VIGÉSIMO PRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

                                    (Año Par. Ciclo B)

              

Lecturas bíblicas:

Abrimos nuestra Biblia y buscamos:

a.- Jos. 24, 1-2.15-17.18: Nosotros serviremos al Señor, porque él es nuestro Dios.

b.- Ef. 5, 21-33: Este es un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

c.- Jn. 6, 60-69: ¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna.

Esquema

1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros: Ven Espíritu Santo…

2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perdón Señor….

3.- Oración colecta: ¡Oh Dios!, que unes los corazones de tus fieles en un mismo deseo; inspira a tu pueblo el amor a tus preceptos y la esperanza en tus promesas, para que, en medio de las vicisitudes del mundo, nuestros corazones estén firmes en la verdadera alegría. Por nuestro Señor.

4.- Lectio divina:

a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo domingo.

- “Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?” (Jn. 6, 60s).

El evangelista Juan nos presenta la reacción de la muchedumbre, y de los apóstoles, ante el discurso eucarístico. Intolerables les resultan las palabras de Jesús por la relación que establece entre el discurso del pan, y la participación en el banquete del Señor; fe en su persona en definitiva. La aceptación personal de Jesús en la propia vida, es la clave de la fe. Jesús no priva a los hombres de su decisión, por ello, la pregunta acerca si les escandaliza con su propuesta de fe (v.61), lo que incluye también a los apóstoles. Comienzan a murmurar los judíos, lo que habla de su poca disposición para creer, lo que no quita que el escándalo pueda ser una posibilidad para comenzar a creer, o afirmarse en la propia fe. ¿Qué será entonces, cuando le vean subir, regresar al seno del Padre? Tema muy relacionado con el Pan bajado del cielo, descenso del Hijo, mencionado muchas veces en Juan, con lo  que completa su cristología acerca del Hijo del Hombre (v. 62). Sólo el Espíritu Santo, hará comprender el misterio de la Eucaristía, realidad divina, que es fuente de vida para el hombre (v.63); permanecer en la carne, es quedarse en lo humano, en la indisposición para creer, puesto que una forma incrédula de ver, afecta al objeto de la fe, que es Cristo, porque, puede  ser un impedimento, para ver a Jesús glorificado. El Espíritu da vida, viene a significar que es el quien genera la fe en Jesús, lo que posibilita creer, y comprender rectamente  sus palabras, con lo que a su vez, el creyente tiene la experiencia de creer, que lo dicho por Jesús, entra en el ámbito del Espíritu; sus palabras son espíritu y vida verdaderos para el que cree (v.63). Pero Jesús, conoce el interior del hombre, como se conoce y su destino, sabe quienes creen y quienes no, incluido Judas, el traidor (v.64). Es el misterio de la fe y de la incredulidad que sólo el Padre conoce, y salva a los hombres, conduciéndolos hacia su Hijo, para conocerle a ÉL, por medio de la fe, dejándole siempre ejercer su libertad  (vv. 65; Jn. 6, 37). Sigue la vuelta atrás de muchos discípulos, que se alejan de Jesús, ya no le siguen, es el fracaso de su discurso entre esa gente, no se les mencionará más en el evangelio (v. 66). Fueron pocos los que quedaron, pero Jesús no priva a nadie de su decisión de fe, como tampoco se retracta de ninguna de sus palabras que facilite, sino el acto de fe.

- “Jesús dijo entonces a los Doce: ¿También vosotros queréis marcharos? Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿dónde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.” (Mc. 6, 67-69).

La contra pregunta de Pedro, busca señalar la importancia de Jesús, para el creyente, no hay salvación fuera de ÉL: “Tú tienes palabras de vida eterna” (vv. 68-69), expresión exclusiva, que equivale a decir: sólo Tú, nadie más que Tú, puede comunicar vida eterna. Sus palabras, son de vida eterna, porque comunican la vida de Dios al creyente, la que sale al encuentro del hombre en Cristo Jesús. Viene entonces la confesión de fe: “Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios” (v. 69). Nos encontramos con la fe y el conocimiento, dos elementos muy presentes en Juan, se necesitan y complementan mutuamente. Creer, es a la vez conocer, poseer una fe ilustrada  y reflexiva; significa conocer, lo que genera un movimiento de fe, confianza y reconocimiento. Creer y conocer en Juan, en palabras de Pedro, portavoz de los Doce, revela una fe orientada sólo hacia la persona de Jesús. Ser el Santo de Dios, atributo personal de Jesús, equivale a decir, que ÉL pertenece total y absolutamente a Dios, y a su santidad divina. Esta confesión de Pedro es un auténtico acto de fe, porque nace de una situación concreta, toda una decisión de fe, respuesta a la pregunta que plantea la revelación, y no es el asentimiento a la propuesta de una doctrina, o resultado de una especulación. La respuesta de Jesús, encierra reserva y misterio, porque uno de los que ÉL ha elegido, lo va a traicionar, uniendo su acto a la esfera de Satanás (cfr. Jn.13, 2. 21-30). Judas, aparece como instrumento de las fuerzas del mal. El mensaje del Pan de Vida, concluye con esta mezcla de confesión de fe, por parte de los apóstoles, pero también, de traición, preclaro anuncio del misterio pascual de Cristo, de donde nos vienen todos los bienes.   

b.-  Meditación. ¿Qué me dice?  ¿Qué palabra o hecho de este evangelio me habla al corazón? Escoge tu texto o versículo y da razón de tu elección.

- “Es duro este lenguaje: ¿Quién puede escucharlo?” (v. 60). Ayúdame Señor a comprender este lenguaje desde la luz de la fe.  

- “Pero hay entre vosotros algunos que no creen” (v.64). Me dice que la decisión de creer es personal y renovarla también; cada día quiero creer en Jesús Palabra, Eucaristía, Comunión, Compromiso.

- Otros testimonios…

c.- Oración. ¿Qué le digo al Señor Jesús a propósito de este texto? Escoge una palabra con la que inicias tu oración personal.

- “Nadie puede ir a mí, si no se lo concede el Padre” (v.65). Siempre quiero que el Padre me conduzca a Jesús. Te lo pido Señor.

- “Tú tienes palabras de vida eterna” (v.68). Te pido Señor conocer y amar tu palabra, para tener cada vez mejor experiencia de la salvación que nos ofreces. Te lo pido Señor.

- Otras oraciones…

d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este evangelio?

- Me comprometo a un seguimiento con mayor escucha y vivencia de esas palabras de vida eterna.

5.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje evangélico:

d.- Relectura bíblica, que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje evangélico: Nos exhorta a unir a la oración del Padre Nuestro, el deseo de pedir diariamente al Padre el Pan de la Eucaristía: “ Así que, hermanas, tenga quien quisiere cuidado de pedir ese pan; nosotras pidamos al Padre Eterno merezcamos recibir el nuestro pan celestial de manera que, ya que los ojos del cuerpo no se pueden deleitar en mirarle por estar tan encubierto, se descubra a los del alma y se le dé a conocer; que es otro mantenimiento de contentos y regalos y que sustenta la vida.” (CV 34,5).

6.- Alabanza y Adoración. Te alabamos Señor.

- Te alabamos Padre por darnos a tu Hijo, como alimento de vida eterna. Te alabamos Señor.

- Te alabamos Hijo, por quedarte en la Eucaristía. Te alabamos Señor.

- Te alabamos Espíritu Santo, por traernos del cielo a Jesús en cada Eucaristía. Te alabamos Señor.

- Te alabamos Padre desde los que son indiferentes, ateos; los que buscan la verdad, desde ellos y con ellos te alabamos Señor.

- Te alabamos desde las familias cristianas, grupos de adoración eucarística, monasterios de clausura, enfermos de cuerpo y alma, desde ellos y con ellos, te alabamos Señor.

- Otras alabanzas…

7.- Preces: Te lo pedimos Señor.

- Te pedimos Señor por la Iglesia para que siga predicando el misterio de Jesucristo muerto y resucitado. Te lo pedimos Señor.

- Por el Papa y los obispos y ministros de la Iglesia para que sigan celebrando la Eucaristía en nombre de Jesucristo y su Iglesia. Te lo pedimos Señor.

- Por todos los que participan en la Eucaristía dominical para sean consecuentes en crear comunión y unidad en sus vidas y familias. Te lo pedimos Señor.

- Por los pobres y necesitados para que la caridad fraterna, fruto de la Eucaristía, aumente las iniciativas y oportunidades de ayuda a los más necesitados. Te los pedimos Señor.

- Otras preces…

8.- Padre Nuestro

9.- Abrazo de la paz

10.- Bendición final.

“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros contemplando” (S. Juan de la Cruz).

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