Lectio Divina: 27º domingo de Tiempo Ordinario A
Autor: P. Chuno, C.M.
LA PALABRA HOY: Isaías 5,1-7; Salmo 79; Filipenses 4,6-9; Mateo 21, 33-
43
Ambientación: Un macetero vistoso que represente nuestra vida. A cada
participante se le entrega una tarjeta donde escribirá un “fruto del Reino” que está
dispuesto a ofrecer al Señor.
Cantos sugeridos: El Viñador; Como brotes de olivo
Ambientación:
Quien de verdad quiere llevar una vida cristiana, debe de saber que su existencia y
su razón de ser, están ligadas a dar buenos frutos, frutos que no son para Dios sino
para conseguir una vida más feliz para cada uno de nosotros y para quienes nos
rodean. Dar frutos es dar vida, comunicar vida, rescatar la vida, dignificar la vida…
por eso, junto al salmista le pedimos ayuda a Dios: “ven a visitar tu via, la cepa
que tu diestra plant y que tú hiciste vigorosa…”
Oración inicial
Te bendecimos, Padre, porque tu amor nos eligió
como tu pueblo, como la viña que tú cuidas con ternura;
en ella el cáliz del vino nuevo de la sangre de Cristo
sella por tu Espíritu la nueva alianza con tu pueblo, la Iglesia.
Tanto amaste al mundo que le diste a tu propio Hijo.
Y él se entregó incondicionalmente en manos de los pecadores,
para que de su sangre derramada naciera el nuevo pueblo,
como de la uva prensada nace el vino joven de la fiesta.
Haz, Señor, que en la viña de tu Iglesia podamos ofrecerte
no los frutos amargos de nuestro egoísmo, sino frutos maduros
de la humanidad, fraternidad, solidaridad, justicia y paz.
Amén.
I. Lectio: ¿Qué me dice el texto?
Mateo 21, 33-43
Motivación: Nuevamente la imagen de la viña, pero en esta ocasión representa el
Reino entregado al pueblo de Israel. Éste no da los frutos esperados y maltrata y
asesina a los enviados de Dios, terminando con su propio hijo. Los oyentes de Jesús
siguen siendo los dirigentes judíos. Escuchemos.
1.Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2.Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
•¿Qué hizo el dueo de la parábola con su terreno? ¿Qué plant?
•¿Quiénes son enviados a recoger los frutos de la via? ¿Qué hacen los labradores
con ellos?
•¿A quién representan los distintos personajes? ¿Y la via?
•Jesús concluye la parábola con una pregunta. ¿Cmo le responden las autoridades
judías?
•¿Qué texto recuerda Jesús a los que lo escuchaban? ¿Qué pasará con los que no
obedezcan?
II: Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el texto?
Motivación: El Evangelio contiene duras palabras contra un pueblo y sus dirigentes
que no reconocieron a los profetas enviados por Dios ni a su Hijo, y les maltrataron
hasta la muerte. La Iglesia es heredera del Reino y recibe el encargo de entregar
los frutos anhelados.
•¿Cmo ilumina este pasaje nuestra comprensin de la Iglesia y nuestra misin?
•Arrendará la via a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo.
¿Cuáles son esos frutos que corresponden al Reino de Dios? ¿De qué manera
nuestra iglesia y nuestras comunidades están respondiendo al encargo de Dios?
•La piedra que desecharon los arquitectos… ¿Hoy la gente reconoce a Jesús como
la piedra angular de sus vidas? ¿Y TÚ?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: Hoy el Evangelio nos cuestiona como pueblo creyente, como nueva
viña a la que Dios sigue cuidando con infinita ternura. Demos gracias a Dios por su
fidelidad y su paciencia con nosotros y le pedimos perdón porque en ocasiones no
damos los frutos del Reino que Él espera.
•Luego de un tiempo de oracin personal, podemos compartir en voz alta nuestra
oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o
la súplica confiada.
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo
(Salmo 79).
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente exhortaba a los misioneros a dejar que Dios sea el dueño
de sus vidas, de su “via personal”, de manera que sus virtudes actúen en sus
corazones sin resistencia alguna:
“Reina de una manera especial sobre los justos, que lo honran y le sirven; sobre las
almas buenas, que se entregan a Dios y no respiran más que a Dios; sobre los
elegidos, que deberán glorificarle eternamente. Sobre esas personas es sobre las
que reina de una manera especial, por medio de las virtudes que practican y que
han recibido de él. El es el Dios de las virtudes, y no hay ninguna que no venga de
él. Todas ellas proceden de esta fuente infinita, que las envía a las almas escogidas
que, siempre dispuestas a recibirlas, son siempre fieles en practicarlas. Y de este
modo ellas procuran el reino de Dios, y es así como Dios reina siempre en ellas.
(XI, 430)
Compromiso:
Examinar mi vida y responder con sinceridad: ¿Soy un obrero fiel de la viña de
Dios? ¿Qué frutos estoy dando?
•Realizar comunitariamente alguna obra que haga presente el Reino de Dios.
Oración final
Señor Jesús, Tú la piedra fundamental,
el que eres y das el sentido pleno y total
a toda nuestra vida, el que nos vas mostrando
los caminos de vida y salvación
por donde debemos transitar,
para tener vida plena en ti,
para ser lo que debemos ser,
ayúdanos Señor, a no acostumbrarnos a tu Palabra,
a no caer en la rutina, a no perder la admiración y el deslumbramiento de tu
seguimiento.
No permitas Señor, que nuestros criterios,
nuestras opciones y nuestros intereses
nos alejen de ti, sino que en todo momento,
tu Palabra sea para nosotros
el proyecto y el modelo de vida
que debemos asumir. Que así sea.
Con permiso de somos.vicencianos.org