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DÉCIMO NOVENO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
(Año Par. Ciclo C)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Sab.18,6-9: Castigaste a los enemigos y nos honraste llamándonos a ti.
b.- Hb. 11,1-2.8-9: Esperaba la ciudad cuyo arquitecto iba a ser Dios.
c.- Lc. 12, 32-48: Estad preparados.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros: Ven
Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra, de
todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perd￳n Se￱or….
3.- Oración colecta: Dios todopoderoso y eterno, te pedimos entregarnos a ti con
fidelidad y servirte con sincero corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo domingo.
- “No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien
daros a vosotros el Reino” (Lc.12, 32).
En este evangelio, encontramos una primera parte, sobre el tema de las riquezas
(vv.32-34) y una segunda que se refiere a la parusía, la venida del Señor Jesús
(vv.35-48). En la primera parte, sigue el tema de las riquezas del hombre que vive
para ellas, y es pobre ante Dios (cfr. Lc. 12, 13-21); en cambio, el rico para Dios,
era el hombre abierto a la acción de su Espíritu, que construye su reino en este
mundo, compartiendo sus bienes con su prójimo. El trasfondo de todo este tema
era: “Buscad primero el reino de Dios y todo lo demás sé os daré por a￱adidura”
(v.31; cfr.Lc.12, 22-31). Este pasaje evangélico de hoy, comienza con una de las
grandes revelaciones: “No temas, peque￱o reba￱o; porque a vuestro Padre le ha
parecido bien daros a vosotros el reino” (v. 32). Peque￱o reba￱o, se refiere quizás,
al número de creyentes que esperan en Cristo, pero que al estar en la Iglesia,
esperan y aman, por ello son ya partícipes del reino de Dios. Son grandes, porque
tienen a Dios como Padre, ahí radica su grandeza, su tesoro que enriquece su
existir. Son los que no tienen nada, porque son pobres, pero se admiran de los
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bienes con que Cristo los enriquece, por ello son pequeños, por ello se les ha
confiado el reino de Dios. Porque ya viven el misterio del reino, se les pide que
atesoren para este reino, convirtiendo sus riquezas y bienes en limosnas, invertir
tiempo y vida en los que están tristes, los pobres y los hambrientos. El corazón del
hombre, reposa donde está su tesoro, si son las riquezas su tesoro, ahí estará su
centro, en esta vida; en cambio, si el tesoro está en la vida eterna, ese corazón
está ya en el cielo (v.34).
- “También vosotros estad preparados, porque en el momento que no
penséis, vendrá el Hijo del hombre.” (Lc.12, 40).
La segunda parte del evangelio, nos habla de la vigilancia del cristiano. Si el
discípulo vive en tensión de eternidad, inquieto por alcanzar ese tesoro, estará
siempre preparado para cuando llegue el Señor, y abrirle la puerta. La parábola
que usa Jesús refleja dos modos de espera: el mayordomo fiel y el mal
administrador; el que espera sirviendo a su prójimo, y el que se aprovecha del
prójimo para su beneficio, es decir, con esa actitud revela que no cree en el
regreso de su Señor. La figura del mayordomo, bien puede representar a los
dirigentes de la Iglesia, cuyo servicio debe extenderse a toda la comunidad,
símbolo de su vigilancia personal, y comunitaria. Pero si eso se exige a los
dirigentes, también a todos los miembros de la Iglesia, se les encarga un servicio
en el tiempo de la espera. El amor de Dios, es el tesoro del reino, por lo tanto, si
partícipes del mismo, también cada discípulo, es fuente de amor para los
miembros de la comunidad y de todos los hombres.
b.- Meditación. ¿Qué me dice? ¿Qué palabra o hecho de este evangelio me
habla al corazón? Escoge tu texto o versículo y da razón de tu elección.
- “No temas peque￱o reba￱o…” (v.32). El Se￱or por su gran bondad nos hace
partícipes de su Reino. Privilegia la calidad de nuestras respuestas más que la
cantidad.
- “D￳nde esté vuestro tesoro allí estará vuestro coraz￳n” (v.34). Podríamos
preguntarnos ¿cuál es mi tesoro en este momento? ¿Qué está amando mi
corazón?
- “A quien mucho se le confi￳, mucho se le pedirá” (v.48). Qué importante saber
valorar lo que el Señor nos confía a diario.
- Otros testimonios…
c.- Oración. Qué le digo al Señor Jesús a propósito de este texto? Escoge una
palabra con la que inicias tu oración personal.
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- “Sed hombres que esperan a su se￱or” (v.35). Se￱or Jesús, que encendida la
lámpara de la fe, toda nuestra vida cristiana sea una vigilia ante tu venida. Te lo
pido Señor.
- “Estad preparados” (v.40). Se￱or Jesús, que nuestra vida cristiana, sea trabajar
por tu Reino y servir a la justicia y la paz. Te lo pido Señor.
- “A quien se le confi￳ mucho se le pedirá más” (v.48). Se￱or Jesús que cuide todo
lo que me has confiado con nuevas respuestas a tu amor y fidelidad. Te lo pido
Señor.
- Otras oraciones…
d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este evangelio?
Me comprometo a estar vigilante.
5.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Ávila.
La Santa nos enseña que debemos saber que vamos a ser juzgados en al amor
por Quien nos ha amado y hemos amado siempre. “Será gran cosa a la hora de la
muerte ver que vamos a ser juzgadas de quien habemos amado sobre todas las
cosas” (CV 40,8
6.- Alabanza y Adoración. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por hacernos partícipes de tu Reino, pequeño rebaño. Te
alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por saber que tu Hijo viene a juzgar nuestras obras y
hacernos partícipes de la vida eterna. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, desde todos los que oran y administran bien, cuanto les
confiaste. Te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Oramos Padre… Te rogamos ￳yenos.
- Te presentamos Padre, a toda la Iglesia, que como rebaño de Cristo, siga los
pasos de su Pastor. Te rogamos óyenos.
- Te presentamos Padre, a todas los responsables de las comunidades cristianas,
pastores y fieles, para que sepan administrar los bienes que le confiaste, y
esperarte hasta tu llegada con la fe encendida en sus corazones. Te rogamos
óyenos.
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- Te presentamos Padre, todos los enfermos, encarcelados, personas que sufren
en sus vidas para que sean asistidas en sus necesidades. Te rogamos óyenos.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros contemplando” (S.
Juan de la Cruz). www.carmelitasvina.cl