DOMINGO “FIESTA DEL BAUTISMO” (C) (Mateo, 3,13-17)
¡ Hijos de Dios ! ¡ A ese rango nos eleva el Bautismo del Señor ! |
- Conocí a un Obispo que en
sus visitas pastorales, en los encuentros con los niños, solía hacer esta capciosa
pregunta ¿Por dónde se entra en
Nunca faltaba algún espontáneo
que contestara: “por la puerta”. Era el momento que aprovechaba el Obispo para pontificar:
a
- El hecho de que hayamos escuchado
el relato del Bautismo de Jesús a manos de Juan el Bautista, podría quizás
generar en alguno la pregunta:
¿Qué Bautismo es el que celebramos en esta
Festividad, el Bautismo recibido por Jesús en el Jordán de manos de Juan, o el
que instituye Jesús y hemos recibido cada uno de nosotros en el Bautismo?
- Tendría poco sentido que, a
estas alturas, celebráramos nosotros aquel Bautismo de Juan que, aunque cumplió,
en su momento, un puntual objetivo penitencial, quedó sin vigencia con la
llegada de Jesús. Aquel Bautismo fue sólo un eventual Rito de penitencia, que preparaba
el verdadero Bautismo de Jesús, como lo confiesa el propio Juan: “Yo os he bautizado
con agua, pero El os bautizará con Espíritu Santo y fuego”.
- El Bautismo, por
tanto, que
Divinidad
de Cristo.
- Pero, esta Fiesta, enmarcada
dentro de
- En la escena, que
nos presenta el Evangelio de hoy, es el mismo Dios Padre quien, solemnemente,
testimonia
“Este es mi Hijo amado: escuchadle”
-
1º) Agradecimiento a Dios por el Bautismo que nos
hizo hijos suyos.
2º) Es
una buena ocasión para renovar, de forma personal, nuestros compromisos
bautismales porque, cuando nos bautizamos no teníamos capacidad para hacerlo.
(El Papa Francisco: “¿fecha de vuestro Bautismo?”)
3º) Y, finalmente, (a propósito de la revelación que
el Padre nos hace), es también, una ocasión propicia para reafirmarnos en esta importante
verdad de Fe: Que Jesucristo es, Dios y hombre verdadero. Guillermo Soto