Solemnidad. La Asunción de la Virgen María (15 de agosto)
SE VA… PERO DEJA UN CAMINO
Padre Javier Leoz
Amigos; estamos celebrando una de las grandes fiestas de nuestra vida
cristiana: LA ASUNCIÓN DE MARIA… LA ASCENCIÓN DE LA VIRGEN. ¡Media
España y medio mundo, eleva sus ojos al cielo! ¡Allá, en lo más alto, se abre una
ventana para que, a través de ella, pase la Madre del mismo Dios! ¡María!
1. ¡Qué bien nos viene, la imagen de los juegos olímpicos para centrar esta
fiesta! ¿Qué es lo que buscan o pretenden los atletas o los deportistas, los países
que participan? Competir para ganar. Subir al pódium y con cuantas medallas
más y mejor.
Pues mirad esta festividad de la Asunción, me atrevería a decir, es la gran
medalla que DIOS da a la Virgen por haber estado ahí, por haber corrido hasta
el final, por haber permanecido fiel, por no haber humillado –y esta es la
diferencia con los juegos olímpicos- al adversario sino al revés: HABERSE
HUMILLADO PARA QUE DIOS HICIERA QUE ELLO QUE TENIA PENSADO
Hoy es el día en que DIOS eleva a la Virgen en el pódium del cielo; le abre sus
puertas, la sienta a su lado por haber jugado en limpio con sencillez y
obediencia, con pobreza y humildad, con pureza y con disponibilidad…
2. No me extraña que miles de pueblos, parroquias, catedrales, ermitas,
hombres y mujeres, continentes, la tengan como punto de referencia en sus
vidas. La suerte que tuvo Ella la queremos tener nosotros.
--Si Ella en este día subió a los cielos; nosotros también estamos llamados a
juntarnos con la Madre en ese mismo lugar
--Si Ella permaneció hasta el final FIEL a sus principio; que nosotros no los
perdamos. La fiesta de la Asunción es precisamente eso: NO PERDER EL
NORTE…NO DEJAR QUE NADIE VULGARICE NUESTRA VIDA.
3.- Hoy se habla mucho de la desmotivación que existe en la juventud. De cómo
se queman etapas antes de tiempo; ¿pasará dentro de unos años cuando hay
tanta ausencia de ideales? Yo tengo una respuesta: TENEMOS QUE LLENAR DE
NUEVO DE FONDO A LAS PERSONAS. TENEMOS QUE REARMARLAS DE NUEVO.
REHACERLAS DE NUEVO….ante este mundo que lo único que pretende a veces
es que miremos exclusivamente a la tierra y nos olvidemos de esos otros valores
que emergen del cielo, de esa fuente de felicidad y de fortaleza que nos viene de
la FE EN DIOS.
4.- Por ello, en este 15 de agosto, miles, millones de personas, salimos a la calle
y acudimos a la Liturgia esplendorosa y triunfal de la Asunción. Con esa
intencionalidad, sobre los hombros de muchos cristianos, paseamos y la subimos
–para que la Virgen toque un poco con su mano el cielo- sobre nuestros
hombros.
Por ello, en este día de gloria, de premio y de gratificación por parte de Dios a la
Virgen María, soñamos también con el nuestro: Ella participó en el plan de Dios
y, nosotros, si lo hacemos de la misma manera…entraremos por el mismo
pórtico por el que María es recibida en medio de cánticos, trompetas y sonrisas
celestiales.
5.- Hoy DIOS se la lleva a su lado…porque su cuerpo no puede corromperse en
la tierra. Pero todos, tú y yo, nosotros…la tenemos en el corazón pese a quien
pese y caiga quien caiga. Pues mirar al cielo y tener fe….conlleva un triunfo; no
son las medallas de oro y de plata de los juegos olímpicos, es la alegría de ver
un día cara a cara a los nuestros y ver frente a frente el rostro de Cristo de Dios,
del Espíritu y de María Virgen. Amén.
6.- PREPARA, MARIA
Un camino por el que pueda llegar al cielo
Un lugar donde, yo, pueda descansar en el cielo
Un rincón, desde el que yo pueda contemplar a Dios
Un oasis, donde pueda vivir en paz
Un asiento, donde pueda escuchar la voz del Señor
PREPARA, MARIA
Una goma, para que Dios borre mis pecados
Un traje de fiesta, para que me pueda presentar ante Dios
Un corazón grande, para que Dios pueda habitar en él
Un calzado nuevo, para que no ensucie las calles del cielo
PREPARA, MARIA
Con tu asunción, la hora en la que yo sea llamado
Con tu asunción, el momento en el que yo sea partícipe de la gloria de Dios
Con tu asunción, una escalera por la que acceda al Paraíso
Con tu asunción, un anuncio de lo que estamos llamados a vivir
PREPARA, MARIA
Con tus manos, mi alma dispuesta para Dios
Con tus ojos, miradas limpias para ver a Dios
Con tus pies, caminos por los que encuentre al Señor
Con tu humildad, actitudes de acogida y de perdón
PREPARA, MARIA
Con tu Asunción, el día en el que, pueda presentarme ante Dios
Sin más tesoro que la fe
Sin más inversiones que la caridad