"Sígueme"
Mt 9, 9-13
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
Lectio Divina
LLAMAR A MATEO Y SENTARSE A LA MESA CON LOS PECADORES
El problema de las comidas tomadas en común por cristianos de procedencia
pagana y los de origen judío fue muy importante en la primera generación
cristiana.
Mateo, ya evangelista, quiere presentar una enseñanza de Cristo a su Iglesia. El
Maestro, tanto de palabra como con el ejemplo, les ofrece una lección: Dios
exige de nosotros sobre todo gestos de misericordia, más que actos cultuales.
Jesús, al llamar a Mateo y sentarse a la mesa con los pecadores, aparece como
aquel que ha realizado la voluntad de Dios. Y toda su misión de llamada
misericordiosa a los pecadores a la salvación ha sido el cumplimiento de la
Palabra de Dios expresada en las Escrituras.
Frente al Dios discriminador presentado por el culto de los judíos de estricta
observancia, el Dios revelado por la palabra y por la acción de Jesús es un Dios
de misericordia de un Dios a los perdidos y les ofrece una nueva oportunidad de
rehacerse; hasta alcanzar, mediante su gracia, la «perfecta unidad» interior, que
en la primera lectura es «hasta que alcancemos en plenitud la talla de Cristo»
(v. 13).
ORACION
Concédenos, oh Padre y Dios de misericordia, reconocer en nuestra historia
personal la llamada fundamental de la vida que tu Hijo y Señor nuestro nos
dirige con amor.
Concédenos, oh Padre y Dios de bondad, responderte afirmativamente con
prontitud y generosidad, incluso a través de las grandes y pequeñas ocasiones
de nuestro vivir cotidiano, a fin de que podamos realizar con fidelidad la obra
que, de una manera personal y comunitaria, nos has dado para realizar en la
Iglesia.
Y que el mundo, frente al testimonio de unidad del cristiano y de la Iglesia ,
pueda convertirse y creer en tu amor misericordioso, un amor que hemos visto y
contemplamos en el rostro y en la acción de Jesucristo en la tierra.