Jueves 26 de Junio de 2014 Jueves 12ª semana de tiempo ordinario
Santoral: Pelayo
Concédenos, Señor y Dios nuestro, vivir siempre en el amor y respeto a tu santo
nombre, ya que en tu providencia nunca abandonas a quienes estableces en el sólido
fundamento de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
2 Reyes 24, 8-17 Nabucodonosor deportó a Jeconías y a todos los ricos de
Babilonia
Salmo responsorial: 78 Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre.
Mateo 7, 21-29 La casa edificada sobre la roca y la casa edificada sobre arena.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No todo el que me dice: Señor, Señor entrará
en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Aquel día muchos dirán: Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre
echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros? Yo entonces les
declararé: Nunca os he conocido. Alejaos de mí, malvados. El que escucha estas palabras
mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre
roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa;
pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha estas palabras
mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre
arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y
se hundió totalmente.
Pensemos…
Somos muchos los que nos cansamos de hablar y hablar y hasta de predicar, pero
muy poco vivimos y mucho menos practicamos.
Entonces…
Hablar es fácil y hasta resulta gracioso, pero se necesita no tanto hablar, sino hacer
la voluntad de Dios. Usan el nombre de Jesús, pero no traducen en la vida su relación con el
Señor (Mt 7,21) Otros trabajan y trabajan por Jesús y al final llega su final y ni siquiera lo
conocieron. De ahí que tengamos que construir sobre la roca firme y sólida.
Es muy fácil y hasta normal que separemos vida y fe. Entre hablar y hacer, entre
enseñar y practicar. Caemos en el error de hablar bellamente de Dios y hasta explicamos
pasajes bíblicos y a la hora del “te” dejamos a un lado esa voluntad que quiere Dios.
Recordemos lo que le dijo Jesús a aquella mujer que le lanzó un piropo a su mamá. “Felices
los que oyen la Palabra de Dios y la ponen en práctica” (Lc 11,28)
Todo debe estar al servicio del Reino, es decir, de la comunidad. Nada de estar
usando los talentos para que seamos reconocidos, aplaudidos o buscar premios. Nada de
eso. Jesús llama a eso iniquidad. Que sería lo opuesto a la justicia.
Jesús aplica la parábola de la casa sobre roca pues había muchos que colocaban la
seguridad en lo material y en la observancia. Equivocados pues la seguridad viene de Dios.
Viene del amor de Dios que nos amó primero (1Jn 4,19) Ese amor en Jesús supera todo. Y Él
será la roca verdadera que nos sustenta en la hora de las dificultades y de las tormentas.
Sin olvidar que estamos al final del Sermón de la Montaña Jesús enseña con
autoridad. Lo hacía con palabras sencillas que brotaban de su experiencia de Dios, de su
vida entregada al Proyecto del Padre. La gente estaba admirada y aprobaba las enseñanzas
de Jesús.
Padre Marcelo
@padrerivas