Todo a partir de Dios y para Dios.
05/09/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 6, 6-11
Un sábado, Jesús entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre
que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y fariseos estaban acechando a
Jesús para ver si curaba en sábado y tener así de qué acusarlo.
Pero Jesús, conociendo sus intenciones, le dijo al hombre de la mano paralizada:
«Levántate y ponte ahí en medio». El hombre se levantó y se puso en medio.
Entonces Jesús les dijo: «Les voy a hacer una pregunta: ¿Qué es lo que está
permitido hacer en sábado: el bien o el mal, salvar una vida o acabar con ella?». Y
después de recorrer con la vista a todos los presentes, le dijo al hombre: «Extiende
la mano». Él la extendió y quedó curado.
Los escribas y fariseos se pusieron furiosos y discutían entre sí lo que le iban a
hacer a Jesús. Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, sólo en la oración puedo encontrar el sentido que debo dar a los sucesos de
este día. En la medida en que te ame y te escuche en esta meditación, en esa
medida podré transmitir tu amor a los demás.
Petición
¡Ven Espíritu Santo! Aumenta mi fe, mi esperanza y mi caridad para que sea digno
de poder dialogar contigo en esta oración.
Meditación
«Que el sábado está hecho para el hombre y no el hombre para el sábado no es
simplemente la expresión de una postura moderno -liberal, como podríamos pensar
a primera vista […] Según el “Hijo del hombre”, según el criterio de Jesús, el
hombre es libre y sabe usar rectamente el sábado como día de la libertad a partir
de Dios y para Dios. “El Hijo del hombre es el seor del sábado”: se aprecia aquí
toda la grandeza de la reivindicación de Jesús, que interpreta la Ley con plena
autoridad porque El mismo es la Palabra originaria de Dios. Y se aprecia en
consecuencia qué tipo de nueva libertad le corresponde al hombre en general: una
libertad que nada tiene que ver con la simple arbitrariedad. En las palabras sobre el
sábado es importante el enlace entre “hombre” e “Hijo del hombre”; vemos cmo
esta palabra, de por sí genérica, se convierte en expresión de la dignidad especial
de Jesús» (Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p.
130).
Reflexión apostólica
«Al contemplar la vida de Cristo, es patente su libertad de espíritu. Cristo, también
en cuanto hombre, gozó de una total libertad interior porque su corazón tenía un
solo Señor, el Padre, y porque no se apegó a ninguna criatura. Cristo se hizo pobre
para enriquecernos con su pobreza y para enseñarnos que el verdadero alimento es
el cumplimiento de la voluntad del Padre» (Manual del miembro del
Movimiento Regnum Christi , n. 193).
Propósito
Reflexionar sobre qué lugar ocupó Dios en mi día de ayer, domingo, día del Señor.
Diálogo con Cristo
Jesucristo, Tú eres fuente de la auténtica libertad, aquella que me puede llevar a
optar siempre por el mejor bien. Te pido que me concedas la gracia de saber darte
siempre el lugar que te corresponde en mi vida, Tú eres mi mejor amigo porque
hasta has dado tu vida por mí, ¡ayúdame! Quiero serte siempre fiel y corresponder
plenamente a tu amor.
«Está en juego la entrega amorosa de la propia libertad a Dios, que es el don más
grande que el hombre puede hacer a Dios: la donación total de su voluntad a la
voluntad de Dios por amor »
( Cristo al centro, n. 1205).