1
DOMINGO DE PASCUA
(Ciclo C)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Hch. 10, 34.37-43: Nosotros somos testigos.
b.- Col. 3, 1-4: Buscad los bienes de arriba, donde está Cristo.
c.- Jn. 20,1-9: Cristo había de resucitar de entre los muertos.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros : Ven
Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra, de
todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perd￳n Se￱or….
3.- Oración colecta: Señor, Dios, que en este día nos has abierto las puertas de
la vida por medio de tu Hijo, vencedor de la muerte; concede a los que celebramos
la solemnidad de la resurrección de Jesucristo, ser renovados por tu Espíritu para
resucitar en el reino de la luz y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo domingo.
1.- “El primer día de la semana María la Magdalena viene al amanecer,
cuando todavía era tiniebla al sepulcro y ve la piedra quitada del sepulcro”
(Jn. 21,1-4).
Con la muerte de Cristo todo parecía terminado, además grandiosamente ese
sábado solemne (Jn. 19, 30). Juan, habla de la Magdalena que va al sepulcro de
madrugada (v.1; cfr. Mc. 16,1-8; Mt. 28,1-10; Lc. 24,121). La Magdalena vive
asociada a Jesucristo, la Cruz y la sepultura, vive por y para el Maestro. Era muy
de mañana, las tinieblas, son signo de la carencia de Cristo (cfr. Jn. 3, 19; 6, 17;
12, 35), es decir, ese término tiene una clara connotación espiritual y no
atmosférica (cfr. Ct. 3,1-2). Todo realizado en el huerto; sólo Juan habla del huerto
(Jn. 19, 41). La mención de las sábanas y de tantos ungüentos, pareciera indicar
que Jesús tuvo un entierro real. Mientras los Sinópticos señalan que las mujeres
van al sepulcro a ungir a Jesús la mañana de Pascua (cfr. (cfr. Ct. 4, 14-15; Mc.
16, 1; Lc. 24, 1); ¿a qué va la Magdalena? Va a estar con Jesús, no puede vivir sin
2
ÉL. Parece ser que Juan, al pensar en el huerto y Jesús enterrado como rey,
quiere aludir a otros reyes enterrados en huertos como David (cfr. 2 Re. 21, 18.
26; Neh. 3, 15-16). Jesús es el rey que duerme entre perfumadas sábanas,
descansa luego de sus luchas y fatigas, y espera la llegada de la amada. La clave
de comprensión nos la da nuevamente el Cantar y también el Génesis con lo cual
encontramos varios tipos: Adán y Eva; los esposos del Cantar; Jesucristo y la
Iglesia, representada en Juan, por la Magdalena (cfr. Sal. 45,9; Jn. 20,15; Ct.
8,13).
2.- “Y ve la piedra corrida” (21,2-5).
La Magdalena va a encontrarse con un muerto, en cambio, se encuentra con un
robo. Juan no mencionó el tema de la losa, sólo dijo que había sido enterrado en
un sepulcro nuevo que había en el huerto y que la tumba había quedado sellada.
Corre a avisar a Pedro y Juan, que han quitado el cuerpo del Se￱or del sepulcro “y
no sabemos dónde lo han puesto” (v. 3). Las tinieblas no dejan a ver a la
Magdalena que era signo de vida, confunde con signo de muerte. El hablar en
plural de la mujer puede significar que venían otras personas con ella, pero Juan
sólo se fija en ella o puede que represente a toda la comunidad. Será Pedro, quien
primero sale hacia el sepulcro, luego Juan, salen en busca de Jesús (cfr. Ct. 3,2).
Si bien los dos lo aman, el que ama más, corre más, señalaba S. Agustín. El
discípulo amado corre de prisa, pero también se puede entender que al momento
de escribir, Juan está pensando en Pedro como la autoridad, y él como el carisma
o la experiencia singular del amor de Jesús. En el trasfondo, tenemos todo el
proceso de fe de cada uno de estos discípulos y no una carrera para llegar un
lugar específico. Juan llegó y vio, los lienzos extendidos sobre la piedra, como un
lecho nupcial cuyas sábanas perfumadas por la mirra y áloe (cfr. Sal. 45, 9).
Esperó a Pedro, cederle el puesto en este momento, a quien había negado a
Jesús, todavía no había recibido su perdón, da a entender que Pedro tiene
autoridad dentro de la comunidad (cfr. Jn. 3, 29).
3.- “Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las
vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas,
sino plegado en un lugar aparte.” (vv. 6-7).
También Pedro entra y contempla las sábanas extendidas sobre la piedra, como
Juan que lo había visto desde la entrada del sepulcro. Pedro ve algo más: el
sudario que cubría su cabeza, estaba puesto en un lugar aparte. Mientras el
sudario es símbolo de la muerte, las sábanas representan las nupcias. Según la
costumbre el sudario se ponía en la cara para que no se abriera la boca, como a
Lázaro (cfr. Jn. 11,44). Juan, estaría usando un gran símbolo, puesto que a veces
denomina al templo como el “lugar” (Jn. 4,20; 5,13; 11,48), y del sudario, se￱ala
3
que estaba en un “lugar aparte” (v.7), con lo cual querría decir, que el sudario está
mirando hacia el templo o envolviéndolo. Con esto estaría señalando que el
sepulcro se convierte en lecho de bodas y el templo en sepulcro. Se puede
concluir que del lecho nupcial de Cristo, se había separado toda muerte, y el
sudario estaba envuelto hacia el templo. Pedro contempla el misterio, la
resurrección de Cristo, es la clave para comprender el inicio de la nueva alianza y
el templo va ser presa de la muerte.
4.- “Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero
al sepulcro; vio y creyó, pues hasta entonces no habían comprendido que
según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos. Los
discípulos, entonces, volvieron a casa.” (vv. 8-10).
El texto dice que Juan vio y creyó, no se dice lo mismo de Pedro, pero quizás sin
decirlo, el evangelista advierte que Pedro creyó primero y después él, recordemos
que el primero hizo su propia confesión de fe (cfr. Jn.15-17). Ambos representan la
autoridad y el carisma, Juan llegó primero, el carisma necesita la confirmación de
la autoridad. Lo que se trata de demostrar aquí, es que ambos discípulos llegaron
a la fe. Otra lectura del mismo acontecimiento enseña que si bien hay un
contraste, en la cercanía de Jesús y en la percepción de este, siempre es primero
Juan a Pedro (cfr. Jn. 13, 23. 25; 18,15; 21, 7). Respecto al tema de las Escrituras,
el texto sugeriría incredulidad o asombro (cfr. Lc. 24, 12), aunque lo que se quiere
resaltar es la fe de Juan e indirectamente también la de Pedro. El apóstol no cita
ningún texto, se ve la falta de espera de los discípulos en la Escritura (cfr. 1 Re.
15,4; Sal. 16,10ss; Is. 26, 19-21; Os. 6,2). Volvieron a sus casas, de donde habían
venido. Los discípulos han descubierto la vida de fe, por lo mismo ya no necesita
estar cerca del sepulcro. Es el comienzo de la Nueva Alianza, la nueva creación,
también del hombre y de la mujer que creen en Jesús resucitado. Juan, como
autor del evangelio, deja en claro que, más importante es la fe, que la visión, por
eso testifica “vio y crey￳” (v. 8), ¿Qué había visto? Las vendas extendidas y el
sudario puesto en un lugar aparte. El evangelista está pensando en sus lectores
del futuro, por eso aquí se cumple la palabra de Jesús: “Dichosos los que no han
visto y han creído” (Jn. 20,29).
b.- Meditación. ¿Qué me dice? ¿Qué palabra o hecho de este evangelio me
habla al corazón? Escoge tu texto o versículo y da razón de tu elección.
- “Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.”
(v.2). María Magdalena, ha ido al sepulcro por el cuerpo del Maestro. No hay fe
todavía en las palabras sobre la resurrección.
4
- “Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más
rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en
el suelo; pero no entró” (vv.4-5). Ambos discípulos recorren el camino de la fe y
el amor en el Maestro. Será la resurrección la que haga madurar sus vidas como
discípulos hasta dar frutos de santidad para gloria del Padre.
- “Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero
al sepulcro; vio y creyó…” (vv. 8-9). Es el amor y la fe del discípulo amado,
quien intuye que el Maestro resucitó como lo había anunciado en las Escrituras.
Toda una invitación para creer en la resurrección por la vía de la fe y del amor. Es
la victoria de la vida sobre la muerte, el pecado y Satanás. La vía hacia el Reino
está abierta para siempre con la subida de Cristo a la diestra del Padre.
- Otros testimonios…
c.- Oración. Qué le digo al Señor Jesús a propósito de este texto? Escoge
una palabra con la que inicias tu oración personal.
- “María Magdalena…ve la piedra quitada del sepulcro” (v.1). Señor Jesús,
quita la piedra de mi vista, para contemplarte nuevamente vivo en mí vida de
creyente en este camino de fe. Te lo pido Señor. Te lo pedimos Señor.
- “No sabemos dónde lo han puesto” (v.2). Señor Jesús, que te busque siempre
no lejos de ti, sino donde sé que tú estás Resucitado en las Escritura, la
Eucaristía, la comunidad. Te lo pido Señor. Te lo pedimos Señor.
- “No habían comprendido que según las Escrituras Jesús debía resucitar
de entre los muertos” (v.9). Señor Jesús, que las Escrituras sean luz para mis
pasos, alimento perenne para mi vida de discípulo, te lo pido Señor. Te lo pedimos
Señor.
- Otras oraciones…
d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este evangelio?
Me comprometo a anunciar al Maestro: Crucificado y Resucitado por amor.
5.- San Juan de la Cruz enseña: “Si quieres ser perfecto, vende tu voluntad y
dala a los pobres de espíritu, y ven a Cristo por la mansedumbre y humildad y
síguelo hasta el Calvario y sepulcro” (D 7).
5
6.- Alabanza y Adoración. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por tu Hijo, que vuelve a la vida para darnos vida eterna. Te
alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por tu Hijo, que renueva la esperanza de toda la humanidad
con su resurrección. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por tu Hijo, que nos entrega su Espíritu a la Iglesia, para
renovar todo su misterio pascual en la vida de todos los fieles. Te alabamos
Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre, por la iglesia, extendida por toda la tierra, para que proclame
con gozo a todos los hombres que Cristo vive, que en Él hay victoria y vida para
siempre. Te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre, por los que sufren pobreza, enfermos terminales, soledad y
guerras, para que la esperanza de la resurrección y la bondad de Dios siembre en
sus corazones paz y consuelo. Te lo pedimos Señor.
-- Te pedimos Padre, por nosotros, los que celebramos este día de gloria, para
que en las pruebas y en las dificultades del día a día Cristo resucitado sea siempre
nuestra fuerza e inspiración. Te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre, por las familias, muchas veces alejadas de la iglesia, para
que nuestro ejemplo y nuestra alegría los acerquen a la luz que no se apaga de
Cristo Resucitado. Te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre, por nuestros difuntos para que con Cristo y por el poder de
Dios sean también despertados a la vida nueva y lo contemplen cara a cara.
Roguemos al Señor.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
6
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros contemplando” (S.
Juan de la Cruz). www.carmelitasvina.cl