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SEPTIMO DOMINGO DE PASCUA
(Ciclo C)
Ascensión del Señor Jesús a los cielos
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Hch. 1,1-11: Se elevó a la vista de ellos.
b.- Ef. 1,17-23: Lo sentó a su derecha en el cielo.
c.- Lc. 24, 46-53: Mientras los bendecía, iba subiendo al cielo.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros: Ven
Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra,
de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perd￳n Se￱or….
3.- Oración colecta: Concédenos, Dios todopoderoso, exultar de gozo y darte
gracias en esta liturgia de alabanza, porque la ascensión de Jesucristo, tu Hijo, es
nuestra victoria, y donde nos ha precedido él, que es nuestra cabeza, esperamos
llegar también nosotros como miembros de su cuerpo. Por nuestro Señor.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo domingo.
- “Vosotros sois testigos de todas estas cosas” (Lc. 24, 46ss).
En este evangelio, asistimos a las últimas instrucciones que Jesús dejó a su
Iglesia: palabras y obras, que la tradición nos recuerda. En ese tiempo, Jesús
Resucitado, estaba con ellos visible, experimentable. Pero subirá al cielo, al
Padre, y se acabarán las apariciones del Resucitado, y la Iglesia, esperará su
parusía (cfr. Lc. 17, 22). Toda la actividad de Jesús, dominada por el cumplimiento
de las Escrituras en su vida, lo mismo al comienzo de su ministerio, que al
culminarlo (cfr. Lc. 4, 21; v. 44), enseña que todo hablaba de ÉL, lo mismo la Ley,
que los Profetas y los Salmos (cfr. Lc. 16,17; 4,21). Son los tiempos del Mesías,
tiempos de la realización de las promesas. Si bien, Jesús explicó las Escrituras,
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los apóstoles no comprendieron que era el Mesías plenamente, sólo después de la
Resurrección les abrió la mente, para su comprensión. La fe en Jesús de Nazaret,
es obra del Resucitado, como también, la apertura de la inteligencia a las
Escrituras. Sólo la luz pascual extiende la comprensión del AT, conduce al
conocimiento de Jesús, Salvador deI mundo. Lo que anuncian las Escrituras, es la
salvación para todos los pueblos. La salvación es fruto de la pasión, muerte y
resurrección de Jesús (cfr. Hch. 4,12). A todas las naciones, se predicará el
Evangelio que comienza con la predicación y bautismo de Juan (cfr. Lc. 3, 6; Is.
40, 5; Lc. 2, 32; Is. 42,6). Más tarde la salvación se predicará en Jerusalén (cfr.
Jn. 4, 22; Hch. 3, 25; Gen. 12, 3). Se anuncia la conversión y el perdón de los
pecados, y la vida nueva que dona el Resucitado, porque es el Autor de la vida
(cfr. Hch. 3,15; 5,31). Al tiempo de las promesas, sigue su cumplimiento en Cristo,
y luego el tiempo de la Iglesia, días hechos de testimonio y misión. Los apóstoles
son testigos de todo eso; son testigos de todos los momentos importantes de la
vida de Jesús.
- “Mirad, y voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Los sacó
hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Mientras los
bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. Ellos, después de
postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo, y estaban siempre
en el Templo bendiciendo a Dios.” (Lc. 24, 48ss).
Ahora les asegura la presencia del Espíritu Santo, promesa que cumplirá una vez
que sea glorificado y suba al Padre (cfr. Mt. 28, 18; Jn. 15,26; Joel 3,1-5; Hch. 2,
16-21). El mismo Espíritu, que ungió a Jesús, ahora también ungirá a los
apóstoles; comienza el tiempo de la Iglesia, es decir, del Espíritu (cfr. Hch. 10, 38;
2, 33). Los apóstoles, deberán esperar al Espíritu Santo, establecerse en la
ciudad, permanecer reflexionando y meditando, perseverar en la oración con
María, la Madre de Jesús (cfr. Hch. 10, 39; Hch.1, 14). Jerusalén será la sede,
donde los apóstoles serán revestidos de lo alto, con la fuerza del Espíritu Santo,
cerca de Betania, camino del desierto, cerca de Jerusalén, sobre el Monte de los
Olivos. Desde ahí salió el Mesías glorioso a cumplir con su destino de muerte y
resurrección, hacia Jerusalén; Cristo Jesús ahora subirá a la gloria del Padre, y
una vez sentado a la derecha del Padre, enviará el Espíritu Santo (cfr. Lc. 19, 28-
38; Hch. 1, 12). Jesús bendice en forma solemne a sus apóstoles, como un Sumo
Sacerdote (cfr. Eclo. 50,22); en ÉL serán benditas todas las naciones (cfr. Hch. 3,
25). El Resucitado vive a la derecha del Padre, pero volverá. Los apóstoles se
despiden de Jesús postrados ante ÉL para recibir su bendición. Vuelven a
Jerusalén, cumplen la última voluntad de Jesús. Su alegría y gozo es preludio del
regreso del Señor Jesús. En su entrada en Jerusalén, Jesús tomó el templo para
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sí, era su casa, con lo que echó los cimientos de la comunidad eclesial (cfr. Lc. 19,
45). El templo seguirá siendo lugar de oración, de la comunidad de la Ascensión
de y de Pentecostés (cfr. Hch. 2, 46; 3, 1; 5, 12. 20; 4,2). Lucas, termina su
evangelio, con los discípulos en el templo, bendiciendo a Dios, porque, había sido
bendecida por el Sacerdote Cristo Jesús, la alabanza de la Iglesia es su excelsa
correspondencia a su eterna bendición. Comienza la alabanza incesante de la
Iglesia a Dios, porque en ella reside la fuente de la salvación para el mundo
entero.
b.- Meditación. ¿Qué me dice? ¿Qué palabra o hecho de este evangelio me
habla al corazón? Escoge tu texto o versículo y da razón de tu elección.
- “Así está escrito…” (v.46). La palabra escritas se cumple en Jesús y también en
nosotros si las conocemos, meditamos y hacemos realidad.
- “Voy a enviar la Promesa del Padre” (v.49). El Espíritu Santo, don del Padre y del
Hijo, para guiarnos a la profundidad del misterio de Jesús y sus palabras.
- “Fue llevado al cielo” (v.51). Jesús vuelve a la Casa del Padre, con todos
nosotros, no regresa sólo, sino con todos nosotros, herederos como ÉL de la
gloria eterna (cfr. Hb. 2, 10).
- Otros testimonios…
c.- Oración. Qué le digo al Señor Jesús a propósito de este texto? Escoge
una palabra con la que inicias tu oración personal.
- “Vosotros sois testigos de estas cosas” (v. 48). Señor Jesús, como testigo sepa
comunicar la experiencia que vas haciendo en mí vida a los demás. Te lo pido
Señor.
- “Permanecer en la ciudad…” (v. 49). Señor Jesús que siempre permanezca en tu
casa, la comunidad, para recibir la unción del Espíritu, su poder para evangelizar.
Te lo pido Señor.
- “Mientras los bendecía” (v.51). Se￱or Jesús, bendíceme siempre para mantener
la comunión contigo y con la fuerza del Espíritu evangelizar manteniendo esa
tensión de eternidad.
- Otras oraciones…
d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este evangelio?
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Me comprometo a… evangelizar con la fuerza del Espíritu.
5.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje evangélico:
Propone la “determinada determinaci￳n”, como camino para responder a tantas
gracias recibidas de parte de Jesús en la oración. Camino que culmina en la vida
eterna. “Harto gran misericordia hace a quien da gracia y ánimo para determinarse
a procurar con todas sus fuerzas este bien. Porque si persevera, no se niega Dios
a nadie. Poco a poco va habilitando él el ánimo para que salga con esta victoria.
Digo ánimo, porque son tantas las cosas que el demonio pone delante a los
principios para que no comiencen este camino de hecho, como quien sabe el daño
que de aquí le viene, no sólo en perder aquél alma sino muchas. Si el que
comienza se esfuerza con el fervor de Dios a llegar a la cumbre de la perfección,
creo jamás va solo al cielo; siempre lleva mucha gente tras sí. Como a buen
capitán, le da Dios quien vaya en su compañía. Póneles tantos peligros y
dificultades delante, que no es menester poco ánimo para no tornar atrás, sino
muy mucho y mucho favor de Dios.” (V 11,4).
6.- Alabanza y Adoración. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre por tu Hijo en su Ascensión a los cielos. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre por mandarnos el Espíritu Santo. Te alabamos Señor.
- Te alabamos desde tu Iglesia que continúa la obra de tu Hijo, desde ella y con
ella te alabamos Señor.
- Te alabamos desde los enfermos terminales, las familias en dificultades, los
matrimonios en crisis, desde ellos y con ellos te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Oramos Padre…Te rogamos óyenos.
- Oramos Padre por los Comunicadores sociales y los Catequistas, para que
guiados por la verdad formen la conciencia de los hombres y de los cristianos. Te
rogamos, óyenos.
- Oramos Padre por el Papa Francisco para que sus esfuerzos de paz sean
escuchados por los responsables de las naciones. Te rogamos, óyenos.
- Oramos Padre, por todos los enfermos, las familias y matrimonios en conflicto
para que reine la paz en todos ellos. Te rogamos, óyenos.
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- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz).
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