4ª semana de
Cuaresma. Viernes: Jn 7, 1-2.10.25-30
Hoy nos
trae
Se
llamaba de las tiendas porque recordaban el tiempo en que los israelitas
tuvieron que vivir en tiendas o chozas a su paso por el desierto. El origen de
la fiesta (y que se seguía celebrando) era el final de la recolección de todas
las labores agrícolas, incluyendo la última, que había sido la cosecha de uvas.
Así
pues, en esta fiesta por el mes de Octubre, muchos galileos iban a Jerusalén,
aunque no era la fiesta principal de
Al fin
fue también Jesús a Jerusalén, aunque un poco como en secreto. Pero, como “el
sol no se puede tapar con la mano”, tampoco los deseos de Jesús de manifestar
el reino de Dios. Así que, cuando llegó al templo, se puso a enseñar. Muchos de
los judíos, que le escuchaban, se admiraban al oírle, porque sabían que le
buscaban para matarle. Jesús seguía hablando y discutiendo sobre su doctrina y
la relación con
Y ahora
examinamos las palabras que nos trae el evangelio de este día. Lo primero es
constatar un hecho: Jesús es perseguido y sin embargo habla libremente. Así lo
hacen notar algunos en Jerusalén. Y como veían que no le echaban mano, se ponen
a pensar si es que las autoridades se habrán convencido que Jesús es el Mesías.
Se ve que ésta era la opinión de muchos por Jerusalén. Lo que estaba equivocado
era el concepto que tenían sobre el Mesías, que no coincidía con lo que Jesús
pensaba sobre el Mesías-servidor.
Y ahora
se expone una característica rara que tenían sobre el Mesías. Había una idea,
que se había hecho popular, de que el Mesías, cuando viniere, no se debía saber
de donde vendría. Parece ser que pensaban que vendría del cielo. Es decir, que
un día se abriría la bóveda del cielo y dejaría caer de repente al Mesías.
Para
éstos el problema estaba en que sabían de dónde venía Jesús, ya que sabían que
era galileo y de Nazaret. A esto Jesús proclama que saben de dónde viene, pero
muy a medias, porque no conocen a Quien le ha enviado. No saben su verdadera
procedencia.
Sea
porque con esa frase entendieron que decía proceder de Dios o porque se les
acababa la paciencia, algunos le querían prender, pero no se decidieron a ello.
El evangelista acentúa que se debía a que aún no había llegado la hora de la
entrega de Jesús para la redención.
Un
reflejo de esta persecución contra Jesús aparece en el Antiguo Testamento, en
la página que hoy nos trae la primera lectura. En el capítulo 2º del libro de
Para
nosotros estas palabras hoy de Jesús nos interpelan, pues a veces decimos que
le conocemos bien, cuando en realidad sólo le conocemos en lo superficial. Por
lo tanto siempre, y especialmente en Cuaresma, debemos acrecentar más los
deseos, y la realidad, de conocer a Jesús en sus sentimientos y en lo profundo
de su ser, para así mejor imitarle. Hoy nos enseña que, aunque es perseguido,
tiene el alma en paz, porque le embarga el amor infinito de su Padre Dios.