Tercera semana de Adviento
JUEVES
18 de diciembre
Los orígenes de Jesús (II): un nuevo comienzo por la obra del Espíritu
Santo
Mateo 1, 18-24
“Lo engendrado en ella es del Espíritu Santo.
Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados”
Nuestra lectura de ayer dejó pendiente la pregunta: ¿De dónde viene Jesús? El
pasaje de Mateo 1,18-25 responde así: Jesús no le debe su existencia a una
generación humana sino a la obra creadora de Dios. Profundicemos este
mensaje.
La idea central del pasaje está subrayada en los versículos 18 y 20: “ Lo
engendrado en ella es obra del Espíritu Santo ”. Esto quiere decir que el
Espíritu Santo está en el origen de la vida de Jesús. Tanto es así, que al final del
pasaje se recalca que José no tuvo nada que ver con el nacimiento del niño, que
Jesús no es el resultado de una relación conyugal entre José y María: “ Y no la
conocía hasta que ella dio a luz un hijo ” (v.25).
Jesús no es hijo de José sino creatura del Espíritu Santo. Por lo tanto, Jesús no
es el fruto natural de esta historia humana, no depende únicamente de la serie
de generaciones y de los nacimientos humanos que vimos ayer. Jesús es el
cumplimiento y al mismo tiempo un comienzo completamente nuevo realizado
por el poder creador de Dios. Éste es el “origen” de Jesús, como dice el primer
versículo del relato de hoy: “ la generación de Jesucristo fue de esta
manera ” (1,18).
Observémoslo más de cerca en los puntos principales del relato:
1. Una situación difícil en la relación de pareja de José y María (vv.18-
19)
Notemos dos frases importantes:
María estaba desposada con José ” (v.18b). Según el derecho hebreo los
futuros esposos, son considerados como Marido y Mujer pero no conviven sino
hasta un año y después de haberse comprometido, este período de tiempo se
llama “el desposorio”. Solo después la mujer es llevada a la casa del esposo para
iniciar la vida conyugal.
Se encontró en cinta por obra del Espíritu Santo ” (v.18c). Precisamente en
ese período José descubre que María está embarazada y toma la decisión de
repudiarla en secreto. Es tanto el amor de José por María que no la quiere
exponer a la pena de muerte por un supuesto adulterio. Él decide dejar vivir a
María y realizarse con su nueva familia.
2. Dios cambia los planes de José y lo pone al servicio de su plan de
salvación (vv.20-23)
El Señor interviene y e involucra a José en su plan. Le da como tarea el tomar
consigo a María y darle el nombre al niño. Es así como José se responsabiliza de
la vida de María y de la del niño, reconociéndolos ante la Ley como sus legítimos
mujer e hijo.
Y puesto que José asume la paternidad legal de Jesús, el niño se convierte en su
heredero y así entra en la genealogía davídica, llevando la historia de la
salvación a su culmen y cumplimiento.
3. En el fondo de todo está la obra de Dios
Con relación a Jesús la tarea de José es ésta: “ Tú le pondrás por nombre
Jesús ” (1,21). El mismo Dios que le da existencia a Jesús, también le da un
nombre y en este nombre está implicada su misión.
El nombre: Jesús ” (en hebreo Jeshua o Jehoshua , que traduce “ Dios es
salvación ”). En la Biblia, dar un nombre significa dar una nueva vida que se
realiza en una misión. En el pasaje que estamos leyendo es Dios quien decide
cuál será el nombre del niño, así queda claro que la existencia y la misión de
Jesús provienen de Dios Padre.
La misión : “ Él salvará a su pueblo de sus pecados ”. La frase nos recuerda el
Salmo 130,8 donde dice: “ Y Él redimirá a Israel de todas sus culpas ”. Jesús
es mucho más que un hijo de David en el sentido político o militar, Él es el
salvador del hombre, quien recupera a las personas perdidas en su lejanía de
Dios para traerlas de nuevo a la comunión plena con Él.
Con términos muy precisos, el evangelio de hoy, nos enseña que Jesús es el
verdadero Mesías que toma sobre sus hombros a su pueblo y lo conduce a la
plenitud de vida. Es para eso viene Jesús vino al mundo. La misión de Jesús
desciende hasta las raíces de la vida humana dándole un vuelco profundo a
nuestra manera de vivir.
Con este acontecimiento, se realiza lo que Dios anunció por boca de los profetas.
En Jesús está Dios salvando al hombre. Y este “estar” de Dios se resume en el
nombre “ Enmanuel ”, que significa “ Dios está con nosotros ”, el cual expresa
que en Jesús se revela el rostro misericordioso de Dios, que nos ayuda y nos
salva, y también su proyecto amoroso para nosotros los hombres.
Dios no nos abandona. En la base de la obra de Dios en el mundo está Jesús, a
quién Él le dio la existencia, el nombre y la misión. Jesús es el regalo, el don
auténtico de Dios a su pueblo, para que no sufra más con tanta maldad, para
que viva plenamente en la comunión con Él y con los hermanos, porque Él es el
Dios que está con nosotros ”.
Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón:
1. Jesús le debe su existencia no a una generación humana, sino a la obra
creadora de Dios, ¿Qué significa esto?
2. ¿Qué dones de Dios para la humanidad están contenidos en el nombre
“Jesús”? ¿Cuál es el don más importante que Dios me ofrece en esta Navidad?
3. ¿Qué función tiene el Espíritu Santo en el originarse terreno de Jesús? ¿Qué
lugar ocupa en mi vida cristiana?
4. ¿Cuál es el sentido del nombre de Jesús? ¿Qué tiene que ver conmigo?
“El punto más alto al que llega la fe es el permanecer en silencio y dejar que
Dios hable y obre internamente”
(Maestro Eckhart)
“La palabra es un ala del silencio”
(Pablo Neruda)
Padre Fidel Oñoro CJM