TIEMPO
ORDINARIO – DOMINGO III C
(27-enero-2019)
Jorge Humberto Peláez S.J.
La
Palabra de Dios como eje de la vida de la Iglesia
ü Lecturas:
o Libro
de Nehemías 8, 2-4ª. 5-6. 8-10
o I
Carta de san Pablo a los Corintios 12, 12-30
o Lucas
1, 1-4; 4, 14-21
ü Las
lecturas de este domingo nos ayudan a entender cómo la vida del Pueblo de la
antigua Alianza y de la naciente comunidad apostólica, giraba en torno a la
Palabra de Dios. En ella encontraban su identidad, de ella se nutrían, era la
fuente de inspiración para su actuar.
ü Los
católicos debemos aprender de las Iglesias cristianas su dedicación a la lectura
de la Biblia. Sus fieles están muy familiarizados con los textos sagrados, y su
espiritualidad se alimenta de la Biblia. A pesar de la insistencia del
Magisterio, que nos motiva a profundizar en el conocimiento de la Sagrada
Escritura, la comunidad de los fieles no ha avanzado suficientemente por este
camino. Es una tarea que tenemos pendiente.
ü En
primer lugar, vayamos a los textos del Antiguo Testamento: el libro de Nehemías
y el Salmo 18.
ü Para
comprender el significado teológico del relato de Nehemías, hay que tener en
cuenta el momento histórico que vivía el pueblo elegido. Después de padecer la durísima
experiencia del exilio, se le permitió al pueblo judío regresar a su tierra. Allí
restablecieron el culto, levantaron el Templo, reconstruyeron las murallas de
Jerusalén, vivían en comunidad gobernados por los suyos y regidos por la Ley de
Moisés. En la historia de Israel, esta época corresponde al nacimiento del Judaísmo.
ü Estas
rápidas pinceladas nos permiten comprender la carga emocional que se siente en
la asamblea convocada por el gobernador Nehemías, y donde el sacerdote Esdras instala
solemnemente el Libro de la Ley e inicia su lectura. Después de los
sufrimientos del exilio, el pueblo ha regresado a su tierra y puede volver a
ser él mismo. Lágrimas, cantos, risas, alegría. El pueblo elegido reafirma su
identidad alrededor de la Palabra de Dios leída por los jefes religiosos.
ü El
relato de Nehemías nos permite captar los sentimientos que embargaban a la
comunidad. Y el Salmo 18 nos ayuda a comprender el significado teológico de
esta lectura de la Palabra de Dios. ¿Qué encuentra el pueblo judío en sus
textos sagrados? El salmista nos desentraña su sentido: “La ley del Señor es
perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante.
Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es
límpida y da luz a los ojos”.
ü Es
claro, entonces, que el pueblo de Israel encuentra en los textos sagrados su
alimento, su inspiración, su hoja de ruta. En ellos está consignada la voluntad
de Dios. Con frecuencia, el pueblo de Israel se apartó del camino del Señor por
el mal ejemplo de sus dirigentes, y pagó un precio muy alto por su infidelidad.
ü Vayamos
ahora al texto del evangelista Lucas, quien nos describe brevemente cómo fue el
proceso de elaboración de los Evangelios:
o Los
Apóstoles, que fueron testigos directos de las enseñanzas de Jesús y sus milagros,
que vivieron la experiencia de la resurrección y recibieron los dones del Espíritu
Santo, asumen con entusiasmo el anuncio de la Buena Noticia. Todos ellos coincidían
en el contenido fundamental o kerigma, y lo proclamaban teniendo en cuenta las particularidades
de las comunidades destinatarias.
o Poco
a poco se va pasando a una segunda etapa: poner por escrito la predicación de
los Apóstoles. Es lo que nos narra Lucas: “Puesto que muchos ya emprendieron la
tarea de componer un relato de todos los acontecimientos que por voluntad
divina se han cumplido entre nosotros, siguiendo la tradición que nos dejaron
los que desde el principio fueron testigos oculares y luego se dedicaron al
servicio de la Palabra; también a mí me pareció oportuno, después de investigarlo
todo cuidadosamente desde sus orígenes, ofrecerte, ilustre Teófilo, esta
narración ordenada, para que compruebes la solidez de las enseñanzas que
recibiste”.
o Tal
es el proceso de redacción de los Evangelios: En primer lugar, la predicación
de los Apóstoles; luego empiezan a consignarse por escrito estas catequesis;
este proceso redaccional duró años. Y así fueron tomando cuerpo los escritos
del Nuevo Testamento.
o ¿Cuál
es el mensaje teológico que nos comunica este texto? A lo largo de los siglos,
el contenido central de la labor evangelizadora de la Iglesia es el anuncio del
kerigma, o sea, el testimonio de quienes fueron testigos oculares de la vida de
Jesús y compartieron con el Señor resucitado.
ü Por
eso debemos recomendar incansablemente el estudio y la meditación de los
Evangelios. Allí se encuentra el mensaje central de Jesucristo, revelador del
Padre. Por eso es tan importante que en sus homilías los sacerdotes expliquen
la Palabra de Dios y su conexión con la vida diaria de los fieles. Es
lamentable que los sacerdotes desaprovechen esta maravillosa oportunidad de
formar a la comunidad, y hablan de otros temas impertinentes como la política o
la economía o los chismes de la comunidad. Los grupos de estudio de la Biblia
son una magnífica herramienta de evangelización. Allí los fieles pueden adquirir
los conocimientos básicos que les permitan leer la Biblia de manera inteligente,
sin caer en las interpretaciones literales y fundamentalistas tan frecuentes entre
los hermanos separados.
ü Las
lecturas de este domingo son una invitación a dar a la Palabra de Dios todo el
protagonismo que le corresponde como auto-manifestación de Dios, como alimento
espiritual y como guía para el bien obrar.