Los “Ninis”

 

El mero  nombre tiende a confundirnos. Simplemente es “ni estudian, ni trabajan”. ¿Una nueva clase social? ¿Un nuevo grupo de protesta? ¿Una manera nueva de decir la inconformidad con el sistema? Todo apunta a esta manía de decir hoy con palabras o gestos, la apatía que nos invade: Llámese indiferencia o sin sentido de la vida. Fácilmente caemos en la tentación del facilismo en paralelo con el inmediatismo.

No es un fenómeno para descuidar o dejar de lado. Millones de jóvenes hoy se están matriculando en estos “Ninis”. Son jóvenes sin cuestionamientos al sistema, sin capacidad de crítica, sin rebeldía. Es el ‘quémeimportismo’ absoluto. La sociedad paternalista los ha ido generando y  multiplicando. Tolerancia no es igual a irresponsabilidad. Convivencia no es igual a libertinaje. Disciplina no es igual desobediencia.

Jesús nos cuenta una parábola en la que dos jóvenes, hijos del mismo padre, reciben la orden de ir a trabajar. El trabajo es parte de la vida familiar y es exigencia de nuestro crecimiento y madurez. El uno dice ‘SÍ’ voy, pero ‘NO’ va. El otro dice ‘NO’ voy y al fin va. Todo enmarcado en este voluntarismo que es característica propia de nuestra realidad. Los hijos de ‘Papi’ se turnan para decir la mentira de la vida: Ni trabajo ni estudio.

San Pablo dice que “quien no trabaja que no coma”. Pero la tremenda carga laboral hoy día, nos abruma. Los salarios injustos también nos cuestionan. Todo está protegido por un orden de injusticia, de elitismo, de exclusión que ha marcado definitivamente el horizonte de nuestra sociedad contemporánea. La Palabra de Dios nos exige conversión al hermano, a su situación real, a su angustia existencia. No a los ‘Ninis’ y un NO rotundo a las injusticias.

Cochabamba 01.09.17

jesús e. osorno g. mxy

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