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CUARTO DOMINGO DE PASCUA
(Ciclo C)
Lecturas bíblicas
a.- Hch. 13, 14. 43-52: Nos dedicamos a los gentiles.
b.- Ap. 7, 9. 14-17: El Cordero será su pastor, y los conducirá
hacia fuentes de aguas vivas.
c.- Jn. 10, 27-30: Yo doy la vida eterna a mis ovejas.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en
nosotros: Ven Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar
su Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta
semana. Perd￳n Se￱or….
3.- Oración colecta: Dios todopoderoso y eterno, que has dado a tu
Iglesia el gozo inmenso de la resurrección de Jesucristo, concédenos
también la alegría eterna del reino de tus elegidos, para que así el
débil rebaño de tu Hijo tenga parte en la admirable victoria de Pastor.
Él, que vive y reina contigo.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo domingo.
- “Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen”
(Jn. 10, 27ss).
Este evangelio expone, la realidad acerca de la comunión de vida
eterna que Jesús establece con sus ovejas, que se traduce, en
conocimiento del Pastor y escuchar su voz. Relaciones existentes
entre Jesús y los suyos de todos los tiempos. Estas son las
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condiciones para vivir esa comunión entre el Pastor y su rebaño. Es el
propio Jesús, quien da razones para constituirse en verdadero y único
Pastor del rebaño de Dios: una razón, es que conoce sus ovejas y
ellas le conocen y siguen. La fe conduce a una adhesión plena del
hombre a Jesús, lo que redunda en un mutuo conocimiento, un
reconocerse en el amor. Este conocimiento que crea comunión de
vida, relación activa y efectiva, amorosa y familiar, personal e íntima
con Él. Una intimidad de corazón, que lleva a una comunión de vida.
Encontramos así la descripción del auténtico creyente que escucha a
su Pastor y Maestro (cfr. Jn.1, 41; 3,8.29; 4,42; 5,24.28; 6,45; 8,38.43;
10,3.16); Jesús es el que posee vida eterna (cfr. Jn. 3,15.16.36;
4,14.36; 5,24.39; 6,27.40.47.54.68), quien le sigue (cfr. Jn.1, 37.44;
8,12; 10,4-5), no perecerá jamás (cfr. Jn. 3,16; 6,12.27.39; 10,10).
Comunica su propia vida, la misma vida de Dios, divina e
imperecedera al creyente. Él quiere llevar esta relación, al mismo
grado, de conocimiento mutuo que posee con su Padre. Les da vida
eterna, por lo mismo, porque nadie se las arrebatará de su mano.
Esta enseñanza insiste en creer en ÉL como Mesías, como el Enviado
(v.27).
- “El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos…”
(Jn.10, 29ss).
Jesús defiende a los suyos, están salvados, contra el peligro de la
perdición eterna, porque han escuchado su Palabra, han creído en ÉL.
Esta escatología que se revela en esta vida, tiene por fundamento el
poder del Padre, del que Jesús participa plenamente por su
obediencia, comunión de amor con ÉL (cfr. Jn. 5, 19ss; 8,16; 10,15;
12,44s; Rm. 8, 34-39). Si es el Padre quien se las confió, nadie se las
puede arrebatar; esa vida es don del Padre. No hay poder más
grande que el de Dios, por lo que está garantizada la unión del
creyente con Dios; el Padre de Jesús es más grande que todo otro
poder. Que Israel celebre la presencia de Dios en la Dedicación del
templo, y que Jesús participe en ella, les enseña a los judíos, que
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desde ahora hay otro modo de presencia de Dios entre ellos. Es más,
pueden estar seguros que están en las manos del Padre, si creen en
Jesús. Mientras los judíos celebran la nueva consagración de su
templo, prueba tangible que ellos le pertenecían a Dios y que este
Dios les pertenecía, Jesús insiste en que la fe del creyente en su
palabra, lo vincula a ÉL y a su Padre Dios. “El Padre y yo somos uno”
(v.30), con lo que Jesús viene a enseñar, que ya no hay que mirar al
templo para contemplar la presencia de Dios, puesto que Él delante
de los judíos se declara, como el nuevo templo, presencia de Dios en
medio de ellos (Jn.1,14). El Resucitado abre las puertas de su rebaño
para que ingresemos en él. La esperanza que nace de su
Resurrección transforma en testigos a los que lo aman, y su voz
resuena en lo interior de cada creyente.
b.- Meditación. ¿Qué me dice? ¿Qué palabra o hecho de este
evangelio me habla al corazón? Escoge tu texto o versículo y da
razón de tu elección.
- “Mis ovejas escuchan mi voz” (v.27). Me dice que debo escuchar la
voz del Pastor, dejarme amar, para ser conducido por este Pastor que
el Padre me ha dado a la vida eterna.
- Me dice que ser parte de este rebaño, conlleva conocer al Pastor y
dejarme conocer, me da la certeza interior de mi responsabilidad de
saber que la oración me abre las puertas de la comunión con Jesús y
el Padre, saber que estoy en sus manos.
- Me dice que la vida cristiana, que atrae a hombres y mujeres a seguir
a Cristo en su Iglesia, con un compromiso radicalmente evangélico de
seguimiento, configuración y consagración, fruto del bautismo, en la
vida matrimonial, sacerdotal, vida religiosa, o entrega misionera.
- Otros testimonios…
c.- Oración. Qué le digo al Señor Jesús a propósito de este texto?
Escoge una palabra con la que inicias tu oración personal.
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- “Yo les doy vida eterna” (v.28). Señor Jesús, te pido saber apreciar tu
amistad, conservarla para conocerte y así conocerme, poner mi vida a
tu servicio. Te lo pido Señor.
- “El Padre me las ha dado” (v.29). Señor Jesús que en las manos del
Padre, aprenda a vivir para ÉL, como lo hiciste tú, y así hacer su
voluntad, te lo pido Señor.
- “Yo y el Padre somos uno” (v. 30). Señor Jesús, que esa comunión a
la que nos invitas, se prolongue en el crear comunión en la Iglesia,
familia y trabajo ente los hombres sean creyentes o no, te lo pido
Señor.
- Otras oraciones…
d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este
evangelio?
Me comprometo o nos comprometemos a vivir en comunión don del
Padre, comunión revelada por el Hijo y comunión recreada por el
Espíritu en la comunidad eclesial.
5.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje
evangélico: Santa Teresa de Jesús, destaca el conocimiento de sí
mismo desde el misterio de Dios. “Podría alguna pensar que si tanto
mal es tornar atrás, que mejor será nunca comenzarlo, sino estarse
fuera del castillo. Ya os dije al principio, y el mismo Señor lo dice, que
quien anda en el peligro en él perece, y que la puerta para entrar en
este castillo es la oración. Pues pensar que hemos de entrar en el
cielo y no entrar en nosotros, conociéndonos y considerando nuestra
miseria y lo que debemos a Dios y pidiéndole muchas veces
misericordia, es desatino. El mismo Señor dice: Ninguno subirá a mi
Padre, sino por Mí; no sé si dice así, creo que sí; y quien me ve a Mí,
ve a mi Padre. Pues si nunca le miramos ni consideramos lo que le
debemos y la muerte que pasó por nosotros, no sé cómo le podemos
conocer ni hacer obras en su servicio; porque la fe sin ellas y sin ir
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llegadas al valor de los merecimientos de Jesucristo, bien nuestro,
¿qué valor pueden tener? ¿Ni quién nos despertará a amar a este
Señor?” (2M 1,11)
6.- Alabanza y Adoración. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre por tu Hijo, Pastor que da vida a nuestras almas.
Te alabamos Señor.
- Te alabamos Hijo porque nos amas, conoces y entregas tu vida por
cada uno de nosotros. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por mantenernos en tus manos poderosas, en la
Iglesia. Te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Te lo pedimos Señor.
- Padre te prestamos la Iglesia toda y la necesidad de hombres y
mujeres comprometidos con su fe, capaces de comprometerse con Sí
total para ser sacerdotes, religiosos y religiosas. Oremos.
- Padre por los que ya optaron en su vida por la consagración de sus
vidas en el matrimonio, sacerdocio, vida consagrada, misioneros, vida
contemplativa para que los sostengan en su radicalidad evangélica.
Oremos.
- Padre oramos por la paz en todo el mundo, las familias cristianas,
especialmente por los refugiados, por un futuro mejor para ellos.
Oremos.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
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“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz).
Página Web de la Parroquia Virgen del Carmen de Viña del Mar:
www.carmelitasvina.cl