Jueves 01 de Septiembre de 2011
Jueves 22ª semana de tiempo ordinario 2011
Colosenses 1,9-14
Hermanos: Desde que nos enteramos de vuestra conducta, no dejamos de
rezar a Dios por vosotros y de pedir que consigáis un conocimiento perfecto de su
voluntad, con toda sabiduría e inteligencia espiritual. De esta manera, vuestra
conducta será digna del Señor, agradándole en todo; fructificaréis en toda clase de
obras buenas y aumentará vuestro conocimiento de Dios. El poder de su gloria os
dará fuerza para soportar todo con paciencia y magnanimidad, con alegría, dando
gracias al Padre, que os ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo
santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al
reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de
los pecados.
Salmo responsorial: 97
R/El Señor da a conocer su victoria.
El Señor da a conocer su victoria, / revela a las naciones su justicia: / se
acordó de su misericordia y de su fidelidad / en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado / la victoria de nuestro Dios. /
Aclama al Señor, tierra entera; / gritad, vitoread, tocad. R.
Tocad la cítara para el Señor, / suenen los instrumentos: / con clarines y al
son de trompetas, / aclamad al Rey y Seños. R.
Lucas 5,1-11
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra
de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban
junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes.
Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra.
Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Rema mar adentro, y echad las
redes para pescar." Simón contestó: "Maestro, nos hemos pasado la noche
bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes." Y,
puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red.
Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano.
Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto,
Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: "Apártate de mí, Señor, que soy
un pecador." Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban
con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a
Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a
Simón: "No temas; desde ahora serás pescador de hombres." Ellos sacaron las
barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
COMENTARIOS
Jesús asume las realidades humanas, pero cambia su dirección: «No temas;
desde ahora pescarás hombres vivos» (5,10b) .Uno y otro grupo dejan los valores
en que confiaban hasta ahora, y empiezan el seguimiento de Jesús (5,11),
seguimiento al que serán invitados de ahora en adelante todos los que quieran ser
sus discípulos. No se trata de un simple consejo evangélico, sino de una condición
indispensable para llegar a ser miembros del grupo de Jesús. Este «dejarlo
todo», por otro lado, comporta un cambio total en la escala de valores, cambio que
no se realiza en un instante ni por un acto de generosidad, por muy pensado y
reflexionado que se quiera hacer, sino día tras día, en la medida en que cada uno
va integrando los valores del reino en la experiencia cotidiana.
Juan Alarcón, s.j..
(Extracto de Fundación ÉPSILON)