COMPARTIENDO EL EVANGELIO

Reflexiones de Monseñor Rubén Oscar Frassia

(Emitidas por radios de Capital y Gran Buenos Aires)

 

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

 

Evangelio según San Marcos 14,12-16.22-26.

 

El primer día de la fiesta de los panes Acimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los discípulos dijeron a Jesús: "¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida pascual?". El envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: "Vayan a la ciudad; allí se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, y díganle al dueño de la casa donde entre: El Maestro dice: '¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer el cordero pascual con mis discípulos?'. El les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones y ya dispuesta; prepárennos allí lo necesario". Los discípulos partieron y, al llegar a la ciudad, encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua. Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen, esto es mi Cuerpo". Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos bebieron de ella. Y les dijo: "Esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos. Les aseguro que no beberé más del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios". Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los Olivos.

 

CORPUS CHRISTI

 

Queridos hermanos, la Eucaristía es memorial del Antiguo y del Nuevo Testamento. En el Antiguo Israel, la sangre -que es la vida, que es purificación, que es bendición- cuando se inmolaban, se sacrificaban animales, se esparcía a todos los presentes en señal de purificación. En el Nuevo quien ocupa el lugar del cordero es Cristo, el cordero inmolado que se ofrece por nosotros.

 

De allí que tengamos una altísima estima y total respeto, a todo lo que tiene que ver con el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Por eso no toleramos que alguien osadamente menosprecie o ridiculice lo que significa el Cuerpo del Señor.

 

Lo que es más importante para nosotros es que Cristo se entrega para darnos la vida: entrega su vida y nadie se la quita porque Él libremente la da. Se ofrece y no solo se entrega sino que se queda con nosotros; nos libera de todos los pecados, es una entrega concreta y con su Sangre derramada por todos como expiación de los pecados, sella la nueva y verdadera Alianza. Es acción de gracias que Cristo ofrece al Padre, nutridos por Él, movidos y unidos al Espíritu Santo.

 

Cristo nos alimenta y se va todo vestigio de muerte. Cristo nos alimenta y nos robustece. Cristo nos alimenta y nos fortalece. Cristo nos alimenta para que no permanezcamos en la infantilidad, para que nuestra vida y nuestra fe sean adultas; para que desarrollemos todos los valores y capacidades en nuestra vida. Cristo nos alimenta porque nos diviniza; porque nos hace parte de su misterio y nos da fuerza para que podamos ser testigos en este mundo.

 

Que el Cuerpo de Cristo hoy sea muy reconocido por la Iglesia, por todos los creyentes y respetado por aquellos que no lo son.

 

Les dejo mi bendición: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén