DECIMO SEXTO  DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 

                                       (Año Impar. Ciclo A)

Lecturas bíblicas:

Abrimos nuestra Biblia y buscamos:

a.-  Sab. 12,13.16-19: En el pecado das lugar al arrepentimiento.

b.- Rom. 8, 26-27: El Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables.

c.- Mt. 13,24-43: Dejadles crecer juntos hasta la siega.

Esquema

1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros: Ven Espíritu Santo…

2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perdón Señor….

3.-Oración colecta: Muéstrate propicio con tus hijos, Señor, y multiplica sobre ellos los dones de tu gracia, para que, encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren fielmente en el cumplimiento de tu ley. Por nuestro Señor Jesucristo.

4.- Lectio divina.

a.- ¿Qué dice el texto?

- “El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo” (Mt. 13, 24ss).

El evangelio nos presenta una serie de parábolas. Distinguimos una primera parte con tres parábolas que Jesús dice a la gente: la de la cizaña (vv.24-30), la de la mostaza (vv.31-32), y la de la levadura (vv. 33-35); en la segunda parte, encontramos a Jesús con sus discípulos donde les explica la parábola de la cizaña (vv.36-43). Como trasfondo de todo este texto tenemos la idea que el antiguo Israel se opone al mensaje del Evangelio (cc. 5-7), Sólo el nuevo pueblo que despunta, la entiende y da frutos. En Mateo debemos recordar que las parábolas poseen un sentido crítico respecto a los judíos y su modo de vivir y enseñar la antigua alianza. En la parábola de la cizaña, Jesús les reprocha a los judíos oponerse al evangelio, a  la cosecha, por ello son como la cizaña, toda una crítica a los dirigentes del pueblo. El evangelio, nos presenta una vez más la imagen de la semilla, para enseñar a su pueblo la palabra, que ilumina y salva. Lo propio de esta parábola, es que junto a la semilla de Dios, se afirma la existencia del sembrador del mal, es decir, del enemigo de Dios. Nos enseña que el sembrador de la cizaña, actúa en las tinieblas, de  noche, desde lo escondido para no ser descubierto. Será en el momento de la siega, no antes, que deberán recoger el trigo y la cizaña, para separarlos, mientras el primero se guarda en el granero, la cizaña será quemada. La enseñanza fundamental de la parábola es la presencia de los sembradores, es decir, saber que donde siembra Dios, cerca está Satanás, sembrando la semilla del mal. Quiere prevenirnos de falsos optimismos, saber discernir dónde se encuentra la verdad, el bien, lo santo y perfecto, lo que es fruto de la acción de Dios, y también, descubrir el mal, la mentira de la vida, la maldad, incluso en la comunidad eclesial. La siega, imagen del juicio final, es el momento de separar el trigo de la cizaña, del bien del mal; ese día llegará, lo presidirá el Hijo de Dios, el hombre con su juicio no adelanta nada. Cuando escribe Mateo, parece había un celo excesivo e intolerancia, en lo que se refiere a la implantación del Reino de Dios. Más que insistir en la convivencia del bien y del mal, la acentuación recae en el destino final de la separación del trigo y la cizaña, es decir, del destino de buenos y malos. La parábola hace pensar en esto: ¿por qué hay malos en la Iglesia? Mateo da sus razones: al mismo tiempo que Dios actúa en la vida de los hombres, también lo hace Satanás. Si bien, la selección es por parte de Dios, hay también un tiempo para la conversión, pero la convivencia con los malos, es una oportunidad para ejercitar las virtudes teologales y cardinales, pero también, para hacer apostolado en el sentido de iluminar, nutrir, proponer el Evangelio, como un estilo de vida a todo prójimo que cruza nuestro camino. Las otras dos parábolas son sinónimas (vv.31-33), en el sentido que a pesar de la oposición, hay cosecha abundante. Si no fructifican los dirigentes religiosos, otros lo harán. La cita del Sal.78,2, es todo un desafío dirigido a los discípulos y no a la gente, donde el evangelista deja en claro, que la crítica de Jesús, es la continuación de toda una línea profética.

- “El que siembra la semilla es el Hijo de Dios…” (Mt.13, 37ss).

Finalmente, la explicación de la parábola de la cizaña (vv.36-43), aparecen los hijos de Dios y los del Maligno (cfr. Jn. 8, 39-47; 16,2).  Además de  identificar a los que aparecen en la parábola la explicación lleva otra intención: la decisión del padre de familia no es ya dejar crecer la cizaña y el trigo sino de la siega futura, el drama del Juicio final. Se habla del destino de los malos, a los que hay que prevenir, sino se convierten serán arrojados lejos de Dios (cfr. Mt. 18,6; 22, 40; 5,17; Sant.1,25; Gál.6,13s; 6,2; Mt.25,31s).  La tarea es obrar bien, luchar por y con los valores del Reino, discernir también con la luz de la fe, la obra del enemigo en nuestro camino y en el de la sociedad de hoy, para vencer al mal a fuerza de bien.

b.-  ¿Qué me dice? - Qué me dice?  ¿Qué palabra o hecho de este evangelio me habla al corazón? Escoge tu texto o versículo y da razón de tu elección. Te escuchamos.

- Ser semilla del Reino es vocación que recibimos en el Bautismo y crecerá si somos buena tierra.

. La sabia decisión del dueño del campo es sabernos esperar a nosotros y al prójimo en la continua conversión, cosecha del 30,60 o 100 por uno.

- Parábola de crecimiento, por tanto de mucho cuidado, en no dejar crecer la cizaña en el corazón o lo que sería peor sembrarla en otros. Cuidado dejemos que las virtudes crezcan al sol de la de la gracia divina.

- Parábola de Juicio. El final de la vida es examen en crecido y límpido ante Jesucristo Juez, en verdad y misericordia, donde se recogerá la cosecha de las buenas obras.

- Otros testimonios…

c.- Oración. ¿Qué le digo al Señor Jesús a propósito de este texto? Escoge una palabra con la que inicias tu oración personal. Te escuchamos.

d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este Evangelio?

Me comprometo

5.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje evangélico: Teresa de Jesús, nos invita a poner los ojos en el Reino de Dios, nuestro destino por ser hijos de Dios, miembros de la Iglesia herederos de la vida eterna. “Rey sois, Dios mío, sin fin, que no es reino prestado el que tenéis. Cuando en el Credo se dice: «vuestro reino no tiene fin», casi siempre me es particular regalo. Aláboos, Señor, y bendígoos para siempre; en fin, vuestro reino durará para siempre. Pues nunca Vos, Señor, permitáis se tenga por bueno que quien fuere a hablar con Vos, sea sólo con la boca.” (CV 22,1).

6.- Adoración y Alabanza: Te alabamos Señor.

- Otras alabanzas…

7.- Preces: Te lo pedimos Señor.

- Otras preces…

8.- Padre Nuestro

9.- Abrazo de la paz

10.- Bendición final.

“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros contemplando” (S. Juan de la Cruz).

Página de la Parroquia Virgen del Carmen de Viña del Mar:  www.carmelitasvina.cl.

                                                       P. Julio González C.