Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Septiembre 5
Aniversario de los Amigos y Bienhechores Difuntos OP
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Donde reinó el pecado, reinará la gracia * Lo reconocieron al
partir el pan
Textos para este día:
Romanos 5,17-21:
Hermanos: Por el pecado de un solo hombre comenzó el reinado de la muerte.
¡Cuánto más ahora, por un solo hombre, Jesucristo, vivirán y reinarán todos los que
han recibido un derroche de gracia y el don de la salvación! Por tanto, si el pecado
de uno trajo la condena a todos, también la justicia de uno traerá la salvación y la
vida. Si, por la desobediencia de uno, todos se convirtieron en pecadores, así, por
la obediencia de uno, todos se convertirán en justos. La ley se introdujo para que
creciera el pecado; pero si creció el pecado, más desbordante fue la gracia. Y así
como reinó el pecado causando la muerte, así también, por Jesucristo nuestro
Señor, reinará la gracia causando la salvación y la vida eterna.
Lucas 24, 13-35: Donde reinó el pecado, reinará la gracia * Lo reconocieron al
partir el pan
El mismo día de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado
Emaús, situado a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban todo lo que
había sucedido.
Mientras conversaban y discutían, Jesús se les acercó y comenzó a caminar con
ellos; pero los ojos de los dos discípulos estaban velados y no lo reconocieron.
El les preguntó:
«¿De qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?»
Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió:
«¿Eres tú el único forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días en
Jerusalén?»
El les preguntó:
«¿Qué cosa?»
Ellos le respondieron:
«Lo de Jesús el nazareno, que era un profeta poderoso en obras y palabras, ante
Dios y ante todo el pueblo. Cómo los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo
entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros
esperábamos que él sería el libertador de Israel, y sin embargo, han pasado ya tres
días desde que estas cosas sucedieron. Es cierto que algunas mujeres de nuestro
grupo nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al sepulcro, no
encontraron el cuerpo y llegaron contando que sé les habían aparecido unos
ángeles, que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron al
sepulcro y hallaron todo como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron».
Entonces Jesús les dijo:
«¡Qué insensatos son ustedes y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado
por los profetas! ¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera todo esto y así
entrara en su gloria?» Y comenzando por Moisés y siguiendo con todos los profetas,
les explicó todos los pasajes de la Escritura que se referían a él.
Ya cerca del pueblo a donde se dirigían, él hizo como que iba más lejos; pero ellos
le insistieron, diciendo:
«Quédate con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer».
Y entró para quedarse con ellos. Cuando estaban a la mesa, tomó un pan,
pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo
reconocieron, pero él se les desapareció. Y ellos se decían el uno al otro:
«¡Con razón nuestro corazón ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos
explicaba las Escrituras!»
Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron
reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron:
«De veras ha resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón».
Entonces ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían
reconocido al partir el pan.
Homilía
Temas de las lecturas: Donde reinó el pecado, reinará la gracia * Lo reconocieron al
partir el pan
1. Comunión en el Cuerpo Místico de Cristo
1.1 "Hasta que el Señor venga en su esplendor con todos sus ángeles y, destruida
la muerte, tenga sometido todo, sus discípulos, unos peregrinan en la tierra; otros,
ya difuntos, se purifican; mientras otros están glorificados, contemplando
claramente a Dios mismo, uno y trino, tal cual es".
1.2 Todos, sin embargo, aunque en grado y modo diversos, participamos en el
mismo amor a Dios y al prójimo y cantamos en mismo himno de alabanza a
nuestro Dios. (Catecismo, punto 954).
1.3 La Iglesia peregrina, perfectamente consciente de esta comunión de todo el
Cuerpo místico de Jesucristo, desde los primeros tiempos del cristianismo honró con
gran piedad el recuerdo de los difuntos y también ofreció por ellos oraciones pues
es una idea santa y provechosa orar por los difuntos para que se vean libres de sus
pecados (Catecismo, punto 955).
2. El Purgatorio
2.1 Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente
purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su
muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la
alegría del cielo (Catecismo, punto 1030).
2.2 La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es
completamente distinta del castigo de los condenados (Catecismo, punto 1031).