«ORACIÓN POR LA PATRIA»
Carta de monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de
Posadas,
para el 14° domingo durante el año
[8 de julio de 2018]
Este lunes 9 de julio será un día
especialmente significativo para los argentinos, ya que en esta fecha
recordamos la Independencia Nacional. También celebramos a Nuestra Señora de
Itatí, patrona de nuestra Diócesis y de nuestra región del Nordeste Argentino.
Esta advocación a la madre de Jesús, «Nuestra
Señora de Itatí», es una devoción antigua y
querida por el pueblo de Dios en nuestra región y en toda nuestra Patria.
Al iniciar esta carta dominical,
quiero compartir que este domingo 8 de julio estaremos viviendo un momento muy
especial en el Santuario Nacional de nuestra madre de Luján. A las 11 horas.
celebraremos la Misa en la Basílica como pueblo de Dios peregrino con los
obispos argentinos que podamos participar, con muchos sacerdotes y consagrados
para rezar por la Vida. Es un momento difícil el que estamos viviendo en
nuestra Patria, sobre todo por la posibilidad de legalizar el aborto, o sea,
que con una ley se pueda matar a un niño por nacer. La Virgen María, que
siempre nos acompañó a los argentinos, es aurora del mundo nuevo, madre de los
vivientes. A ella confiamos la causa de la Vida. Rezaremos y consagraremos al
Pueblo argentino para que podamos vivir en nuestra Patria el gozo de expresar
que en nuestra tierra «toda Vida vale».
A Ella, a María de Itatí que siempre
nos acompaña, queremos pedirle en este 9 de julio que interceda ante nuestro
Padre Dios, por nuestra Patria y por nuestra provincia de Misiones. Hoy debemos
comprender que toda vocación, pero especialmente la de los laicos, pasa por la
responsabilidad ciudadana, e implica la transformación de las realidades
temporales. Nos decimos cristianos o católicos, pero lamentablemente hay muchas
rupturas entre la fe que profesamos y nuestras opciones. La responsabilidad del
cristiano como ciudadano debe ayudar a que podamos madurar nuestro sistema
democrático para que se fundamente en una real convivencia social. Lamentablemente
en nuestros días donde se plantea un supuesto debate sobre la legalización del
aborto nos encontramos con falta de dialogo, de escucha y de respeto. Se lanzan
expresiones de violencia que no son democráticas y que ensombrecen las
instituciones de la República.
Considero que pueden servir algunos
textos del documento «Navega mar adentro» de la Conferencia
Episcopal Argentina, que se refieren al servicio que los cristianos podemos
brindar para que nuestra sociedad sea un poco más responsable y justa: «[La Nueva Evangelización]
nos exige responder con todos los esfuerzos que sean necesarios para lograr la
inculturación del Evangelio, que propone una verdad sobre el hombre, la cual
implica un estilo de vida ciudadano comprometido en la construcción del bien
común.
En esta perspectiva se concreta la
cosmovisión cristiana del hombre y del mundo. Aparece en toda su riqueza el
humanismo cristiano que permite generar la “civilización del amor”, fundada
sobre valores universales de paz, verdad, solidaridad, justicia y libertad, que
encuentran en Cristo su plena realización. Una conversión es incompleta si
falta la conciencia de las exigencias de la vida cristiana y no se pone el
esfuerzo de llevarlas a cabo. Esto implica una formación permanente de los
cristianos, en virtud de su propia vocación, para que puedan adherir a este
estilo de vida y emprender intensamente sus compromisos en el mundo,
desarrollando las actitudes propias de ciudadanos responsables. Para lograr
este servicio educativo a nuestra sociedad hemos de centrarnos en dos
instituciones: la familia y la escuela-universidad. Además, destacamos la
Doctrina Social de la Iglesia, como el mejor medio para encarar los principios
evangélicos en la compleja realidad cultural, política, social, ecológica y
económica» (95-97).
Aunque Misiones tenga la peculiaridad
de no realizar oficialmente el histórico «Te Deum» (himno de acción de gracias
a Dios por la Patria), como venimos realizando en estos últimos años, rezaremos
el mismo en este 9 de julio en la Catedral en la Misa de las 20 horas. Al mismo
están invitados los dirigentes políticos, sociales, civiles y militares, junto
a todo el pueblo que quiera participar e implorar a Dios, para que nos
fortalezca y nos anime en la esperanza.
¡Un saludo cercano y hasta el próximo
domingo!
Mons. Juan
Rubén Martínez,
obispo de Posadas