1
DECIMO QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
(Ciclo A)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Is.55,10-11: La lluvia hace germinar la tierra.
b.- Rom. 8,18-23: La creación espera la manifestación de los hijos de
Dios.
c.- Mt.13,1-23: Salió el sembrador a sembrar.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros:
Ven Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra,
de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perd￳n Se￱or….
3.- Oración colecta: Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que
andan extraviados para que puedan volver al buen camino, concede a todos
los cristianos rechazar lo que es indigno de este nombre y cumplir cuanto en él
se significa. Por nuestro Señor Jesucristo.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto?
- “Salió un sembrador a sembrar…” (Mt.13,1,ss).
En este evangelio encontramos tres momentos: la parábola del sembrador
(vv.3-9), porqué Jesús habla en parábolas (vv.10-17) y explicación de la
parábola del sembrador (vv.18-23). El evangelio nos presenta a Jesús que sale
de casa y se sienta a orillas del lago de Genesaret, la multitud lo rodea para
escucharle. La casa se entiende como el espacio íntimo, familiar, de la
formación especial para los discípulos, distinta de la que dirige a todos. Jesús,
debido a la gran multitud que se acerca, sube la barca y se sienta, actitud del
Maestro que va a enseñar a las gentes, desde la otra orilla (vv.1-2). Los
hombres acuden donde pueden escuchar la palabra de Dios, donde el Espíritu,
da testimonio eficaz en Jesús de Nazaret. Una experiencia común en Palestina
como es la siembra; el sembrador esparce la semilla, consciente que sólo la
que cayó en tierra buena, dio una buena cosecha el 30, 60 y el 100 por uno
(vv. 4-9; cfr. Mc. 4, 11).
2
- “Y acercándose los discípulos le dijeron: ¿Por qué les hablas en
parábolas?” (Mt.13,10ss).
En un segundo estadio los discípulos preguntan a Jesús la razón de su hablar
en parábolas (vv. 10-17), y lo hacen en público porque interesa a todos los
que oyen a Jesús. Las parábolas son una forma de enseñar al hombre, especie
de lenguaje secreto, no como una abierta instrucción sobre el reino de Dios.
Quizás la inquietud nace al comprobar que la predicación de Jesús no daba los
frutos que se esperaba. El rechazo y la incredulidad es posible sea el origen de
hablar en parábolas. Jesús responde con unas palabras consoladoras: “a
vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos pero
a ellos no” (v.11). Es un misterio s￳lo quien escucha solícito puede reconocer
lo que es el reino de Dios; realidad que no se impone al hombre, tampoco lo
supera, es un misterio. Si bien Jesús no excluye a nadie, pero será dónde se
cultive su palabra, unos la acogerán y darán fruto, en otros apenas echará
raíces, se perderá enseguida o con el paso del tiempo. ¿Por qué unos sí y otros
no? Es un misterio de vocación y elección que sólo el oyente bien dispuesto
puede dar fruto. Pura gracia, donde al hombre no le conviene preguntar a Dios
nada (cfr. Ex. 33,19; Rom.9,19s). A los bien dispuestos se le dará la perfección
de la nueva alianza, Dios prodiga sus bienes libérrimamente hasta conseguir la
vida eterna. A los no dispuestos, ni con el oído y la vista se les quitará hasta lo
que creen poseer hasta que en día del juicio lo pierdan todo. Es el infierno del
sinsentido; la decisión respecto a Jesús es radical. Habla en parábolas porque
“viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden” (v. 13; cfr. Is. 6,9-10). Jesús
contesta ahora directamente la pregunta de los discípulos. Isaías había recibido
el mandato de Yahvé de endurecer el corazón de Israel, porque no obedeció la
alianza con el Señor. Dicha aniquilación comienza con no querer ni ver ni oír,
es decir, con el endurecimiento del corazón. Dios encargó al profeta anunciar el
juicio sobre Israel, que comenzaba con sus palabras. Como con el profeta,
también con Jesús aparece el misterio de obstinación. De ahí que el lenguaje
sea en parábolas; no se quieren salvar, por lo mismo, son culpables (v. 15, cfr.
Mc.4,11s). Jesús declara dichosos a los discípulos porque ven y oyen. Muchos
quisieron ver y oír lo que ellos ven y escuchan (cfr. Mt. 23,29; Rom.16,25;
Ef.3,4-5; Col.1,26). ¿A quién ven y escuchan? A Jesús de Nazaret, sus
palabras y obras; la llegada del Reino de Dios (cfr. Mt.13,11). S pasa del
adviento que fue para los profetas y la venida, es decir, esta manifestación que
ellos no conocieron pero sí los discípulos, por eso ahora son dichosos. De ahí
que ven y conocen, oyen y entienden porque en y con Jesús experimentan el
misterio de Dios (cfr. Col.1, 24s).
- “Sucede a todo el que oye la Palabra del Reino y no la comprende…”
(Mt.13,18ss).
3
Finalmente, encontramos la explicación de la parábola (vv.18-23). La buena
tierra es obra de Dios y del hombre, de su salvación aceptada y comprendida,
puesta por obra con la fuerza del Espíritu de Jesús; lo que le corresponde al
hombre, es responsabilizarse de su fe y comprometerse, dejarse guiar por el
amor de Dios, su poder salvador, y la realidad que la necesita para que tenga
sentido vivirla.
b.- ¿Qué me dice? - ¿Qué le digo? - ¿A qué me comprometo?
- Me dice que hay que estar atentos por si cae la semilla de la Palabra de Dios
en mi vida, para recibirla con un corazón dispuesto.
- Me dice que muchos entienden la Palabra, pero no dejan que fructifique,
porque cierran el corazón a Dios.
- Dichosos nosotros porque vemos y escuchamos las maravillas que hace la
palabra de Dios en nosotros y en los demás.
- Quien acoge la palabra de Dios la entiende, la pone en práctica y da los
frutos que el Padre espera.
- Otros testimonios…
5.- Momento de Agradecimiento y Contemplación:
a.- Salmo: Sal 64, 10. 11. 12-13. 14: La semilla cayó en tierra buena y
dio fruto.
- Tú cuidas de la tierra, la riegas y la enriqueces sin medida; la acequia de Dios
va llena de agua, preparas los trigales.
- Riegas los surcos, igualas los terrones, tu llovizna los deja mullidos, bendices
sus brotes.
- Coronas el año con tus bienes, tus carriles rezuman abundancia; rezuman los
pastos del páramo, y las colinas se orlan de alegría.
- Las praderas se cubren de rebaños, y los valles se visten de mieses, que
aclaman y cantan.
b.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje
evangélico: Santa Teresa de Jesús, nos exhorta a obrar como consecuencia
de nuestra fe: “Todas hemos de procurar ser predicadoras de obras” (Camino
15,6). O bien: “Los del mundo harto harán si tienen determinaci￳n de
cumplirlo. Vosotras hijas diciendo y haciendo, palabras y obras” (Camino
32,8).
4
6.- Adoración y Alabanza: Te alabamos Señor.
- Te adoramos y bendecimos Padre porque eres grande y poderoso y haces
crecer tú palabra en nosotros. Te alabamos Señor.
- Te alabamos y bendecimos Padre desde los grupos de lectio divina, que
escrutan tu Palabra, para tener vida. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre desde los enfermos y necesitados de cariño, justicia y
paz, te alabamos Señor.
- Te adoramos y alabamos desde los alejados y que han abandonado la fe
desde ellos y con ellos te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Te lo pedimos Señor.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz).
Página de la Parroquia Virgen del Carmen de Viña del Mar:
www.carmelitasvina.cl.