Un nuevo horizonte de justicia.
07/09/2011
Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 20-26
En aquel tiempo, mirando Jesús a sus discípulos, les dijo:
“Dichosos ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Dichosos
ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Dichosos ustedes los
que lloran ahora, porque al fin reirán.
Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y los expulsen de entre
ellos, y cuando los insulten y maldigan por causa del Hijo del hombre. Alégrense
ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo. Pues así
trataron sus padres a los profetas.
Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen ahora su consuelo! ¡Ay de ustedes,
los que se hartan ahora, porque después tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que
ríen ahora, porque llorarán de pena! ¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los
alabe, porque de ese modo trataron sus padres a los falsos profetas!”. Palabra del
Señor.
Oración introductoria
Gracias, Señor, por este momento de oración. Qué dicha y alegría el poder
experimentar tu presencia, tu cercanía. Humildemente te pido, ¡ven Señor Jesús!
Ilumina mi oración para que crezcan mi fe y mi fortaleza para saber escogerte
siempre a Ti.
Petición
Jesús, dame la sabiduría para saber reconocer en dónde y cómo se encuentra la
felicidad.
Meditación
«Las bienaventuranzas se basan en el hecho de que existe una justicia divina, que
enaltece a quien ha sido humillado injustamente y humilla a quien se ha enaltecido.
De hecho, el evangelista san Lucas, después de los cuatro "dichosos vosotros",
añade cuatro amonestaciones: "Ay de vosotros, los ricos... […] "Ay si todo el
mundo habla bien de vosotros", porque, como afirma Jesús, la situación se
invertirá, los últimos serán primeros y los primeros últimos.
Esta justicia y esta bienaventuranza se realizan en el "reino de los cielos" o "reino
de Dios", que tendrá su cumplimiento al final de los tiempos, pero que ya está
presente en la historia. Donde los pobres son consolados y admitidos al banquete
de la vida, allí se manifiesta la justicia de Dios. Esta es la tarea que los discípulos
del Señor están llamados a realizar también en la sociedad actual» (Benedicto XVI,
14 de febrero de 2010).
Reflexión apostólica
«Al vivir la espiritualidad del Regnum Christi , reconocida y aprobada por la Iglesia,
los miembros se benefician de sus medios de santificación y de apostolado y
pueden gozar de la dicha de edificar la Iglesia y servir a los hombres mediante una
respuesta generosa a su vocación» (Manual del miembro del Movimiento Regnum
Christi , n. 68).
Propósito
Comprometerme gratuitamente en alguna obra que promueva la justicia y el amor.
Diálogo con Cristo
Jesús mío, las tentaciones para evadir tu llamada a la santidad se multiplican.
Quiero serte fiel, pero bien conoces mi debilidad y como fácilmente el egoísmo,
disfrazado de comodidad o de placer, acaban con mi propósito de crecer en mi
generosidad. Confiando en que Tú nunca te alejas y siempre eres fiel a tu amor,
hoy quiero ofrecerte que pondré en práctica el programa de las bienaventuranzas.
«Quisiéramos poder hacer algo para lograr que otros muchos hombres crean en Él,
lo conozcan, lo amen y gocen la inefable dicha de saberse sus hijos muy amados.
La humanidad es desgraciada sólo en la medida en que no tiene a Cristo»
( Cristo al centro, n. 1943).