IV Domingo de Pascua, Ciclo A
EL BUEN PASTOR
La Palabra: “El buen pastor va delante, conoce a las ovejas, y estas le siguen”
(evangelio).
1. En Cuba no hay rebaños de ovejas como había en Palestina donde vivió Jesús e
hizo sus parábolas, una especie de cuentos para presentar lo divino en lo humano.
Una de esas parábolas es la del pastor bueno: va delante de las ovejas como
abriendo camino, las conoce, no las acompaña como un asalariado por interés de
remuneración, y ellas le siguen confiadas.
2. Jesús se presenta como el pastor bueno. Con su forma de vivir y de actuar va
delante de nosotros abriendo camino. Según los evangelios, cuando tuvo que
enfrentar la muerte, iba decidido hacia Jerusalén delante de los discípulos que le
seguían amedrentados pues sospechaban que allí condenarían al Maestro. Nos
conoce por el nombre a cada uno y nos ama, lo único que quiere y busca es nuestro
crecimiento como personas humanas; por eso inspira confianza. Cuando llegó el
momento de la prueba, por nosotros entregó la propia vida.
3. Esta parábola suele aplicarse a obispos y sacerdotes que, dentro de la Iglesia,
tienen por misión servir al pueblo de Dios que es la comunidad eclesial. Para que
presten este servicio con amor y no buscando el propio provecho, reciben el
ministerio mediante un sacramento. Proporcionalmente. la parábola se aplica
también a cada bautizado que, siguiendo la conducta de Jesucristo, debe abrirle el
camino a los que van con él en la familia, en el trabajo y en la sociedad. Debe
atender con solicitud a cada persona sin buscarse a sí mismo, y para ayudar a los
demás debe perder algo de su propia vida.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net