5ª semana de
Cuaresma. Jueves: Jn 8, 51-59
En las vísperas de
Comienza hoy el evangelio
con unas palabras de Jesús, que deben ser de un gran optimismo para nosotros:
“Quien haga caso de mi mensaje no sabrá nunca lo que es morir”. Hacer caso de
su mensaje o “guardar su palabra” no es sólo oír o escuchar, sino guardarla en
el corazón, como hacía
Los judíos entendieron las
palabras de Jesús al pie de la letra en sentido material. Estaban acostumbrados
a leer así
Como los judíos tenían a
Jesús por loco y creían que había dicho una barbaridad, sacaron el tema de
Abraham para contradecirle. Ellos se gloriaban de ser “hijos de Abraham”, el
padre de la fe, como un título muy apreciado. No podían admitir que ningún
israelita fuese más grande que Abraham. Por eso, si Abraham había muerto, no
podían admitir que alguien, y menos un campesino como Jesús, hablase de una no
muerte. Entonces es cuando Jesús toma el tema de Abraham, no para deshonrarle,
sino para acentuar esta hora en la que estaban viviendo. Lo mismo que Abraham
se alegró por el hijo corporal, que fue Isaac, así también se alegra por este
otro hijo de la fe, que colma todas las esperanzas y promesas de Dios. Ya
cuando Abraham confiaba en Dios, estaba contemplando la presencia salvadora del
Mesías. Termina Jesús diciendo que El existía antes que Abraham. Y dice la
fórmula que todos conocían para declarar el nombre de Dios, como se lo había
manifestado a Moisés: “soy el que soy”.
Los judíos entendieron tan
claro que se proclamaba Dios, que cogieron piedras para tirárselas, como solían
hacer con los blasfemos, aunque debía hacerse siempre después de un juicio. No
había llegado “su hora” y Jesús se escapó. – Jesús podría haber hecho allí
algún milagro espectacular para convencerles que era Dios, pero nunca usó el
poder para sí. Sobre todo respeta la libertad de los que intentan su muerte
como respeta siempre la nuestra. Por eso no nos fuerza al bien, sino que nos
invita.
Para nosotros las palabras de Jesús nos deben llenar de alegría y optimismo. El es ciertamente Dios y si hacemos caso de sus mensajes tendremos la “vida eterna”, no sólo para después de la muerte, ya que no será totalmente muerte, sino desde ahora. Ya sé que en algunas culturas, que se llaman modernas, está mal visto el hablar de vida eterna; pero nosotros confiamos en las palabras de Jesús.