"El Hijo del hombre es dueño del sábado"
Lc 6, 1-5
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
Lectio Divina
EL SIGNIFICADO DE “NUEVO”
Según el evangelio, nuevo no significa «inédito», ni nunca visto, sino «originario», en el sentido
de que Jesús ha venido a restablecer el proyecto del Dios creador para volver a entregarlo a
todos aquellos que aceptan seguirle por el camino de la verdad. Tenemos un ejemplo claro de
este proyecto de Jesús en Mt 19,1-12, donde Jesús, en polémica con los fariseos sobre la
espiritualidad conyugal, les invita a superar la lógica de los permisos concedidos por Moisés, a
causa de la dureza de sus corazones, mediante la lógica de la entrega recíproca total según el
proyecto originario.
Nuevo, según el evangelio, no significa «actual», a la última, sino «auténtico», en el sentido de
que Jesús, con sus propuestas de vida nueva, tiende a despertar en la persona, en cada
persona, lo que en ella hay de genuino y de válido. Jesús ha venido a liberar la libertad; por
eso, cuando fue necesario, no vaciló en contraponer su propuesta a las propuestas alternativas
de otros falsos mesías que prometían fáciles libertades baratas.
Nuevo, según el evangelio, no significa «genial», sino «esencial», en el sentido de que Jesús -
como aparece en casi todas las páginas del evangelio- vino a suprimir, o por lo menos a
aligerar, los excesivos fardos que amenazan con entristecer y tal vez incluso con mortificar el
corazón de cada persona. Desde este punto de vista resultan extremadamente iluminadoras
estas palabras de Jesús: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y agobiados, y yo os
aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón, y
hallaréis descanso para vuestras vidas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera» (Mt 11,28-
30).
ORACION
“Pues, al parecer, a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha destinado al último lugar, como
condenados a muerte”.
Oh Señor, el sufrimiento me da miedo, pero es inútil negarlo, rechazarlo, evadirse de él, porque
es parte inherente de la vida de cada apóstol. Me da miedo el sufrimiento físico causado por las
enfermedades, por las privaciones, por el cansancio, por un cuerpo consumido que desmejora
con el paso de los años. Me da miedo el sufrimiento psicológico derivado de las
incomprensiones, de las resistencias inmotivadas frente a realidades evidentes, de las
limitaciones escondidas y no aceptadas que se convierten en violencias irracionales, de los
juegos destinados a ser apoyados en nuestros propios puntos de vista. Me da miedo el
sufrimiento espiritual velado por las dudas, la aridez, las incertidumbres, la indiferencia.
Pero así ha sido el camino para todos tus discípulos y amigos. Y así ha de ser también para
nosotros, para los que hemos elegido seguirte.