XVIII domingo del tiempo ordinario. Ciclo A
La compasión en las relaciones humanas
La Palabra: “Viendo a la muchedumbre hambrienta, Jesús tuvo compasión y dijo a
sus discípulos: dadles vosotros de comer” (evangelio).
1. Entre algunos filósofos, la compasión o misericordia no ha tenido buena prensa.
Se la considera virtud de los débiles que no se atreven a enfrentarse con la vida, o
acciones que se hacen para tranquilizar la propia conciencia “por la misma razón
que pagan al callista para andar con comodidad”. Sin embargo, la compasión o
misericordia es un sentimiento nacido en nuestro corazón ante la miseria ajena,
que nos fuerza a socorrer al que sufre esa miseria.
2. Según el evangelio, una y otra vez Jesús de Nazaret actúa “movido a
compasión”, al ver a una mujer viuda llorando en el entierro de su hijo, al
encontrarse con un leproso rechazado por todos, al contemplar a una multitud
hambrienta. En esos sentimientos y en la práctica consecuente se revela el corazón
de Dios y la entraña de la humanidad que lleva impresa la imagen del Creador.
3. Hoy se ha impuesto en el mundo un sistema económico donde se compra y se
vende. La compasión ha desaparecido, y la lógica del dar y de la gratuidad no tiene
sentido. Las personas y los pueblos solo son valorados por lo que económicamente
rentan y por el poder adquisitivo que tienen. Y esta lógica que se ha ido
imponiendo, sin distinción de régimen político, acaba destruyéndonos y
deshumanizándonos. Urge introducir en nuestro corazón y en el sistema
sociopolítico los sentimientos de compasión y las prácticas consecuentes. Unas
relaciones humanas y una organización política sin compasión acaba matando lo
más genuino de la humanidad.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net