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Domingo 5B TO
“Todo el mundo te busca” (Mc 1, 29-39)
(Diálogo sobre el Evangelio de hoy: La suegra de Pedro)
José Martínez de Toda, S.J. ( martodaj@gmail.com )
¿Dónde ocurrió la curación de la suegra de Pedro?
Eso ocurrió en Cafarnaún, junto al mar de Galilea. Jesús había vivido de niño y de
joven en Nazaret, pero ahora hace de Cafarnaún su hogar.
Era sábado. Jesús había estado por los pueblos enseñando y curando enfermos. Esa
mañana llegó a Cafarnaún e inmediatamente se fue a la Sinagoga. Allí la gente comentaba
que enseñaba con autoridad, y vio cómo expulsó un espíritu malo.
A mediodía va a la casa de Simón Pedro, donde él vivía. Pero se encontró con que la
suegra de Pedro estaba enferma. Jesús se acerca, la toma de la mano y "la fiebre la dejó". Y
ella se puso a servirles (Marcos 1, 31).
Es curioso que recién curada se puso a servirles. ¿Qué hay detrás de este
dato?
Había un grupo de mujeres que "seguían y servían [a Jesús] cuando estaba en Galilea"
(Marcos 15, 41). Ellas eran, por tanto, discípulas y "diaconisas " en la primera comunidad de
seguidores de Jesús. Quizá la suegra de Pedro era una de esas discípulas y servidoras de
Jesús, que después fueron con Él hasta la cruz: un grupo fiel, servicial y comprometido.
Esta actitud de servicio, adoptada en primer lugar por las mujeres, contrasta con la
actitud cómoda y egoísta de los hombres, que se pelean por los primeros puestos y ansían el
poder en el grupo (cf. Marcos 9,33-34; 10, 35-37). En el Evangelio las mujeres sirven más
que los hombres. A ellos Jesús tiene que enseñarles que quien quiera ser el más grande y el
primero, tiene que ser el servidor [ diakonos ] de todos. Así se parecerán al Maestro, que no
vino a ser servido sino a servir (Marcos 10,45).
La suegra de Pedro, una vez sanada, se puso el delantal y les sirvió. La esencia del
seguidor es el servicio. Jesús es el ideal de mi búsqueda.
Las noticias de las curaciones de Jesús se riegan por Cafarnaún, y al atardecer, cuando
acaba el descanso sabático, traen a los enfermos adonde está Jesús, para que los sane. Y Jesús
curó a muchos. El entusiasmo y el agradecimiento de la gente es indescriptible.
Cafarnaúm estaba conmocionada: «La población entera se agolpaba» en torno a Jesús.
Jesús tiene que descansar en la noche. Pero Él se levanta temprano, todavía estando
oscuro, entre las tres y las seis de la mañana, mucho antes del amanecer y va a orar.
¿Por qué? ¿No debería descansar para poder seguir caminando,
predicando y atendiendo a los enfermos?
Cuando nos paseamos por la calle, vemos a las personas, celular en mano ,
comunicándose con sus papás, amigos, novios, compañeros de trabajo... Hay una necesidad
imperiosa de estar conectados.
Para Jesús, Dios Padre es lo más importante. De Él depende su Misión. Él lo orienta
sobre lo que tiene que hacer en la tierra. Por eso Él ora.
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<Necesita estar a solas con su Padre. No quiere dejarse aturdir por el éxito. Sólo busca
la voluntad del Padre: conocer bien el camino que ha de recorrer. Sorprendidos por su
ausencia, Simón y sus compañeros corren a buscarlo. No dudan en interrumpir su diálogo con
Dios. Sólo quieren retenerlo: «Todo el mundo te busca». > (Pagola).
Hay un tono de reproche en la declaración ‘ todos te buscan’ . Como si Jesús hubiera
errado, al buscar tiempo para orar a solas. Como si le dijeran: “Ya habrá tiempo de sobra para
orar, pero en este momento está la gente, mucha gente, que está ilusionada por verte”.
El ministerio de Jesús es nuevo, y los discípulos están emocionados por tanta multitud
que lo busca ansiosa. Le quieren decir: “¡Ven, Jesús! ¡El deber llama! ¡Oportunidades como
ésta no aparecen todos los días! Puedes orar mañana. Ven ahora y encárgate de esta multitud”.
Es la tentación del triunfalismo, del éxito y del espectáculo. Pero ése no es el camino
de Jesús. Jesús no se deja programar desde fuera por el entusiasmo popular. Sólo piensa en el
proyecto de su Padre. Nada ni nadie lo apartará de su camino. Hay aldeas que todavía no han
escuchado la Buena Noticia de Dios: «Vamos… para predicar también allí».
La oración es comunicación con Dios, es el lenguaje del amor.
El mundo de Jesús es su Abba, su padre, y la oración es su celular , su medio de
conexión con Dios. La oración es la manera de decir a su Padre “Me importas, te quiero”.
También a nosotros nos conviene abrir el corazón de par en par a Dios. En la mañana
darle gracias por el nuevo día. Pedirle fuerza para enfrentarse a la vida. Pedirle sabiduría para
hacer su voluntad. Pedirle amor para encajar las pedradas y sentir compasión por los
necesitados.
En medio de su intensa actividad de profeta itinerante, Jesús cuidó siempre su
comunicación con Dios en el silencio y la soledad. Jesús solía retirarse de noche a orar.
¿Cómo aplicar esto al momento actual?
Hay teólogos, predicadores y catequistas, que hablan mucho de Dios, pero hablan
poco con Él. No saben estar a solas con el Padre. Caen en el activismo, el desgaste y el vacío
interior. Asisten a muchas reuniones de trabajo, pero les cuesta retirarse a descansar en la
presencia de Dios y llenarse de su paz.
Necesitamos tener la fuerza espiritual necesaria para enfrentar tantos problemas que
nos rodean.
Afortunadamente, hoy día en el cristianismo contemporáneo se va despertando la
necesidad de cuidar más la comunicación con Dios, el silencio y la meditación, la vida
contemplativa, la oración. (Pagola)
Para ello hay varios modelos: los Ejercicios Espirituales en retiro o en la vida
corriente, la Lectura Orante de la Biblia, etc.
Jesús nos invita no sólo a buscarle sino a imitarle. Quiere que cualquier día nuestro
sea como el de Él: con el celular de la oración , la predicación de la palabra y de la vida, y el
servicio a los demás.
Hay una bella poesía sobre el servicio. Es del poeta Rabindranath Tagore (de la India).
Se titula “ Dormía y soñaba”. Dice así:
<Yo dormía, y soñaba que la vida era alegría.
Desperté, y vi que la vida era servicio.
Serví, y vi que el servicio era alegría> (R. Tagore).