Miércoles 14 de Septiembre de 2011
Exaltación de la Santa Cruz 2011
Números 21,4b-9
En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra
Moisés: "¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni
agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo." El Señor envió contra el pueblo serpientes
venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a
Moisés, diciendo: "Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que
aparte de nosotros las serpientes." Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió:
"Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpiente quedarán
sanos al mirarla." Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando
una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.
O bien:
Filipenses 2,6-11
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al
contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y
así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y
una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el "Nombre-sobre-todo-
nombre"; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el
abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Salmo responsorial: 77
R/No olvidéis las acciones del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, / inclinad el oído a las palabras de mi boca: / que
voy a abrir mi boca a las sentencias, / para que broten los enigmas del pasado. R.
Cuando los hacía morir, lo buscaban, / y madrugaban para volverse hacia Dios; / se
acordaban de que Dios era su roca, / el Dios Altísimo su redentor. R.
Lo adulaban con sus bocas, / pero sus lenguas mentían: / su corazón no era sincero con
él, / ni eran fieles a su alianza. R.
Él, en cambio, sentía lástima, / perdonaba la culpa y no los destruía: / una y otra vez
reprimió su cólera, / y no despertaba todo su furor. R.
Juan 3,13-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del
cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que
ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó
Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen el él,
sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo,
sino para que el mundo se salve por él."
COMENTARIOS
Frente a las dos reacciones se muestra ahora la verdadera realidad del Mesías. Para
los fariseos, la Ley era fuente de vida y norma de conducta; para Juan, la única fuente de vida
es el Hombre levantado en alto, el Hijo de Dios, don de Dios a la humanidad para salvarla (13-
18).
Haber bajado del cielo señala la calidad divina de Jesús, por poseer la plenitud del
Espíritu .
Subir al cielo para quedarse significa victoria, éxito. Sólo el que es capaz de amar hasta
entregarse a sí mismo puede obtener y asegurar el triunfo definitivo, instaurar la nueva
sociedad humana (el reino de Dios).
El Hombre levantado en alto (doble sentido: cruz y exaltación) es señal visible, fuente de
vida que libra de la muerte. Dios es puro amor, pretende sólo salvar, comunicar una vida que
supera la muerte (16-17).
Porque no envió Dios el Hijo al mundo para que dé sentencia contra el mundo, sino para
que el mundo se salve por Él.
Ausencia de juicio; es la opción del hombre la que determina su suerte.
Juan Alarcón, s.j..
(Extracto de Fundación ÉPSILON)