7ª semana de Pascua.
Viernes: Jn 21, 15-19
Terminando
el tiempo pascual, en el que
San Juan había dicho, al
terminar el capítulo anterior, el 20, que no trataba de escribir todo lo que
había hecho y dicho Jesús, sino lo importante y necesario para que creamos en
Jesús como Mesías e Hijo de Dios. Parecía finalizado el evangelio; pero faltaba
algo importante, como era la concesión del primado a san Pedro por parte de
Jesús. Así que añadió luego este último capítulo.
Jesús se había presentado a
la orilla del lago de Tiberiades, sin ser conocido al principio por los
apóstoles, quienes, ante la indicación de Jesús, echaron las redes y recogieron
una gran abundancia de peces, a pesar de haberlo ellos intentado durante toda
la noche. Sobre esta aparición lo comentamos en la 1ª semana de Pascua.
Al terminar de comer el
desayuno que Jesús mismo les había preparado, viene la concesión del primado a
san Pedro. Se basa en tres preguntas que le hace Jesús sobre el amor. Un día,
al final, nos examinará a todos sobre el amor. Es lo más importante para Jesús.
No es que no sean necesarias ciertas cualidades y mucho esfuerzo en la preparación
intelectual; pero si falta el amor, falta lo principal.
Hay un cierto misterio en
la triple pregunta sobre el amor. Siempre se ha dicho que es una contrapartida
a la triple negación de Pedro en la noche del jueves santo. El mismo evangelio
nos recuerda que Pedro se puso triste por el hecho de que Jesús le preguntase
por tercera vez. Para los israelitas, y en general para los orientales, es muy
importante el lenguaje de los números. Y tres significa una cierta totalidad.
Por eso Jesús le pedía un amor total. Así lo sería en la vida de san Pedro,
hasta dar la vida por su Maestro y Señor, siendo crucificado en Roma.
Este amor que le pide Jesús
a san Pedro no es sólo un amor personal, sino un amor con repercusión social,
hacia toda
Esa responsabilidad es muy
grande. Por eso san Pedro se apoya en Jesús. A la tercera pregunta no responde
directamente que le ama, sino “Tu lo sabes todo”.
Tampoco había respondido antes tal cual Jesús le había preguntado: “¿Me amas
más que éstos?” San Pedro responde sólo que le ama. No dice si es más o menos.
Las caídas le habían dado la humildad, que antes no tenía.
Con estas preguntas sobre
el amor Jesús le quiere dar a entender a san Pedro que la autoridad en
Un día, al final, todos
seremos juzgados sobre el amor. Estemos prontos desde ahora para responder
afirmativamente que le queremos y, a través de El y por El, a todas las
personas, con un amor de palabras y sobre todo de hechos de vida.
Desde los primeros tiempos
de