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Domingo 4B Cuaresma
“Tanto amó Dios al mundo” (Jn 3, 14-21)
(Diálogo sobre el Evangelio de hoy: Como la serpiente
levantada )
El evangelio habla aquí de Nicodemo. ¿Quién es Nicodemo?
Nicodemo es un tipo curioso. Está impresionado por Jesús, pero no se atreve a decirlo
públicamente.
Inclusive no quiere que lo vean con Él, y por eso lo visita de noche, para que nadie lo
vea.
Pertenecía a la clase adinerada de la capital y era consejero de los fariseos del
Sanedrín.
Es una de las pocas personas del Sanedrín, que estableció una relación amistosa con
Jesús. Llegó a defender a Jesús en el Sanedrín (Juan 7,30-32), y después trajo áloe con mirra
para embalsamar su cuerpo en la sepultura (Juan 19, 39-40).
Así que en este sentido para nosotros es un personaje simpático.
Jesús le dice que es necesario dejar el hombre viejo, su corrupción y sus malas mañas,
y nacer de nuevo, transformarse en un “hombre nuevo ”. Y para ello “ renacer por el agua y
el Espíritu ”.
Pero yo pregunto lo mismo que Nicodemo: “¿ Cómo puede el hombre nacer
de nuevo siendo viejo? ¿Puede entrar otra vez en el vientre de su madre, y
nacer ?”
Jesús responde: “ Se puede hacer ”.
El mismo poeta chileno Pablo Neruda lo dice en el título de su libro “Nacidos para
nacer”.
Y Jesús le recuerda a Nicodemo lo que pasaba en el desierto con los israelitas
mordidos por las serpientes.
Ellos confesaban sus pecados y clamaban por misericordia.
¿Y cómo los ayudó Dios?
Dios le dijo a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y que la pusiera sobre un
poste. Quien mirara a la serpiente de bronce, se salvaba de las picaduras y del veneno de las
serpientes, y así se les daba nueva vida, es decir, como si volvieran a nacer.
Lo mismo ocurre con Jesús. Jesús le dice a Nicodemo:
Así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna”.
Se parece a la historia de “La mariposa de colores”:
<Una revista japonesa tiene en una de sus páginas la fotografía de una mariposa en
blanco y negro. Pero, al contacto del calor de la mano, la tinta reacciona y la mariposa se va
transformando poco a poco, y llega a estar llena de color y en toda su belleza.>
¿Qué significa esto para nosotros?
José Martínez de Toda, S.J. ( martodaj@gmail.com )
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Es el cambio que tengo que dar como cristiano, cuando descubro que soy amado por
Dios, que Jesús muere por mí, y que Dios me ofrece gratis la salvación. Entonces esa página
en blanco y negro que es mi vida monótona y sin color, se transforma en una página llena de
color y maravilla, cuando es tocada por el calor del amor de Dios.
La salvación viene cuando se mira al Crucifijo con amor, y uno cae en la cuenta de
cuánto amor hay en el Crucifijo.
¿Cuál es la frase más bonita de la Biblia?
Para mí es ésta que hoy le dice Jesús a Nicodemo:
“Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su único Hijo, para que todo el que crea
en él no muera, sino que tenga vida eterna” .
El amor del Padre consiste en darnos a su Hijo único; y el amor del Hijo está en dar su
vida por nosotros.
Esta frase recoge el núcleo esencial de la fe cristiana. Este amor de Dios es el origen y
el fundamento de nuestra esperanza.
«Dios ama al mundo» y a mi país. Lo ama tal como es. Inacabado e incierto. Lleno de
conflictos y contradicciones. Capaz de lo mejor y de lo peor. Este mundo no recorre su
camino sólo, perdido y desamparado. Dios lo envuelve con su amor por los cuatro costados.
¿Qué consecuencias trae esto?
1.Primero, Jesús es, antes que nada, el « regalo » que Dios ha hecho al mundo: la
cercanía de Dios a todo ser humano.
2.Segundo. Dios nos regala a Jesús, «no para juzgar al mundo, sino para que el mundo
se salve por Él». Dios envía a su Hijo, lleno de amor por nosotros, no para condenar al
mundo, sino para salvarlo.
Aquí se ve la actitud positiva de Jesús. Y lo salva, dejándose morir en una cruz.
No es bueno denunciar y condenar todo continuamente. Si lo hacemos así, no le
estamos transmitiendo el mensaje de Jesús sino otra cosa: tal vez, nuestro resentimiento y
enojo.
3.Tercero. La Iglesia está para recordar el amor de Dios. “La Iglesia ᆱes enviada por
Cristo a manifestar y comunicar el amor de Dios a todos los hombresᄏ” (Vaticano II).
<Debemos introducir, como Jesús, en el mundo amor, amistad, compasión, justicia,
sensibilidad y ayuda a los que sufren… Así construimos la Iglesia de Jesús, la Iglesia del
amor. (Pagola).
¿Y cómo conquisto el amor de Dios? ¿Cómo me lo gano para que me ayude,
sobre todo en momentos de necesidad?
El amor de Dios no se conquista como el amor de una mujer: con piropos, con
flirteos, con citas, regalos y promesas de eterna fidelidad. El amor de Dios se acepta sin más.
El amor de Dios, como todos los amores, tiene su prueba de fuego, y ésta es la cruz de su
Hijo.
A veces escucho testimonios de personas que me confiesan: “Yo empecé a sentar la
cabeza y a tomarme la vida en serio, cuando conocí a la que hoy es mi esposa”. Es verdad.
Hay amores que nos cambian el rumbo de la vida, que nos hacen más maduros y nos ayudan a
ver las cosas con ojos nuevos.