Cristo es solidario con los que sufren.
31/08/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 4, 38-44
Al meterse el sol, todos los que tenían enfermos se los llevaron a Jesús y Él,
imponiendo las manos sobre cada uno, los fue curando de sus enfermedades. De
muchos de ellos salían también demonios que gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!».
Pero Él les ordenaba enérgicamente que se callaran, porque sabían que Él era el
Mesías.
Al día siguiente se fue a un lugar solitario y la gente lo andaba buscando. Cuando lo
encontraron, quisieron retenerlo, para que no se alejara de ellos; pero Él les dijo:
«También tengo que anunciarles el Reino de Dios a las otras ciudades, pues para
eso he sido enviado». Y se fue a predicar en las sinagogas de Judea. Palabra del
Señor.
Oración introductoria
Jesús, ilumíname en esta oración para saber cómo acercarme a Ti, con la confianza
en que sólo Tú puedes sanar todo lo que necesita ser curado en mi vida.
Petición
Jesús, dame la fuerza de voluntad y la fe para recurrir a Ti en todas mis
necesidades.
Meditación
«Él revela a quienes padecen el lugar que tienen en el corazón de Dios y en la
sociedad. El evangelista nos ofrece como ejemplo la curación de la suegra de Pedro.
Dice que le hablan a Jesús de la enferma sin más preámbulos, y "Jesús se acercó,
la cogió de la mano y la levantó"[…] Vemos a Jesús pasar un día con los enfermos
para confortarlos. Así, con gestos concretos, nos manifiesta su ternura y bondad
para con todos los que tienen el corazón roto y el cuerpo herido […] Deseo portaros
a todos vosotros, probados por la enfermedad y el dolor, así como a vuestras
familias, un poco de consuelo de parte del Señor, renovaros mi cercanía e invitaros
a dirigiros a Cristo y a María, que Él nos ha dado como Madre. Ella conoció el dolor
y siguió a su Hijo en el camino del Calvario, guardando en su corazón el mismo
amor que Jesús vino a traer a todos los hombres» (Benedicto XVI, 20 de marzo de
2009).
Reflexión apostólica
«Compartan con las generaciones más jóvenes su sabiduría y experiencia de vida, y
esmérense por ser fieles transmisores de las tradiciones cristianas que tanto
enriquecen el hogar. Por su parte, los familiares de los ancianos o enfermos
procuren tratarlos con paciencia, bondad y comprensión. Bríndenles atención y
aprecio. No permitan que se consideren como una carga insoportable o seres
inútiles. Atiéndanles lo mejor posible y no omitan esfuerzo para que se sientan
acogidos, amados y tenidos en cuenta » ( Manual del miembro del Regnum Christi , n.
294).
Propósito
Llevar el consuelo y aliento a un enfermo poco visitado.
Diálogo con Cristo
Jesús, no permitas que sueñe con ser un gran discípulo y misionero sin tener la
capacidad de acercarme al que sufre. Dame la generosidad de tu santísima Madre
para tener un verdadero espíritu de sacrificio y desprendimiento, de tal manera que
dedique lo mejor de mí, a la vocación que me has dado .
«Aun en la soledad más triste, en la enfermedad más dura, en la pena moral más
amarga, el alma que cree y vive de acuerdo con esa fe se siente íntimamente feliz»
( Cristo al centro, n. 712).