TRIGÉSIMO PRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

                                      (Año Par. Ciclo A)

Lecturas bíblicas:

Abrimos nuestra Biblia y buscamos:

a.-  Mal. 1, 14; 2,2.8-10: No habéis guardado mis caminos.

b.- 1Tes. 2,7-9.13: Acogisteis la palabra como palabra de Dios.

c.- Mt.23,1-12: Hipocresía y vacuidad de los escribas y fariseos.

Esquema

1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros: Ven Espíritu Santo…

2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perdón Señor….

3.- Oración colecta: Señor de poder y misericordia, que has querido hacer digno y agradable por favor tuyo el servicio de tus fieles; concédenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos prometes. Por nuestro Señor.

4.- Lectio divina:

a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo domingo.

- “Entonces Jesús habló al gentío y a sus discípulos,  diciendo: «En la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los fariseos.  Así que haced y cumplid todo lo que os digan, pero no hagáis conforme a sus obras, pues dicen pero no hacen” (Mt. 23, 1-3).

En el evangelio, encontramos la denuncia hecha por Jesús acerca de la  hipocresía  de los fariseos (vv.1-7) y una instrucción a los apóstoles acerca de la vida  comunitaria (vv. 8-12). Jesús denuncia que los fariseos y escribas: no hacen lo que dicen (v. 3). Este texto es quizás el discurso más duro de Jesús contra los  escribas y fariseos. Los primeros eran los intérpretes oficiales de la Ley de Moisés;  hombres de gran influencia, dictaban sentencia en los tribunales, formaban a los  creyentes, determinaban el sentido y la conducta que indicada el código de Moisés. Los fariseos, en cambio, defendían que la Ley de Moisés, reunía todas las normas para lo civil y  religioso, ya fuese como sociedad, como en forma individual. Se consideraban  santos, porque cumplían la Ley  hasta en sus más mínimos detalles. También estos administraban justicia y  formaban a la gente. Ambos grupos, escribas y fariseos, son criticados por Jesús  porque oprimían al pueblo, unos con el peso de la observancia de la Ley y los otros  por haber quitado a la Ley todo su humanismo, olvidando gravemente las  necesidades del prójimo. Esta es la causa de su hipocresía, según Jesús. Como  Moisés juzgaban a los trasgresores, sentados en la cátedra, pero ellos no eran  modelos de conducta; habían hecho de la Ley un peso insoportable para los demás,  pero los escribas habían encontrado la forma de eludirla (cfr. Hch. 15, 10). Su  conducta era siempre para ser vistos y alabados, sin principios fuertes y  determinantes ante Dios y al prójimo, preocupados de los externo, como las filacterias (v.5; cfr. Dt.  6,11; Ex.13) y los flecos del manto, (cfr. Núm.15, 38; Mt. 9, 20). En el fondo, pecaban de vanagloria y soberbia.

- “Vosotros en cambio, no os dejéis llamar ‘Rabí’, pues vuestro maestro es uno, y todos vosotros sois hermanos” (Mt. 23, 8-9).

En un  segundo momento, encontramos esta instrucción a la comunidad apostólica. Hacerse llamar “Rabí” era título dado a algunos maestros importantes; si Jesús lo  prohíbe, es porque el único Maestro es Dios, como enseñaba el profeta, en la  plenitud de los tiempos, serán enseñados por Dios, por lo mismo todos son  hermanos, discípulos de Jesús, hijos del Padre celestial (cfr. Ml. 2,8-10). Los judíos  llamaban padre a Abraham, desde la predicación de Jesús,  encontramos la  paternidad de Dios, único verdadero Padre. Hay un solo dirigente o instructor: el  Cristo, única vía hacia Dios. La última sentencia: “El que se enaltece será  humillado, y el que se humilla será enaltecido” (v. 12), es decir, la máxima  dignidad del cristiano es el servicio al prójimo y cuanto más se progresa en este  camino, la exigencia también aumenta. Quien se ensalce, será humillado, en  cambio, quien se humille será exaltado por Dios. Si bien podemos pensar que el  mensaje va dirigido a nuestros legítimos Pastores, no hay que olvidar que escribas  y fariseos eran laicos. La condena de la hipocresía religiosa puede afectar a todo  cristiano, lo que habla de cuánto nos falta por convertir en nuestro corazón y  purificar en nuestra voluntad con amor y humildad. Lo que espera el pueblo de Dios, es un servicio de la Palabra, y de los Sacramentos, por parte de sus legítimos pastores, un culto digno semanal y dominical, una conducta coherente entre lo que se predica y lo que se vive, como testimonio auténtico de vida cristiana. Es precisamente este testimonio humilde y fecundo de la jerarquía hace que el pueblo fiel comprenda que se puede vivir las exigencias evangélicas. Acojamos la Palabra de Dios que Jesús nos comunica, como lo que es en verdad, Palabra de Dios, no palabra de hombre, sino como creyentes donde la sinceridad y fidelidad es a la hora de proclamar la fe, desde lo interior y en verdad. El evangelio nos comunica la verdad de Dios por lo mismo nos exige autenticidad en la celebración litúrgica y en la vida cotidiana.

b.- Meditación. ¿Qué me dice el texto? ¿Qué palabra o hecho de este evangelio me habla al corazón? Escoge tu texto.

- “Haced, pues, y observad todo…” (v.3). Gran invitación de Jesús a la obediencia a la fe, a la palabra, más allá de los instrumentos que usa el Señor.

- “Todas sus obras las hacen para ser vistos…” (v.5). La vanidad espiritual es un vicio en la vida de fe del creyente que hay que evitar siempre.

- “Uno sólo es vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos…” (v. 8). Quiero ser siempre discípulo, para nunca dejar de escucharle a ÉL, el único Maestro, que me instruya en lo interior y por los hermanos.

- Otros testimonios…

c.-  Oración. ¿Qué le digo al Señor a propósito de este texto? Escoge una palabra del texto con la que inicias tu oración personal.

- “No os dejéis llamar Rabí” (v.8). Señor Jesús, verdadero Maestro, concédeme el espíritu de discípulo atento, para ser como su Maestro en esta vida. Te lo pido Señor.

- “Uno sólo es vuestro Padre” (v.9). Señor Jesús, no quiero otro padre que el Padre Dios, para adorarlo, alabarlo, bendecirlo por sus obras, pedirle. Vivir por el Padre. Te lo pido Señor.

- “El mayor sea vuestro servidor” (v.11). Señor Jesús, aumenta tu amor en mí corazón, para amar al prójimo como tú lo amas. Te lo pido Señor.

 - Otras oraciones…

d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este evangelio?

-  “El mayor sea vuestro servidor” (v.11). Me comprometo a servir desinteresadamente al prójimo. Servir aquí para reinar en la vida eterna, como el Bautista, María Santísima, como Jesús, Teresa de Ávila,… 

5.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje evangélico: Teresa de Jesús, buscó el bien de la Iglesia Católica, su Iglesia, en la que muere como hija, por eso quiere que sus hijas e hijos pusieran todas sus energías en orar por todos los miembros que la conforman. “Que todas las monjas estén ocupadas en oración por los que son defensores de la Iglesia” (CV 1,2).

6.- Adoración y Alabanza. Te alabamos Señor.

 

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7.- Preces. Te lo pedimos Señor.

 Por la Iglesia de Dios, para que siempre busque a los pecadores y les perdone:

Roguemos al Señor.

 Por los gobernantes, para que agoten todos los esfuerzos y recursos para conservar

sano el ambiente y la naturaleza que Dios nos ha regalado y es reflejo de su amor y

belleza: Roguemos al Señor.

 Por los que viven alejados de Dios, para que escuchen la Palabra de Dios, se

arrepientan y respondan a la gracia, que Dios les concede, con una conversión

personal: Roguemos al Señor.

 Por los jóvenes, sea cual sea su modo de vivir, para que sean capaces de descubrir

que vale la pena seguir a Cristo, porque sólo Él es capaz de hacerles felices:

Roguemos al Señor

 Por nosotros, aquí presentes, para que no prestemos atención a los falsos profetas

modernos y permanezcamos fieles a nuestra vocación cristiana y al mensaje de Cristo

enseñado por la Iglesia: Roguemos al Señor.

 Por todas nuestras intenciones difuntas: familiares, amigos y conocidos, para que

encuentren en la Misericordia divina, el pago de sus buenas obras pronto en el cielo,

junto a Santa María, Roguemos al Señor

 

 

8.- Padre Nuestro

9.- Abrazo de la paz

10.- Bendición final.

“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros contemplando” (S. Juan de la Cruz).

Página Web de la Parroquia Virgen del Carmen: www.carmelitasviña.cl.