ADVIENTO
El adviento inicia con las vísperas del domingo más cercano al 30 de
noviembre y termina antes de las vísperas de la Navidad. Los domingos de este
tiempo se llaman 1°, 2°, 3° y 4° de Adviento. Los días del 16 al 24 de diciembre (la
Novena de Navidad) tienden a preparar más específicamente las fiestas de la
Navidad.
El color de los ornamentos del altar y la vestidura del sacerdote es el
morado, igual que en Cuaresma, que simboliza austeridad y penitencia.
Al celebrar la Iglesia el Adviento, nos invita a meditar en la venida del Señor.
Esta venida se nos presenta en tres dimensiones:
Adviento Histórico
Es la espera en que vivieron los pueblos que ansiaban la venida del Salvador.
Va desde Adán hasta la encarnación, abarca todo el Antiguo Testamento. Escuchar
en las lecturas a los Profetas, nos deja una enseñanza importante para preparar los
corazones a la llegada del Señor. Acercarse a esta historia es identificarse con
aquellos hombres que deseaban con vehemencia la llegada del Mesías y la
liberación que esperaban de él.
Adviento Místico
Es la preparación moral del hombre de hoy a la venida del Señor. Es un
Adviento actual. Es tiempo propicio para la evangelización y la oración que dispone
al hombre, como persona, y a la comunidad humana, como sociedad, a aceptar la
salvación que viene del Señor. Jesús es el Señor que viene constantemente al
hombre. Es necesario que el hombre se percate de esta realidad, para estar con el
corazón abierto, listo para que entre el Señor. El Adviento, entendido así, es de
suma actualidad e importancia.
Adviento Escatológico
Es la preparación a la llegada definitiva del Señor, al final de los tiempos,
cuando vendrá para coronar definitivamente su obra redentora, dando a cada uno
según sus obras. La Iglesia nos invita a no esperar este tiempo con temor y
angustia, sino con la esperanza de que, cuando esto ocurra, será para la felicidad
eterna del hombre que aceptó a Jesús como su salvador.
Esta celebración manifiesta cómo todo el tiempo gira alrededor de Cristo, el
mismo ayer, hoy y siempre; Cristo el Señor del tiempo y de la Historia.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)