fue
"arrebatado" más de una vez. Así por ejemplo, hay un hombre llamado Abdías que
se niega a llevar un recado de Elías argumentando que "no hay nación ni reino
adonde mi señor [el rey Ajab] no haya enviado a buscarte... Y ahora dices: 'Ve, di a
tu señor: Aquí está Elías.' Y sucederá que cuando te deje, el Espíritu del Señor te
llevará adonde yo no sepa; así que cuando yo vaya y se lo diga a Ajab y él no
pueda encontrarte, me matará." (1 Re 18,10-12). Hay otros pasajes que aluden
también a una especie de movilidad extraordinaria (véase 1 Re 18,45-46).
1.4 Algo parecido podemos decir del fuego, que es un elemento muy característico
de este profeta, quizá como señal exterior del increíble celo que Dios le concedió
por preservar y restaurar la fe verdadera en tiempos de tanta idolatría. Con fuego
del cielo Elías confirmó que su sacrificio de un novillo era ofrecido al Dios
verdadero, según el famoso pasaje (1 Re 18,21-38). Fuego envió Elías también
sobre unos que venían a buscarle o a prenderle de parte del rey (2 Re 1,9ss).
1.5 Según todo esto, entendemos que no hay que buscar extraterrestres ni teorías
reencarnacionistas para captar el sentido básico del pasaje del final de Elías, pues
los elementos no son nuevos: fuego del cielo, y ser arrebatado. Fuego que alude al
amor que selló la vida entera de este profeta; ser arrebatado, como símbolo de la
libertad del enviado de Dios, que está más allá de las fronteras y las pretensiones
de los reyes de la tierra. Y así, aunque desconocemos los detalles de ese final, ya
que ha sido quitado de nuestra vista, sabemos lo que significó su paso por esta
tierra.
2. Generosidad discreta
2.1 El evangelio de hoy sigue enseñándonos sobre la generosidad. No sólo hay que
dar, hay que saber dar. Cosa que me hace recordar una frase que se atribuye a San
Vicente de Paúl: "hacer el bien no es difícil; lo difícil es hacer bien el bien".
2.2 Con todo, el texto de hoy no se limita a la limosna. La idea, en los tres casos
que nos presenta este fragmento del sermón de la montaña, apunta a las tres
grande prácticas piadosas de la religión judía: la limosna, la oración y el ayuno, En
los tres casos Jesús manda evitar la recompensa emocional que viene del
reconocimiento de los otros.
2.3 No depender del reconocimiento ajeno es obrar con mayor libertad, sinceridad y
constancia. Mayor libertad, porque quien paga, manda, así el pago sea en sonrisas,
elogios o agradecimientos. Mayor sinceridad, porque las motivaciones falsas no
soportan obrar sin testigos. Mayor constancia, porque tiene adentro sus razones
siempre llega más lejos.