Fiesta. Natividad de la Santísima Virgen (8 de septiembre)
“La criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo”
I. Contemplamos la Palabra
Lectura de la profecía de Miqueas 5, 1-4a
Así dice el Señor:
«Pero tú, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el jefe
de Israel.
Su origen es desde lo antiguo, de tiempo inmemorial.
Los entrega hasta el tiempo en que la madre dé a luz, y el resto de sus
hermanos retornará a los hijos de
Israel.
En pie, pastoreará con la fuerza del Señor, por el nombre glorioso del Señor, su
Dios.
Habitarán tranquilos, porque se mostrará grande hasta los confines de la tierra,
y éste será nuestra paz.»
Sal 12 R. Desbordo de gozo con el Señor
Porque yo confío en tu misericordia:
alegra mi corazón con tu auxilio. R.
Y cantaré al Señor
por el bien que me ha hecho. R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 1,1-16.18-23
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que
ella esperaba un hijo por
obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en
secreto. Pero, apenas había
tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
-«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la
criatura que hay en ella
viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús,
porque él salvará a su pueblo
de los pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el
Profeta:
«Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre
Enmanuel, que significa “Díoscon-
nosotros”.
II. Oramos con la Palabra
SEÑOR, el día de hoy es de gozo y de gratitud. Gozo, por el nacimiento de
María. Gratitud, porque hiciste obras grandes en ella. En el cumpleaños de
María, la felicitamos contigo, y te felicitamos del acierto que tuviste al elegirla
por Madre. Su nacimiento alegra el universo, porque es la estrella que anuncia
un tiempo nuevo de salvación para todos los hombres. ¿Qué sería nuestra vida
de fe sin la presencia maternal de la Madre?
Esta oración está incluida en el libro: Evangelio 2011 de
EDIBESA.
III. Compartimos la Palabra
“En tierra de Israel había nacido una nia. El padre y la madre la acogieron con
júbilo. Como piadosos israelitas que deseaban ver los días del Salvador,
hubieran recibido un vástago varón, con mayor júbilo. Por lo menos todos los
vecinos eran del parecer que un vástago varón hubiera significado mucha mayor
honra. Las parteras lavaron a la criatura y la fajaron con pañales. Como se
trataba de una niña no hubo que aguardar el día de la circuncisión para
imponerle el nombre. Se la llam Miriam, María” Así empieza su famosa “Vida
de María” Franz Michel Willam. O sea, que sabemos que naci, pero muy poco
más. Ni cómo, ni dónde, ni el nombre de sus padres. Nada. Y para la fe en ella y
en su Hijo, nada más necesitamos. El que necesite cultivar su curiosidad que
acuda al Protoevangelio de Santiago y lea los 17 primeros capítulos sobre la Vida
de María antes de la Anunciación. Encontrará muchos detalles sobre su vida que
“pudieron haber tenido lugar”, pero que no consta histricamente que así fuera.
Inmaculada
Decía que de María sabemos que nació, pero muy poco más, porque algo
sabemos, algo tan exclusivo e importante que fue ella la única criatura en
tenerlo: sabemos que nació inmaculada, de unos padres maculados, cuyos
nombres sólo por los evangelios apócrifos conocemos. María fue una mujer
totalmente excepcional, ya que, por humana, tenía que haber nacido como todos
los humanos, en pecado, con el pecado original; pero por escogida, fue redimida
por Dios de forma anticipada. María inmaculada evoca en nosotros, por
contraste, la maculada concepción en la que nacemos. Lo sabemos por
revelación y lo padecemos por experiencia. Pero, hoy celebramos el cumpleaños
de alguien de nuestra misma raza que fue, que es, totalmente limpia,
inmaculada. Por eso la conocemos también por “la purísima”.
¡Cumpleaños feliz! Flores, perfumes y regalos
Hoy la felicitamos. Es difícil, pero quisiéramos, al hacerlo, pensar sólo en ella,
porque, no por casualidad, sino por encargo de su Hijo, sin dejar de ser su
Madre, es también Madre para nosotros. Celebramos su cumpleaños hojeando el
álbum familiar de los momentos estelares de su vida en el mejor de los
ambientes, maternal, por su parte, filial, por la nuestra. Que nuestras flores,
perfume y regalo, sea hoy el canto litúrgico de Laudes que hacemos nuestro. Lo
demás se lo dejamos a ella. Lo hará en nosotros mejor que nosotros mismos.
“Hoy nace una clara estrella, tan divina y celestial, que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de ella.
De Ana y de Joaquín, oriente de aquella estrella divina, sale su luz clara y digna
de ser pura eternamente: el alba más clara y bella no le puede ser igual, que,
con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella.
“No le iguala lumbre alguna de cuantas bordan el cielo, porque es el humilde
suelo de sus pies la blanca luna: nace en el suelo tan bella y con luz tan
celestial, que, con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella”.
Fray Hermelindo Fernández Rodríguez
La Virgen del Camino
Con permiso de dominicos.org