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DECIMO SEPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
(Año Par. Ciclo A)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- 1Re.3, 5.7-12: Pediste discernimiento.
b.- Rom.8, 28-30: Nos predestinó a ser imagen de su Hijo.
c.- Mt.13, 44-52: Vende todo lo que tiene y compra el campo.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros:
Ven Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su
Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana.
Perd￳n Se￱or….
3.-Oración colecta : Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada
es fuerte ni santo; multiplica sobre nosotros los signos de tu misericordia, para
que, bajo tu guía providente, de tal modo nos sirvamos de los bienes
pasajeros, que podamos adherirnos a los eternos. Por nuestro Señor
Jesucristo. Por Jesucristo.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto?
“El reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido…” (Mt.13,44).
El evangelio nos presenta la segunda parte del discurso parabólico de Mateo:
las parábolas del tesoro en el campo (v.44), la perla (vv.45-46), y la red
(vv.47-50), y el escriba cristiano, con clara alusión al Reino de los cielos. La
palabra tesoro suscita todo tipo de expectativas desde la esperanza de cambiar
de vida hasta la despreocupación el futuro, libre de preocupaciones. Jesús
habla de un tesoro, alguien lo encuentra, reconoce su valor va y vende todo lo
que tiene, y adquiere aquel campo. A esto se agrega la alegría por haber
encontrado el tesoro. Todo cuanto se tenía, dejó de tener valor. El hombre se
hace dueño del campo por la vía legal, porque encontró el tesoro, así será
dueño del suelo y subsuelo, como mandaba la ley judía. Este tesoro es el reino
de Dios, y por tanto, es el mismo Dios. El que encontró el mensaje de Jesús,
renuncia a todo lo demás, encontró la verdad y la vida. Teniendo a Dios lo
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tiene todo, sólo Dios basta, esta lección sólo se aprende en la vida real. La
segunda parábola es la de la perla fina (vv. 45-46).
“También es semejante el reino de los Cielos a un mercader que anda
buscando perlas finas…” (Mt. 13, 45).
La palabra perla fina, suscita la idea de un altísimo valor y belleza de forma y
de luz. El reino de Dios no sólo posee un alto valor sino también el bien más
bello y perfecto que se pueda alcanzar. El que encontró la perla fina, se
dedicaba a buscar este tipo de perlas, a diferencia del hombre, que encontró el
tesoro por casualidad, como muchos que encontraron a Jesús, sin haber tenido
el afán de encontrarlo. En esta parábola se puede pensar en quien busca la
verdad como Nicodemo o la Samaritana (cfr. Jn.3, 1; 4,1). Este hombre es un
gran comerciante de joyas, que al encontrar esta fina perla, vende todo lo que
tiene por adquirirla, sabiendo que bien vale la inversión. Mientras Jesús no
rebaja las exigencias, encontrada la salvación el hombre lo entrega todo hasta
la propia vida con la alegría fontal del hallazgo. La búsqueda hecha con
dedicación alcanza lo que se buscaba. Estas dos parábolas hablaban del tiempo
presente .
“También es semejante el reino de los Cielos a una red…” (Mt. 13, 47).
La parábola de la red, habla del tiempo futuro. Actividad muy común en el mar
de Galilea: la red llena de peces, la sacan a la playa, para hacer la selección de
los peces buenos y malos. Antes se usó la metáfora de la siega, que separaba
el trigo de la cizaña, aquí son peces juntos que los pecadores separan. En la
realidad escatológica, la separación es sólo incumbencia de Dios, el hombre no
puede realizarla aunque quiera. La parábola pone a Dios como el Señor del
juicio, juicio que ha traspasado al Hijo, para gloria del Padre (cfr. Mt.16, 27;
25,31). El final de la parábola quiere resaltar el temor a la reprobación, más
que la idea de la separación. El día del juicio se verá la real calidad del
cristiano si buscó verdaderamente su reino o de una piedad que se buscaba
sólo a sí mismo.
“Así todo escriba que se ha hechos discípulo del reino de los Cielos…”
(Mt.13,52).
La pregunta del Señor nos habla no sólo de oír, sino entender, ya que la acción
dependerá de haber comprendido lo proclamado y aceptado en lo interior. El sí
de los apóstoles es fundamental para su tarea en la Iglesia. El que quiere
enseñar debe andar muy bien instruido, conocida la verdad del reino, es la
parte didáctica de esta enseñanza. Nace una nueva categoría de escribas del
reino de Dios con una nueva palabra, la de Jesús, que desde ahora interpretará
toda la Escritura. El verdadero maestro en la comunidad eclesial, como un
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padre saca para sus hijos de lo antiguo y de lo nuevo, de su tesoro, lo que
necesitan (v.52). Jesús no suprimió el AT, sino que lo ha perfeccionado con lo
nuevo. Lo antiguo es el reino de Dios que empezó con Israel, ahora, lo nuevo
es el mensaje de Jesús; la Iglesia actualiza el pasado en el presente por medio
de la tradición perenne de la comprensión más profunda y perfecta del
evangelio de Jesús.
b.- ¿Qué me dice? - ¿Qué le digo? - ¿A qué me comprometo?
- Me dice que el reino de los Cielos se entiende en clave de crecimiento de la fe
y del propósito de justicia y santidad.
- Me dice que ante la noticia del reino de los Cielos, hay que dejarlo todo por
conseguir ese bien inestimable.
- El tesoro, la perla, y la red vienen a significar el deseo de Dios de querer ser
buscado, encontrado por el hombre y considerar todo lo demás en segundo
plano.
- Ser escriba del reino de los Cielos significará, primero hacer suya la doctrina
de Jesús para comunicarla y darles a sus hermanos lo que necesitan en el
momento oportuno.
- Otros testimonios…
5.- Momento de Agradecimiento y Contemplación:
a.- Salmo 118: ¡Cuánto amo tu voluntad, Señor!
- Mi porción es el Señor;/ he resuelto guardar tus palabras./ Más estimo yo los
preceptos de tu boca/ que miles de monedas de oro y plata.
- Que tu bondad me consuele,/ según la promesa hecha a tu siervo;/ cuando
me alcance tu compasión, viviré,/ y mis delicias serán tu voluntad.
- Yo amo tus mandatos/ más que el oro purísimo; / por eso aprecio tus
decretos/ y detesto el camino de la mentira.
- Tus preceptos son admirables,/ por eso los guarda mi alma;/ la explicación
de tus palabras ilumina,/ da inteligencia a los ignorantes.
b.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje
evangélico: Aprendamos de Teresa de Jesús a pedir en el Padre Nuestro: el
Pan nuestro de la Palabra y de la Eucaristía. “Pues visto el buen Jesús la
necesidad, buscó un medio admirable adonde nos mostró el extremo de amor
que nos tiene, y en su nombre y en el de sus hermanos, pidió esta petición:
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«El pan nuestro de cada día, dánosle hoy, Señor». Entendamos, hermanas, por
amor de Dios, esto que pide nuestro buen Maestro, que nos va la vida en no
pasar de corrida por ello, y tened en muy poco lo que habéis dado, pues tanto
habéis de recibir.” (Camino 33,1).
6.- Adoración y Alabanza: Te alabamos Señor.
Otras alabanzas…
7.- Preces: Te lo pedimos Señor.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz).
Página de la Parroquia Virgen del Carmen de Viña del Mar:
www.carmelitasvina.cl.