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QUINTO DOMINGO DE PASCUA
(Año Impar. Ciclo B)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Hch. 9, 26-31: Les contó cómo había visto al Señor.
b.- 1Jn.3, 18-24: Este es su mandamiento: que creamos y que nos amemos.
c.- Jn.15, 1-8: El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros: Ven
Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra,
de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perd￳n Se￱or….
3.- Oración colecta: Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido
hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de padre y haz que cuantos
creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia
eterna. Por nuestro Señor.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo domingo.
- “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el vi￱ador” (Jn. 15, 1-8)
El evangelio nos de la parábola de la Vid verdadera. Jesús se identifica con la Vid
verdadera, los discípulos son los sarmientos, el Padre, el Viñador. La vid se cultiva
para que dé frutos, los sarmientos secos o desgajados, son arrancados para no
quitar vitalidad a otros. La clave de la alegoría, está en permanecer en ÉL (vv.
4.5.6.7.9.10). El texto quiere comunicar la comunión profunda y estable que se
establece entre Cristo y los que creen en ÉL. Está para entregar la vida pero sigue
siendo fuente de vida para ellos. Esta promesa de su presencia en medio de ellos,
se cumple con la alegoría de la vid y los sarmientos: Jesús fuente de vida y de las
buenas obras que harán los cristianos si permanecen unidos a ÉL. Si en el
discurso anterior, la clave estaba en creer en Jesús (cfr. Jn.14, 1), ahora en este
discurso de despedida, está en permanecer en ÉL. La imagen bíblica de la viña,
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era conocida en Israel, como expresión de su relación con Yahvé, y los cuidados
que ÉL le prestaba a su pueblo, por el descuido de las autoridades religiosas, por
Israel (cfr. Sir. 24,17; Sal. 80, 9-20; Is. 5, 1-7; Jr. 2,21; Os.10,1; Ez. 17,5-10; 19,10-
14).
- “Si alguno no permanece en mí es arrojado fuera…” (Jn.15, 6).
Jesús quiere ahora hablar de esa comunión íntima con ÉL, que han de cultivar sus
discípulos; conociendo esta realidad de la vida, se sabe que no todos los
sarmientos dan fruto, por ello, los poda, cuidado exclusivo del Viñador. Se
establece, entonces que la tarea del Viñador es cortar y podar, y los frutos
dependen de la permanencia en la Vid. Pero en esta alegoría, la viña ya no es
Israel, sino el mismo Jesús, en cambio, el Viñador sigue siendo el Padre, lo cual
sigue la línea del evangelista, que con frecuencia nos habla de la dependencia de
Jesús en relación a su Padre. La limpieza, a la que alude Jesús, es obra de Jesús,
por medio de su Palabra, es decir, por medio de la comunicación de Jesús con los
suyos, de sus bienes, su venida al mundo y su muerte en la Cruz: una vez limpios,
deben permanecer en ÉL (v. 3). Esta unión esencial, apunta a dar frutos de
santidad, vida divina, que produzca los frutos, obras buenas, que el Padre espera
de sus hijos. Pero el hombre que cuenta sólo con sus fuerzas, es decir,
abandonado a sus propias fuerzas, no está facultado para dar los frutos que el
Padre quiere, porque no vive la comunión con su Hijo. La soberbia, la auto-
suficiencia, aparta de Dios, rompe la unión con ÉL. La imagen del sarmiento
arrancado y echado al fuego, es la de la separación definitiva en el día del Juicio
final, pero como el juicio se vive aquí y ahora en Juan, expresa la falta de frutos,
debido a la ruptura de la comunión con el Hijo del Padre. Los términos usados por
Juan, son condenatorios (vv.5-6; cfr. Mt. 3,10-12; Ap. 21,8). La verdadera vida
colmada de frutos que puede ofrecer al Padre y con ello dar gloria a su Nombre.
Es la vida de unión con Dios, alimentada por la oración siempre atendida, porque
expresada en clave de fe y esperanza.
b.- Meditación. ¿Qué me dice? ¿Qué palabra o hecho de este evangelio me
habla al corazón? Escoge tu texto o versículo y da razón de tu elección.
- “Yo soy la vid… mi Padre el vi￱ador” (v.1). Saber que estoy unido a la Vid, vivirlo,
tarea de todos los días.
- “Vosotros estáis ya limpios” (v.3). La Palabra purifica cuando se tiene el deseo
cierto en el corazón de cumplirla.
- Otros testimonios…
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c.- Oración. Qué le digo al Señor Jesús a propósito de este texto? Escoge
una palabra con la que inicias tu oración personal.
- “Permaneced en mí, como yo en vosotros” (v.4). Quiero oír siempre esa
invitación para orar y obrar según la voluntad del Padre, te lo pido Señor.
- Si “mis palabras permanecen en vosotros pedid lo que queráis y lo conseguiréis”
(v.7). Que no me falte nunca el hambre por tu Palabra, guardarla en el corazón y
proclamarla, te lo pido Señor.
- Otras oraciones…
d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este evangelio?
- Me comprometo a permanecer en la Vid verdadera que es Cristo Jesús.
5.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje evangélico:
“Digo que en tan alta oraci￳n como ésta, que cuando la da Dios al alma puede
hacer todo esto. Y mucho más que éstos son sus efectos. Y entiende que lo hace
sin ningún cansancio del entendimiento. Sólo me parece está como espantada (3)
de ver cómo el Señor hace tan buen hortelano y no quiere que tome él trabajo
ninguno, sino que se deleite en comenzar a oler las flores; que en una llegada de
éstas, por poco que dure, como es tal el hortelano, en fin criador del agua, dala sin
medida, y lo que la pobre del alma con trabajo por ventura (4) de veinte años de
cansar el entendimiento no ha podido acaudalar, hácelo este hortelano celestial en
un punto (5), y crece la fruta y madúrala de manera que se puede sustentar de su
huerto, queriéndolo el Se￱or” (V 17,2).
6.- Alabanza y Adoración. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre por ser el Viñador y Cristo la Vid verdadera, te alabamos
Señor.
- Te alabamos Padre por permanecer con nosotros, cuidarnos para dar mejores y
mayores frutos, te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre desde todos los sarmientos que en la Iglesia dan los frutos
que esperas. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre desde todos los sarmientos separado de la Vid, desde ellos y
con ellos, te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Te lo pedimos Señor.
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- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz).
Página Web de la Parroquia Virgen del Carmen de Viña del Mar:
www.carmelitasvina.cl